Erubiel Torres
Ciudad Mendoza, Ver.- El representante de los
obreros despedidos de 1991 de la Compañía Industrial Veracruzana
(CIVSA), Hipólito Flores Alonso dio a conocer durante la asamblea
pública realizada el domingo 12 de marzo del 2017 en el
salón de los Jubilados y Pensionados "Santa rosa" que
el Congreso local giró documentación al gobierno del estado de Veracruz solicitando la
instalación de una mesa de diálogo para resolver su conflicto que cumplirá
26 años.
"Ya
tenemos firmado en la Cámara de diputados el acuerdo al que se
llevó, donde estamos pidiendo que se abra una mesa de diálogo el cual lo
firmaron; por otro lado le acabamos de girar otra documento a Miguel
Ángel Yunes Linares, donde por medio de
nuestra abogada María Luisa Campos Aragón se le solicita su intervención.
Otro documento que se giró a Navarrete Prida para
darle solución a este problema", detalló.
Destacó
que de 600 obreros que comenzaron solo 187 continúan la lucha, los
cuales son propietarios de la CIVSA mediante adjudicación, y
que nuevamente hay gente interesada en querer invertir en
ella así como en su momento los antiguos propietarios de la compañía, los
señores del Valle, hicieran su ofrecimiento que no les
convenció. "Estamos esperando que en la mesa de diálogo, probables
inversionistas puedan hacer un ofrecimiento que la gente pueda
considerar", agregó.
Flores
Alonso dijo además que la reunión efectuada el lunes pasado en Xalapa a la que
acudieron los otros grupos, incluyendo una representación
no autorizada en asamblea de los despedidos de 1991
fue una farsa política en donde el secretario de gobierno, Rogelio
Franco Castán solo acudió a tomarse la foto
pues del supuesto acuerdo al que llegaron no se
ha revelado nada.
Apuntó que
la mesa diálogo incluiría además al titular de la Junta federal
de Conciliación y Arbitraje, Jorge Alberto Zorrilla Rodríguez; la secretaria de
Trabajo en Veracruz, Silvia Edith Mota Herrera; y al alcalde Reene Huerta
Rodríguez; además de que esperan la intervención del gobierno estatal
para promover la venta de la empresa y así lograr el pago de los
salarios caídos de sus representados.