EN CONTRASTE
Oscar Coria Reyes
Diciembre es el mes donde el fervor de los mexicanos se desborda en las calles a través de manifestaciones por el tema guadalupano, donde los feligreses, en especial de la religión católica, salen a las calles para con un recorrido con destino a la basílica, a la catedral principal de su estado, ciudad o colonia, buscan demostrar su fervor hacia la Virgen de Guadalupe, considerada como la protectora de los mexicanos.
Una muestra de fervor con la cual consideran alivian o eximen sus “pecados” de aquellos que se manifiestan de esta manera, sin embargo, también dichas manifestaciones de fervor generan un caos en tránsito de vehículos y de personas, lo cual trae consigo las consiguientes molestias por no haber libre tránsito aparte de la contaminación auditiva y ambiental que se genera, con lo cual cada vez hay más voces que piden se regulen están manifestaciones de fe, para no interrumpir las actividades de terceros.
Mientras que la fe mueve millones de personas, este diciembre también trajo otra movilización de miles de mexicanos por la “esperanza”, si, la esperanza que “El Mesías” Andrés Manuel López Obrador genera en millones de mexicanos que creyeron y creen en él como un foco de cambio para un México mejor.
Recordar que el famoso “Peje” enamoro a sus seguidores con promesas de bajar las gasolinas, bajar los impuestos, eliminar la corrupción, mejores salarios, becas a estudiantes y a todos aquellos que no tengan empleo, entre muchas otras promesas que generaron una ilusión en sus fervientes seguidores, los cuales ven con esperanza que esta nueva administración genere un verdadero cambio en los gobiernos federal, estatales y locales.
Sin embargo, por otra parte, hay la “incertidumbre” por un gran sector de la población hacia la nueva figura presidencial, esto en virtud de que, en ya en su cuarto día como la máxima autoridad del país, aún lo seguimos escuchando como si estuviera en campaña, haciendo promesas, generando propuestas, pero, aún sin decir el cómo lo lograra.
De igual forma preocupa escuchar en sus discursos, entrevistas y comentarios que manifieste en cuestionamientos que la opinión vertida por él “es su opinión”, olvidándose de que esto ya no es así, sino que su opinión es la de la investidura del Presidente de México, es decir, es la opinión del Gobierno Federal.
Otro tema que genera incertidumbre es por quienes fueron designados en diferentes dependencias (ex priistas y panistas), algunos acusados en sus momentos de actos de corrupción o malos manejos, de igual manera, cuando no da a conocer propuestas concretas de cómo se llevaran a cabo las reformas que menciona o anuncia, así como, cuando evade responder sobre temas de inseguridad, dándole la vuelta a los cuestionamientos, y, en otros casos, acusando que algunos temas siguen siendo ruido generado por sus adversarios.
Pero aún con todo lo anterior, se desea, espera y anhela que esta nueva administración genere un verdadero cambio y logre callar las voces de aquellos que no creen y no confían en que lo va a lograr.