Ing. Fernando Padilla Farfán
En
reciente conferencia magistral, el doctor Francisco Cabrillo Rodríguez, Presidente del Consejo Económico
y Social de la Comunidad
de Madrid y Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad
Complutense ,apoyada por el
Instituto Universitario y de Investigación Ortega y Gasset-México, y la Agencia
Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo; tocó temas bastante
interesantes entre los que destaca el de la dimensióneconómica de la gobernabilidad.
En su intervención, el conferencista enfocó su
coloquio hacia qué puede hacer un Estado o un sector público en una situación
de crisis. Planteó que el Estado debe intervenir para evitar situaciones de
crisis económica, y en el caso de que ésta se produzca, el Estado debe aplicar
políticas especificas de relanzamiento de la economía, y viceversa, en aquellas
situaciones en las cuales la economía está creciendo a tasas muy altas, debe
introducir algún tipo de freno para evitar que el exceso de demanda acabe
produciendo inflación y desequilibrios, como ocurre con regularidad; en otras
palabras-dice- lo que tendríamos aquí sería una visión keynesiana de la
economía.
“Si observamos cómo ha evolucionado la fuerza
del Estado en los últimos 100 años, vemos cómo hay dos momentos claves en el
mundo en cuanto al crecimiento del sector público: las dos guerras mundiales.
Esto nos indica que el sector público no crece de una manera uniforme, sino que
crece cuando se produce una situación especial, porque sólo entonces la
ciudadanía está dispuesta a soportar la nueva carga fiscal que se le viene
encima. Lo que alguien soporta en una situación de guerra no lo soportaría en
una situación ordinaria”.
El Doctor Cabrillo Rodríguez dijo que la
enseñanza que dejaron las guerras mundiales, fue en el sentido de que después
de cada conflicto bélico, el peso del Estado en el gasto público creció de
manera sustancial, la recaudación fiscal también creció, y cuando cayó el gasto
como consecuencia del final de la guerra, cayó también el peso del Estado, aunque
en un grado mucho menor.
Según él, al final de la Primera Guerra
Mundial el PIB quedó en un nivel de aproximadamente 10 puntos superior al que
había existido en 1914, y lo mismo a partir de 1945: cae el gasto público al
terminar la guerra pero el PIB quedaen 10 puntos por encima de lo que había estado
en la década de los años treinta. En tanto el sector público va creciendo, y
después de la Segunda Guerra
Mundial,“nos encontramos –asevera- con que se crean una serie de programas
nuevos en torno a lo que suele conocerse con el nombre de “Estado de
Bienestar”, que incluyó un amplio
programa de gasto público referido a actividades que afectabandirectamente al
ciudadano, especialmente en rubros como el de la sanidad, pensiones y educación”.
Se refirió también al impuesto sobre la renta
cuando por necesidades financieras el Estado determina elevarlo principalmente
cuando se presentan las presiones fiscales, como ocurrió en los años 50 y 60 en
Inglaterra.En Inglaterra el tipo marginal máximo oficial del Impuesto Sobre la Renta llegó al 75 por ciento
de ingresos y con determinados recargos llegó a superar el 90 por ciento.Para
darse una idea hoy son 40, situación que simplemente es insostenible. Ahora,
nadie estaría dispuesto a pagar el 75 ó el 90 por ciento de sus ingresos,
deciden mejor llevarse su capital a otros países con las consabidas
consecuencias”.
“Hasta antes de las reformas fiscales de México,-concluye
el conferencista- el Impuesto Sobre la
Renta era básicamente un impuesto sobre salarios.La historia
ha registrado que muy pocos gobiernos se atreven a elevar la presión fiscal, y
cuando lo hacen, como lo hizo el actual Gobierno Español en anterior
Legislatura, lo hacen simplemente ocultándolo y mintiendo”.