Hacienda y el Tío Lolo
Por: José Miguel Cobián
Para el alumno más aventajado de la academia de Ballet.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público hace tiempo que decidió crear el Régimen de los Pequeños Contribuyentes, orientado a personas físicas con ingresos anuales inferiores a dos millones de pesos. Es un régimen en el cual es muy fácil cumplir las obligaciones fiscales, pues no se lleva contabilidad, se paga una cuota fija conforme a los ingresos que el contribuyente decide declarar a la autoridad fiscal, y esos impuestos y el control se le quedan a los estados, pues los pequeños contribuyentes no son atractivos para su control y recaudación por parte del SAT.
El único impedimento que a algún genio financiero de los que abundan detrás de un escritorio, que le pusieron a los pequeños contribuyentes, es el que no pueden expedir facturas, y por lo tanto, no le pueden vender a empresas o prestadores de servicios que requieran de comprobantes para deducir sus costos y gastos de sus ingresos. Así, de un plumazo, a los pequeños contribuyentes hacienda los discrimina, violando en mi muy humilde opinión el artículo quinto constitucional, ese de la libertad de comercio. Por lo tanto cualquier persona que quiera venderle a empresas no podrá estar en ese régimen fiscal, a pesar de tener ingresos mínimos.
Así caemos en los extremos de que un comerciante o prestador de servicios que pueda vender una cantidad irrisoria al año, pero que la va a vender a contribuyentes que requieran comprobante fiscal para deducir, no podrá estar en el régimen de pequeños contribuyentes, mientras que alguien con ventas muy superiores a los límites que la ley establece para estar en dicho régimen, podrá gozar de todas sus ventajas, debido a que realmente no hay control ni fiscalización para los contribuyentes en el régimen de pequeños contribuyentes REPECOS de aquí en adelante.
En más de una ocasión en la Canacope de Córdoba hemos insistido a diputados y senadores sobre la necesidad de adecuar el régimen de los pequeños a la realidad actual, en la cual si no le vendes a empresas, estás prácticamente fuera del mercado, y tu negocio jamás va a crecer, mientras que por el otro lado, al no haber una adecuada fiscalización, hay una enorme cantidad de contribuyentes “enanos” que no son pequeños pero que gozan de los beneficios del régimen y compiten de manera absolutamente desleal contra aquéllos contribuyentes que por ser cumplidos se registran en el régimen intermedio o en el general de ley, y que por ello deben pagar un contador, y presentar una infinidad de declaraciones, aunque sus ingresos no sean tan grandes como los de los contribuyentes que se aprovechan de ese régimen.
Es sabido de tianguistas que obtienen utilidades por cuatrocientos u ochocientos mil pesos a la semana, así como de negocios verdaderamente grandes que están registrados como pequeños contribuyentes, mientras que un profesionista aunque expida un solo recibo al mes, tendrá que estar en un régimen fiscal más vigilado y controlado.
Somos muchos los que pensamos que los REPECOS deberían de estar obligados a solicitar facturas de sus compras y a expedir comprobantes de sus ventas, salvo aquéllos con un verdadero nivel de ingresos de subsistencia, pues también es conocido por parte de la autoridad fiscal, que los REPECOS son un medio para que las empresas grandes y medianas evadan al fisco, ya que éstos no solicitan comprobantes de sus compras al no requerirlos por las facilidades de su régimen fiscal.
Los que conocemos del tema sabemos que es muy fácil duplicar o triplicar la recaudación que se obtiene de REPECOS, y también que resulta urgente sacar a los contribuyentes enanos de dicho régimen, con el fin de que ellos también paguen sus impuestos correctamente. Filón de recaudación no explotado por la autoridad fiscal, que sin embargo, pretende que los que siempre pagamos, ahora expidamos a partir de 2011 facturas digitales, las cuales tendremos que reportar a la autoridad fiscal cada mes, con una declaración adicional, para seguir controlando a los mismos que ya pagamos, mientras que el resto de los mexicanos que realizan actividades lucrativas, siguen felices de la vida sin pagar impuestos al no estar registrados ni controlados, o pagando el mínimo posible como REPECOS.
Por ello, surgió el título de la presente colaboración. Todos sabemos quiénes son los que no pagan impuestos, excepto el SAT, y también todos sabemos quiénes son los contribuyentes “enanos” que no deberían tributar como REPECOS, excepto el SAT. O quizá al SAT no le conviene o no le interesa (por intereses creados) que esos mexicanos paguen sus impuestos, en cambio, si les interesa como gobierno federal incrementar el IVA, el IETU y el IDE para aquéllos tontos que por necios seguimos en la economía formal.
www.josecobian.blogspot.com miguelcobian@gmail.com
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público hace tiempo que decidió crear el Régimen de los Pequeños Contribuyentes, orientado a personas físicas con ingresos anuales inferiores a dos millones de pesos. Es un régimen en el cual es muy fácil cumplir las obligaciones fiscales, pues no se lleva contabilidad, se paga una cuota fija conforme a los ingresos que el contribuyente decide declarar a la autoridad fiscal, y esos impuestos y el control se le quedan a los estados, pues los pequeños contribuyentes no son atractivos para su control y recaudación por parte del SAT.
El único impedimento que a algún genio financiero de los que abundan detrás de un escritorio, que le pusieron a los pequeños contribuyentes, es el que no pueden expedir facturas, y por lo tanto, no le pueden vender a empresas o prestadores de servicios que requieran de comprobantes para deducir sus costos y gastos de sus ingresos. Así, de un plumazo, a los pequeños contribuyentes hacienda los discrimina, violando en mi muy humilde opinión el artículo quinto constitucional, ese de la libertad de comercio. Por lo tanto cualquier persona que quiera venderle a empresas no podrá estar en ese régimen fiscal, a pesar de tener ingresos mínimos.
Así caemos en los extremos de que un comerciante o prestador de servicios que pueda vender una cantidad irrisoria al año, pero que la va a vender a contribuyentes que requieran comprobante fiscal para deducir, no podrá estar en el régimen de pequeños contribuyentes, mientras que alguien con ventas muy superiores a los límites que la ley establece para estar en dicho régimen, podrá gozar de todas sus ventajas, debido a que realmente no hay control ni fiscalización para los contribuyentes en el régimen de pequeños contribuyentes REPECOS de aquí en adelante.
En más de una ocasión en la Canacope de Córdoba hemos insistido a diputados y senadores sobre la necesidad de adecuar el régimen de los pequeños a la realidad actual, en la cual si no le vendes a empresas, estás prácticamente fuera del mercado, y tu negocio jamás va a crecer, mientras que por el otro lado, al no haber una adecuada fiscalización, hay una enorme cantidad de contribuyentes “enanos” que no son pequeños pero que gozan de los beneficios del régimen y compiten de manera absolutamente desleal contra aquéllos contribuyentes que por ser cumplidos se registran en el régimen intermedio o en el general de ley, y que por ello deben pagar un contador, y presentar una infinidad de declaraciones, aunque sus ingresos no sean tan grandes como los de los contribuyentes que se aprovechan de ese régimen.
Es sabido de tianguistas que obtienen utilidades por cuatrocientos u ochocientos mil pesos a la semana, así como de negocios verdaderamente grandes que están registrados como pequeños contribuyentes, mientras que un profesionista aunque expida un solo recibo al mes, tendrá que estar en un régimen fiscal más vigilado y controlado.
Somos muchos los que pensamos que los REPECOS deberían de estar obligados a solicitar facturas de sus compras y a expedir comprobantes de sus ventas, salvo aquéllos con un verdadero nivel de ingresos de subsistencia, pues también es conocido por parte de la autoridad fiscal, que los REPECOS son un medio para que las empresas grandes y medianas evadan al fisco, ya que éstos no solicitan comprobantes de sus compras al no requerirlos por las facilidades de su régimen fiscal.
Los que conocemos del tema sabemos que es muy fácil duplicar o triplicar la recaudación que se obtiene de REPECOS, y también que resulta urgente sacar a los contribuyentes enanos de dicho régimen, con el fin de que ellos también paguen sus impuestos correctamente. Filón de recaudación no explotado por la autoridad fiscal, que sin embargo, pretende que los que siempre pagamos, ahora expidamos a partir de 2011 facturas digitales, las cuales tendremos que reportar a la autoridad fiscal cada mes, con una declaración adicional, para seguir controlando a los mismos que ya pagamos, mientras que el resto de los mexicanos que realizan actividades lucrativas, siguen felices de la vida sin pagar impuestos al no estar registrados ni controlados, o pagando el mínimo posible como REPECOS.
Por ello, surgió el título de la presente colaboración. Todos sabemos quiénes son los que no pagan impuestos, excepto el SAT, y también todos sabemos quiénes son los contribuyentes “enanos” que no deberían tributar como REPECOS, excepto el SAT. O quizá al SAT no le conviene o no le interesa (por intereses creados) que esos mexicanos paguen sus impuestos, en cambio, si les interesa como gobierno federal incrementar el IVA, el IETU y el IDE para aquéllos tontos que por necios seguimos en la economía formal.
www.josecobian.blogspot.com miguelcobian@gmail.com
