ANIMALIA
¡POR ENCIMA DE LA LEY, NADA NI NADIE!
POR: MARICARMEN GARCÍA ELÍAS
A finales de octubre del año pasado el Congreso Local tuvo a bien aprobar la Ley de Protección a los Animales para el Estado de Veracruz, que posteriormente se publicó en la Gaceta Oficial, esta ley fue producto del incansable trabajo de años de activistas de los derechos de los animales y del apoyo de algunos diputados que estaban conscientes de la importancia que reviste este tema. Si bien, por intereses mezquinos evidentes, no se consiguió (aún) prohibir la tauromaquia y las peleas de gallos, sí se logró reconocer, por la vía legal, que los animales gozan de derechos, por eso esta ley es un avance importantísimo en materia de protección a los animales que dará paso a logros aún mayores y que marcará historia en los cuerpos legales de nuestro estado.
Recordemos que una ley es una norma jurídica dictada por el legislador. Es decir, un precepto establecido por la autoridad competente, en que se manda o prohíbe algo en consonancia con la justicia. Su incumplimiento trae aparejada una sanción. Según el jurista César Quintero, en su libro Derecho Constitucional, la ley es una "norma dictada por una autoridad pública que a todos ordena, prohíbe o permite, y a la cual todos deben obediencia." Las leyes son delimitadoras del libre albedrío de las personas dentro de la sociedad. Se puede decir que la ley es el control externo que existe para la conducta humana, en pocas palabras, las normas que rigen nuestra conducta social.
A través de la promoción de una cultura de la legalidad y del respeto a la ley se inculcan en las sociedades y principalmente en los niños, valores necesarios para vivir en armonía y paz; además, se asegura que los órganos del Estado estén y actúen respetando la ley. La legalidad es un principio que todos, gobernantes y gobernados sin excepción, debemos acatar. La legalidad es también un requisito para la democracia y la democracia se refuerza y profundiza con la participación permanente, ética y responsable de la ciudadanía en un marco de legalidad conforme al respectivo orden constitucional. Al mismo tiempo, la legalidad, la democracia y el Estado de derecho constituyen condiciones necesarias para lograr la vigencia y el respeto de los derechos humanos y animales en una sociedad justa e inclusiva, es decir, crecientemente civilizada.
Por todo lo anterior y en vísperas de que se inicien los festejos por el Día de la Candelaria en Tlacotalpan, sería violatorio -de acuerdo a los artículos que prohíben el maltrato, las mutilaciones y la utilización de animales en la celebración de ritos y usos tradicionales que puedan afectar el bienestar animal - que se realice el embalse de toros o cualquier espectáculo sangriento, quienes lo hagan serán acreedores a las sanciones que marca la ley, pero más allá de esto sería incongruente que se realizaran estas fiestas con la violencia que algunos tlacotalpeños y turistas siempre le imprimen a los animales cuando lamentablemente el año pasado ellos mismos sufrieron las consecuencias provocadas por las inclemencias del tiempo y eso los debería hacer más sensibles que nunca a todo dolor de cualquier ser vivo.
Otro caso de maltrato a los animales sucede en Teocelo año con año, donde se realizan las llamadas “vaquilladas” y que consiste en encerrar en la calle principal de esta localidad a vaquillas y toros para ser perseguidos y golpeados por una multitud alcoholizada con palo en mano. Definitivamente este año no pueden ya permitirse estos abusos que encuadran en los aspectos que se prohíben y castigan en la ley, quienes pretendan hacerlo estarían burlando la ley y riéndose de las autoridades y los ciudadanos tenemos el poder legal para denunciarlos, es hora de ir poniendo orden en nuestro Estado y acabar con la violencia solapada por los acuerdos, compadrazgos y letargos del gobierno e ir empezando por las cosas más simples como es respetar una ley de esta naturaleza.
Nuestro Estado ahora tiene una ley que protege a los animales y se suma a otros estados del país e incluso otros países, que también legislan en este sentido, por ello es lógico que por medio de acciones conjuntas de las asociaciones protectoras, activistas independientes, autoridades y del compromiso ciudadano sea posible revertir las situaciones de maltrato animal. Para fortalecer esta legislación es necesaria una cultura de la legalidad, se debe combatir la corrupción, así como la aplicación de la ley, sin distinción de persona alguna por su credo, género, raza, cargos públicos que ocupe, etc. Por encima de la ley no puede haber tradiciones, por encima de la ley nada ni nadie y el primero que debe acatar y dar ejemplo de esto es el Gobernador y sus subordinados, en este caso los alcaldes de Tlacotalpan y Teocelo.
La ley de Protección a los Animales, es un paso importante que como sociedad hemos dado hacia la compasión y el trato digno a los más desprotegidos, estamos en el camino del desarrollo a una sociedad moderna, solo debemos ser obedientes de los preceptos legales y recordar que ¡por encima de la ley, nada ni nadie!. gaem80@gmail.com
Recordemos que una ley es una norma jurídica dictada por el legislador. Es decir, un precepto establecido por la autoridad competente, en que se manda o prohíbe algo en consonancia con la justicia. Su incumplimiento trae aparejada una sanción. Según el jurista César Quintero, en su libro Derecho Constitucional, la ley es una "norma dictada por una autoridad pública que a todos ordena, prohíbe o permite, y a la cual todos deben obediencia." Las leyes son delimitadoras del libre albedrío de las personas dentro de la sociedad. Se puede decir que la ley es el control externo que existe para la conducta humana, en pocas palabras, las normas que rigen nuestra conducta social.
A través de la promoción de una cultura de la legalidad y del respeto a la ley se inculcan en las sociedades y principalmente en los niños, valores necesarios para vivir en armonía y paz; además, se asegura que los órganos del Estado estén y actúen respetando la ley. La legalidad es un principio que todos, gobernantes y gobernados sin excepción, debemos acatar. La legalidad es también un requisito para la democracia y la democracia se refuerza y profundiza con la participación permanente, ética y responsable de la ciudadanía en un marco de legalidad conforme al respectivo orden constitucional. Al mismo tiempo, la legalidad, la democracia y el Estado de derecho constituyen condiciones necesarias para lograr la vigencia y el respeto de los derechos humanos y animales en una sociedad justa e inclusiva, es decir, crecientemente civilizada.
Por todo lo anterior y en vísperas de que se inicien los festejos por el Día de la Candelaria en Tlacotalpan, sería violatorio -de acuerdo a los artículos que prohíben el maltrato, las mutilaciones y la utilización de animales en la celebración de ritos y usos tradicionales que puedan afectar el bienestar animal - que se realice el embalse de toros o cualquier espectáculo sangriento, quienes lo hagan serán acreedores a las sanciones que marca la ley, pero más allá de esto sería incongruente que se realizaran estas fiestas con la violencia que algunos tlacotalpeños y turistas siempre le imprimen a los animales cuando lamentablemente el año pasado ellos mismos sufrieron las consecuencias provocadas por las inclemencias del tiempo y eso los debería hacer más sensibles que nunca a todo dolor de cualquier ser vivo.
Otro caso de maltrato a los animales sucede en Teocelo año con año, donde se realizan las llamadas “vaquilladas” y que consiste en encerrar en la calle principal de esta localidad a vaquillas y toros para ser perseguidos y golpeados por una multitud alcoholizada con palo en mano. Definitivamente este año no pueden ya permitirse estos abusos que encuadran en los aspectos que se prohíben y castigan en la ley, quienes pretendan hacerlo estarían burlando la ley y riéndose de las autoridades y los ciudadanos tenemos el poder legal para denunciarlos, es hora de ir poniendo orden en nuestro Estado y acabar con la violencia solapada por los acuerdos, compadrazgos y letargos del gobierno e ir empezando por las cosas más simples como es respetar una ley de esta naturaleza.
Nuestro Estado ahora tiene una ley que protege a los animales y se suma a otros estados del país e incluso otros países, que también legislan en este sentido, por ello es lógico que por medio de acciones conjuntas de las asociaciones protectoras, activistas independientes, autoridades y del compromiso ciudadano sea posible revertir las situaciones de maltrato animal. Para fortalecer esta legislación es necesaria una cultura de la legalidad, se debe combatir la corrupción, así como la aplicación de la ley, sin distinción de persona alguna por su credo, género, raza, cargos públicos que ocupe, etc. Por encima de la ley no puede haber tradiciones, por encima de la ley nada ni nadie y el primero que debe acatar y dar ejemplo de esto es el Gobernador y sus subordinados, en este caso los alcaldes de Tlacotalpan y Teocelo.
La ley de Protección a los Animales, es un paso importante que como sociedad hemos dado hacia la compasión y el trato digno a los más desprotegidos, estamos en el camino del desarrollo a una sociedad moderna, solo debemos ser obedientes de los preceptos legales y recordar que ¡por encima de la ley, nada ni nadie!. gaem80@gmail.com