Crónicas Urgentes




El día que los intelectuales no pensaron






Por Claudia Constantino




En opinión del escritor Enrique Serna, la ciudad de Xalapa tiene al día de hoy la actividad cultural más intensa de la provincia mexicana, incluso por encima de Guadalajara o Guanajuato.

Para los artistas locales, dicha actividad ha existido antes del Hay Festival y seguirá existiendo después del Hay Festival; sin embargo todos coinciden en que al cancelarse dicho Festival de talla internacional han perdido más los veracruzanos, que el gobernador Javier Duarte; la cultura, más que los políticos estatales.

¿Acaso los intelectuales firmantes en la petición del veto a Veracruz, debido a su inseguridad, no pensaron que su exigencia por una vez sería escuchada?

"Cuidado con lo que deseas, que se te puede cumplir", reza el adagio popular aplicable en este caso a los "heroicos" manifestantes de una preocupación general: que en Veracruz a los periodistas disidentes, su actividad profesional les cueste la vida.

No previeron los señores del saber, que una vez cancelado el evento, Javier Duarte de Ochoa se pondría magnánimo, que perdonaría a los organizadores del Hay Festival: "tenemos los contratos firmados, pero no procederemos en contra de la organización del festival", aseguró recientemente.

Y tampoco anticiparon pese a su lucidez que queriéndolo poner en mal, le darían oportunidad a tomar estatura: "no permitiremos que los hoteleros, restauranteros y comerciantes de Xalapa, se vean afectados por la cancelación de este evento y por ello sí habrá Festival en la ciudad, de cualquier modo".

Quien seguramente quedará en medio de este "fuego cruzado" será el Director del IVEC, Rodolfo Mendoza Rosendo, a quien así como le confiaron el Hay Festival, le encomendarán el festival sustituto y aunque ha dado repetidas muestras de talento para la organización de eventos culturales de primer nivel, emular al Hay Festival, es otra cosa.

Para eso se requiere dinero y es lo que menos tiene el gobierno del estado; aún no acaban de liquidar los centroamericanos, entre otros muchos pendientes. Y con los escritores municipales no alcanzaría.

Quedan muchas preguntas para los señores intelectuales:

¿Cuándo tendrán oportunidad nuevamente los jóvenes xalapeños de codearse con los premios Nobel de Literatura que año con año acudían al Hay Festival?

¿Con esta acción concertada desde el altiplano ya no mataran a un periodista más en Veracruz?

¿No era más heroico apersonarse en la "zona de conflicto" y levantar su influyente voz?

¿Seguros que no dejarán a los veracruzanos más solos y aislados?

Es poco probable que respondan a estas u otras interrogantes; los intelectuales suelen poner su agenda y no salirse de ella; por "soberbia intelectual", como explica Enrique Serna en su libro de ese nombre; entre tanto Xalapa ya no es sede del Hay Festival; Veracruz se mantiene igual de violento y los periodistas siguen corriendo el mismo peligro.

Esta historia, continuará...