Por: José Miguel Cobián
Ante el escaso interés que están
despertando las candidaturas a diputado federal entre el respetable público,
todo parece indicar que la elección del próximo 7 de junio será de mero
trámite, pero permitirá evaluar a los precandidatos (con posibilidades de
ganar) tanto del rojo como del azul.
En primer lugar y sólo porque el rojo
gobierna, hay que comentar sobre los dos punteros del senado, Pepe y Héctor
Yunes. De ellos, Héctos esta
observando negros nubarrones, pues Manlio sería quien pudiera solicitar la
gubernatura para él, y todo depende de la elección de Sonora, en la cual, el
presidente le permitió a Beltrones escoger al candidato del PRI, y si las cosas
siguen como van a la fecha, con todo y
la presa que se hizo el actual gobernador panista Padrés, de todas maneras, el
PAN volverá a repetir en ese estado… De
ser así el resultado, será un duro revés para el senador con experiencia y buen
trato. Y sólo podrá apostarle a las
encuestas, que todavía encabeza. En el
caso de Pepe Yunes, su apuesta depende de la fortaleza y permanencia del
secretario de Hacienda, Luis Videgaray, que debido a la crisis económica, el
asunto de su casita, el efecto negativo en la economía de la reforma fiscal, el
poco resultado de la ley antilavado, la baja en los precios del petróleo y
otros pendientes, todo parece indicar que a pesar de su cercanía con Peña, su
permanencia en el cargo pende de un hilo, que día a día se vuelve más
delgado. Sólo un triunfo arrollador del
PRI y el Verde, pueden ayudarlo a sostenerse en tanto encuentra la salida de
este laberinto económico que esta obligado a resolver. Por lo tanto, a pesar del supuesto
rompimiento de Pepe con Fidel y con Javier, y su teórico tono enérgico sobre
las cuentas del estado, la situación se torna muy delicada.
El PRI también tiene a dos aspirantes que
poco suenan, uno de ellos es el hijo de Miguel Alemán, y el otro un almirante,
que en caso de ganar una diputación federal podrá ser aspirante acorde a los
estatutos del PRI. En ambos casos, la
señal desde el centro, sería cortar de tajo cualquier posible intento de
continuidad de los dos sexenios anteriores, (el actual y el anterior). También están jugando la parejera los
cuatro fantásticos, cuya suerte depende de que le vaya mal a Héctor y a Pepe,
que no jueguen Miguelito ni el almirante, y que su triunfo sea arrollador, para
lo cual, los cuatro están trabajando a marchas forzadas en sus respectivas
candidaturas para diputado federal. El
cisne es poco conocido fuera de su zona de influencia. Erick ha estado vetado en ciertas zonas del
estado, y sólo ha jugado dónde se lo han permitido. Carballo tiene problemas
graves de credibilidad, a raíz de la información sobre su jet privado, cuando
hace diez años a duras penas tenía un auto con varios años de uso. El cuarto fantástico, lo dejamos sin
mencionar para ponerle un poco de suspenso a la película, aunque tampoco suena
con la suficiente fuerza. Cualquiera de
ellos para ganar la carrera por la gubernatura, tendría que trabajar mucho,
para ser conocido en todo el estado y no sólo en las zonas en que ha podido
influir.
Una última opción para el PRI es Gerardo
Buganza, que discreto y agazapado, espera la oportunidad. Sabiendo que no es
querido en el PRI, también sabe que su eficiencia en el trabajo, ante un
descalabro de los otros ocho aspirantes, podría resultar como el candidato
¨menos malo¨ entre los posibles.
En el caso del PAN, a pesar del afecto que
en esta zona se le tiene a Juan Bueno, sus esfuerzos por levantar presencia
ante la opinión pública avanzan muy lento, y a partir de diciembre de este año
ya no tendrá los reflectores del congreso. Lo cual le complica mucho su
aspiración, salvo algún plan maestro para posicionarse por encima del nivel de
preferencias que a la fecha posee.
Independientemente de aquéllos panistas
que aspiran sin tener posibilidad de lograrlo, hay un par que pueden ser los
caballos negros. Uno de ellos es el
diputado Serralde, quien ha demostrado saber moverse en las intrigas palaciegas
y no temer a invertir para sembrar para el futuro. Las malas lenguas dicen que primero buscará
una senaduría para prepararse para dentro de ocho años… Pero tiene su
corazoncito y podría adelantar su fecha de entrada a la pelea por la grande del
estado.
El que se observa con mayor firmeza en su
camino hacia la candidatura es Miguel Ángel Yunes, quien espera que en esta
ocasión, con seis años de preparación y con el escaparate que le dará ser
diputado federal, va a lograr convencer
primero a los panistas y luego a los veracruzanos de que es la mejor opción
para lograr un cambio en el estado.
Así, salvo algún grave imprevisto, por el
PAN se puede considerar que el candidato será Miguel Ángel, y que por el PRI la
lucha intestina será muy fuerte, aunque la disciplina partidista seguramente
logrará restañar las heridas.
No tire este artículo. Léalo en un par de
años, y podrá ver si la bola de cristal de quien esto escribe funciona
correctamente o estaba (hace dos años en esa fecha) equivocada.