ANIMALIA
ÉXITO EN ESPAÑA, GANA EL VOTO CIUDADANO
MARICARMEN GARCÍA ELÍAS
El Parlamento de Cataluña prohibió las corridas de toros en esa región del noreste española a partir del 1 de enero del 2012. Con 68 votos a favor, 55 en contra y 9 abstenciones la Cámara regional catalana dio hoy luz verde a la Iniciativa Legislativa Popular (ILP), avalada por 180 mil ciudadanos, que pedía la prohibición de la lidia, considerada una de las señas culturales de España, ganando así el voto ciudadano.
Se trata de la segunda región española que prohíbe los festejos taurinos, después de que las islas Canarias (en el Atlántico) fue la primera en España en prohibir las corridas de toros, merced a la una ley regional de protección de animales, aprobada en 1991. La votación en una sesión histórica en la Cámara regional de Cataluña, que integran 135 parlamentarios, puso fin a un proceso que dio sus primeros pasos parlamentarios en noviembre de 2008 y que ha generado una gran expectación social, política y mediática, y la atenta mirada desde países con tradición taurina como Ecuador, Colombia, Francia, México, Perú, Portugal o Venezuela.
La Iniciativa Popular Legislativa (ILP), que pedía el veto de la lidia, ha sido promovida por la plataforma ¡Basta! en defensa de los animales, mientras que el espectáculo taurino como manifestación artística tradicional es uno de los argumentos más generalizados entre sus defensores.
Pese a sólo estar en activo la plaza de Barcelona, en Cataluña, una de las regiones más ricas de España, esta región cuenta con tradiciones taurinas, como los "correbous" (espectáculos callejeros con toros, a los que se les prende fuego en las astas) Con la decisión del Parlamento de Cataluña -una de las regiones con más autogobierno-, se abre la incertidumbre sobre el futuro de las corridas en un país, donde el toreo está identificado por amplios sectores sociales como "Fiesta Nacional". Y más allá de la abolición de las corridas de toros en Cataluña, ahora se hacen apuestas acerca también de lo que ésta podría significar de cara al futuro en otras regiones españolas en las que también se ha abierto el debate.
En América Latina hay países donde la misma decisión de Cataluña se tomó hace más de un siglo, como en Argentina y Uruguay, donde la tauromaquia también tuvo su espacio desde tiempos de la colonia española. Hubo plazas, algunas hasta para 10.000 espectadores, en Buenos Aires y Montevideo. En Colonia de Sacramento, ciudad uruguaya a orillas del río de la Plata, se conserva el coloso taurino, que funcionó de 1910 a 1912.
México, Venezuela, Perú, Ecuador y Colombia son los países latinoamericanos que aún tienen esta práctica salvaje y sádica . La pregunta es ¿Hasta cuando México se modernizará y prohibirá las corridas de toros y otras prácticas salvajes?, ¿Cuándo seguirá el ejemplo de los países desarrollados?
El periodista Salvador Camarena tiene razón al comentar que el mundo de los toros debe transparentarse. Y eso no le gusta a muchos de los actores del ambiente taurino. Menciona que hace años, el periódico Reforma demostró que había descuido y negligencia en las pruebas post mortem que se realizan para verificar que los cuernos no han sido recortados y que el animal es de la edad debida, de acuerdo al reglamento interno de las corridas de toros que aprobó la Asamblea Legislativa del DF. En la carnicería de la plaza, los reporteros compraron la frente de “Venadito”, un toro que acababa de matar el diestro Enrique Ponce. Cuando llegó el plazo, la delegación Benito Juárez informó que todas las evaluaciones de los astados habían salido en orden. Los funcionarios nunca pudieron explicar cómo lograron examinar (deben diseccionarlos) cuernos de un animal que ni siquiera tenían en su poder. A diferencia de otros espectáculos, las reglas internas que norman las corridas de toros son aprobadas por las autoridades de cada entidad prestándose a la corrupción y al tortuguismo.
120 toros por año salvarán sus vidas con la prohibición aprobada en Cataluña, se acaba así con cinco siglos de crueldad y a partir de hoy las cuestiones éticas han de ser razones para replantearnos nuestras tradiciones. Nuestro país y en especial nuestro Estado deben empezar a legislar a favor de los derechos de los animales, deben escuchar las voces ciudadanas que piden una ley que castigue el maltrato y otorgue una mejor calidad de vida a animales domésticos y de consumo. Las voces que defienden los derechos de los animales no se acallan, por el contrario con este logro se alzan aún más. gaem80@gmail.com
Se trata de la segunda región española que prohíbe los festejos taurinos, después de que las islas Canarias (en el Atlántico) fue la primera en España en prohibir las corridas de toros, merced a la una ley regional de protección de animales, aprobada en 1991. La votación en una sesión histórica en la Cámara regional de Cataluña, que integran 135 parlamentarios, puso fin a un proceso que dio sus primeros pasos parlamentarios en noviembre de 2008 y que ha generado una gran expectación social, política y mediática, y la atenta mirada desde países con tradición taurina como Ecuador, Colombia, Francia, México, Perú, Portugal o Venezuela.
La Iniciativa Popular Legislativa (ILP), que pedía el veto de la lidia, ha sido promovida por la plataforma ¡Basta! en defensa de los animales, mientras que el espectáculo taurino como manifestación artística tradicional es uno de los argumentos más generalizados entre sus defensores.
Pese a sólo estar en activo la plaza de Barcelona, en Cataluña, una de las regiones más ricas de España, esta región cuenta con tradiciones taurinas, como los "correbous" (espectáculos callejeros con toros, a los que se les prende fuego en las astas) Con la decisión del Parlamento de Cataluña -una de las regiones con más autogobierno-, se abre la incertidumbre sobre el futuro de las corridas en un país, donde el toreo está identificado por amplios sectores sociales como "Fiesta Nacional". Y más allá de la abolición de las corridas de toros en Cataluña, ahora se hacen apuestas acerca también de lo que ésta podría significar de cara al futuro en otras regiones españolas en las que también se ha abierto el debate.
En América Latina hay países donde la misma decisión de Cataluña se tomó hace más de un siglo, como en Argentina y Uruguay, donde la tauromaquia también tuvo su espacio desde tiempos de la colonia española. Hubo plazas, algunas hasta para 10.000 espectadores, en Buenos Aires y Montevideo. En Colonia de Sacramento, ciudad uruguaya a orillas del río de la Plata, se conserva el coloso taurino, que funcionó de 1910 a 1912.
México, Venezuela, Perú, Ecuador y Colombia son los países latinoamericanos que aún tienen esta práctica salvaje y sádica . La pregunta es ¿Hasta cuando México se modernizará y prohibirá las corridas de toros y otras prácticas salvajes?, ¿Cuándo seguirá el ejemplo de los países desarrollados?
El periodista Salvador Camarena tiene razón al comentar que el mundo de los toros debe transparentarse. Y eso no le gusta a muchos de los actores del ambiente taurino. Menciona que hace años, el periódico Reforma demostró que había descuido y negligencia en las pruebas post mortem que se realizan para verificar que los cuernos no han sido recortados y que el animal es de la edad debida, de acuerdo al reglamento interno de las corridas de toros que aprobó la Asamblea Legislativa del DF. En la carnicería de la plaza, los reporteros compraron la frente de “Venadito”, un toro que acababa de matar el diestro Enrique Ponce. Cuando llegó el plazo, la delegación Benito Juárez informó que todas las evaluaciones de los astados habían salido en orden. Los funcionarios nunca pudieron explicar cómo lograron examinar (deben diseccionarlos) cuernos de un animal que ni siquiera tenían en su poder. A diferencia de otros espectáculos, las reglas internas que norman las corridas de toros son aprobadas por las autoridades de cada entidad prestándose a la corrupción y al tortuguismo.
120 toros por año salvarán sus vidas con la prohibición aprobada en Cataluña, se acaba así con cinco siglos de crueldad y a partir de hoy las cuestiones éticas han de ser razones para replantearnos nuestras tradiciones. Nuestro país y en especial nuestro Estado deben empezar a legislar a favor de los derechos de los animales, deben escuchar las voces ciudadanas que piden una ley que castigue el maltrato y otorgue una mejor calidad de vida a animales domésticos y de consumo. Las voces que defienden los derechos de los animales no se acallan, por el contrario con este logro se alzan aún más. gaem80@gmail.com