Por Domingo SIMON ORTEGA

Zongolica, Ver. Junio 27 de 2011.- De apenas 17 años, Gabriela Gálvez Cuatra, es una brillante estudiante del Tele bachillerato de Ixpalcuahutla que, en medio de la pobreza en que vive, ganó el tercer lugar en el Concurso Estatal de Declamación que organizó la Secretaría de Educación en Veracruz (SEV).

Ella tiene dos grandes sueños: acabar con el alcoholismo que por cierto afecta a su señor padre y graduarse, algún día, como maestra de español para poder enseñar a sus hermanos indígenas.

A sus 16 años sabe lo que es la pobreza y marginación en las comunidades indígenas náhuatl.

Ante la indiferencia de las autoridades municipales pero con el apoyo de la ex diputada Lucia Dolores Ortega Tzitzihua, viajó a la ciudad de Xalapa con una maleta llena de ilusiones, pues se enfrentó a alumnos de 135 tele bachilleratos del territorio veracruzano, a quienes demostró que los sueños se hacen realidad.

Y es que durante el acto cívico realizado este lunes, Gaby como le dice de cariño sus amigos de la escuela, recibió el reconocimiento de maestros y familiares, y en medio de porras y aplausos, la adolescente deleito a la concurrencia con la poesía “El Matricida” del escritor Efraín Alatriste Nava.

¡UNA HISTORIA DE AMOR ESCRITA CON SANGRE!

Después de interpretar magistralmente esa poesía que a groso modo habla del sufrimiento de un hijo por ver a su mamá enferma y moribunda, y que a petición de ella, suplica que la mate y que por eso es enjuiciado, los aplausos no se hicieron esperar, y los gritos de aliento de los 41 alumnos que asisten al tele bachillerato, quienes sufren de carencias, pero gracias a su esfuerzo y dedicación, son protagonistas de concursos estatales, pues también obtuvieron el primer lugar en cortometraje.

“QUIESIERA ACABAR CON EL ALCOHOLISMO”: DICE GABRIELA

“Como a mi padre le gusta la copa, quisiera acabar con el alcoholismo que flagela a las familias de la sierra de Zongolica”, afirma la ganadora del concurso estatal de poseía.

En este municipio, ubicado en la parte baja de la sierra de Zongolica y considerado uno de los más pobres del estado, los niños no sólo padecen hambre y desnutrición, sino también alcoholismo. “Mi papá es uno de ellos, pero aun así la vida y sigue. Nada me detendrá para que sea maestra de español”.