Pocas veces
Jueves, 18 Agosto, 2011 La Jornada
Daniel Dueñas
Fregonería financiera del Fovissste
Pocas, muy contadas veces, en la vida política y financiera de la República, nos enteramos de una acción positiva, inteligente, llevada a cabo con instrumentos fuera de lo común en los actos de gobierno, generalmente cubiertos con la capa de la demagogia y no por acciones, repito, basadas en el saber hacer las cosas con ese knowhow tan caro en el alto mundo de las finanzas, como el que ahora nos ocupa y no poco asombra.
El Fovissste acaba de realizar una operación financiera digna del aplauso del británico Keynes, padre de la economía moderna, una operación netamente financiera donde no, como en muchas otras, se compromete el gobierno como aval para su realización, no, la institución dedicada a otorgar créditos a los trabajadores al servicio del estado para la adquisición de vivienda, ha colocado en los mercados de valores internacionales bonos por medio billón, sí, con be, de dólares, dineros que ampliaran sustancialmente sus fondos y, así, ofrecer a los derechohabientes más oportunidades para obtener préstamos.
Ahora bien, la fregonería estriba en que se logró la colocación de tales papeles financieros, sin el aval del estado mexicano y sin costosos seguros de garantía, sino que tienen como respaldo único, la cartera de créditos ya otorgados por Fovissste, negociación, vista así, de fácil conclusión, pero que requiere de meses, de años, de platicas, de trabajo, de mostrar la seriedad de la institución, del cambio positivo llevado a buen puerto en los últimos cinco años.
Como en todo lo bueno o todo lo malo, siempre existe un responsable, en el caso de lo bueno, que es lo que hoy nos ocupa, recae en Manuel Pérez Cárdenas, Vocal Ejecutivo de Fovissste de cinco años a la fecha y a quien se debe, como bien dijo un colega periodista, haber sacado a la institución del muladar en el que se encontraba, enderezando por completo la administración, el rumbo correcto de a donde debería llegar, dándole una vuelta total de campana, de una constructora presta
a la codicia de los corruptos, a una financiera, a una institución crediticia al servicio de los trabajadores para la adquisición, como digo arriba, de viviendas ya construidas por empresas dedicadas a ello, dándole el cambio que hoy tiene al Fovissste como una de las instituciones más sólidas en el ámbito gubernamental.
Pérez Cárdenas, merced a su ya larga experiencia como directivo de varias y variadas instancias del poder público, tanto en las áreas financieras, pues es de profesión economista, así como en las derivadas de la producción del campo, en asuntos internacionales como Cónsul General en Houston Texas, también en su calidad de Diputado Federal, presidente de la comisión que llevo al cabo todo lo referente al Fobaproa, logró las complicadas negociaciones para emitir y colocar los bonos de marras, sin comprometer al estado mexicano, sin necesidad de los costosos seguros que exigen los mercados de valores, sino con la propia cartera de la institución, en lo que da como resultado, mayores recursos para la ampliación de créditos y, cómo no, una pluma en el chambergo de la economía mexicana, gracias, repito, a una negociación mera y puramente bolsística.
Me he atrevido a ponderar lo anterior, no por otra razón, sino la del hecho tan especial por la forma en que se realizó, ya que no se obtuvieron dineros mediante los prestamos recurrentes y necesarios del Fondo Monetario Internacional o del Banco Mundial, tampoco se echo mano del aval de la nación, sino mediante un acto limpio dentro de los cánones de las colocaciones bursátiles adecuadas, obteniéndose en ellas ventajas como garantizar a los adquirientes de los bonos un interés de solo un cuatro y medio por ciento, cuando lo normal puede ser del seis, logro que se magnifica en estos precisos momentos en que los mercados bursátiles mundiales pasan por una situación de dificultad y, por ende, de riesgo. Por ello el porqué de esta nota.




