EMILIANO CARRILLO CARRASCO: Carlos Albert en
su magnífica obra “Criminología Latinoamericana” Ciencia joven de
quehacer difícil y exigente, que por el momento está logrando el
imperialismo que toda ciencia busca, deberá tener la capacidad de
cumplir con los restos que la comunidad científica le imponga y más
que científica, lo que la sociedad le requiera.
La criminalidad es la forma de desorganización estatal y de las
políticas preventivas, por lo que a éste le corresponde restaurar
dichos daños referentes a la salud hasta que logre llevar o por lo
menos alcanzar una vida estable o igual a la que llevaba previo al
hecho delictuoso. La víctima permitirá dar creación a políticas
preventivas más integrales y de diversos enfoques, el psicológico, el
criminalística, el penal, el médico, el social, se cree en la inter
disciplina y en la autonomía científica, así como en la capacidad de
la administración pública e internacional para desarrollar estándares
académicos y políticos que permitan a las víctimas del delito un trato
adecuado y una restauración de sus bienes materiales, físicos y
mentales.
Víctima se entiende como “la persona de manera individual o
colectiva que ha sufrido un daño, incluido física o mentalmente, que
ha sufrido alguna pérdida económica o alguna violación a sus derechos
fundamentales (sic)”. “Una persona puede ser víctima fuese o no el
crimen reportado a la policía, incluso si el crimen no ha sido
reportado, si el criminal no haya sido identificado, perseguido,
aprendido e incluso si tuviera relación con los familiares de la
víctima.
El término víctima incluye además a la familia o dependientes
directos de la víctima y las personas que han intervenido durante el
sufrimiento de la víctima e incluso durante el acto preventivo previo
a la victimización. La Victimología se encarga del estudio de las
víctimas, en sus causas y remedios,
La Criminología que derivó de la Antropología Criminal lombrosiana y
darwiniana. Su evolución da lugar a cambios y a nuevas formas de
conocimientos; así, no se puede dejar pasar la estrecha relación que
tiene la Victimología con la Criminología y con el Derecho Penal, que
para muchos éstas señalan el objeto de estudio de la Victimología, más
en específico el Derecho Penal (previo análisis sociológico-jurídico
de las conductas más dañinas en una sociedad).
La Criminología no es la excepción, ésta tuvo su tiempo de gloria con
las teorías del célebre César Lombroso, reconocido como el Padre de
la misma, al publicarse el libro “El hombre delincuente” generó una
revolución mundial por el saber del delincuente como casi a la par lo
haría Freud con la publicación de “La interpretación de los sueños”,
dando a conocer un lugar de la mente que tiene influencia sobre
nuestros pensamientos y comportamientos.
El reto ante la justicia penal: la desatención a las víctimas:
Meldelson jamás imaginó la revolución que iba a lograr con la
sistematización del conocimiento referente a la víctima, pues esto
viene a exigir mayor atención a quienes son víctimas. Comúnmente se
relaciona el crimen con la condición social y mucho tiene que ver
ello, pues cuando alguien de condiciones económicas escasas padece
pocos son los interesados en dicho hechos o los interesados son los
medios de comunicación que le dan a la víctima la categoría de héroe,
mártir, perito, criminólogo y hasta juez! La víctima toma el papel
teatral en los periódicos y televisión.
Por otro lado, cuando la víctima es de buena condición económica,
aprovecha estos medios para pedir justicia. La mejor solución a la
atención de quienes padecen por hecho delictuoso sea (de manera
descriptiva más no limitativa): Mejorar el sistema penal con una
adecuada readaptación clínica; y Crear una clínica de atención a
víctimas del delito y que se dé verdadero cumplimiento a lo
establecido constitucionalmente respecto la atención médica y
psicológica, además de llevar a cabo todos los medios posibles para
restaurar sus Bienes perdidos.
En muchas ocasiones se limita el estudio a la víctima de un robo, un
homicidio, una violación, etc., pero también, en otros países se lleva
a cabo el estudio de las víctimas por terrorismo, en el que la masa
dañada pasa a ser de miles de entes en la búsqueda de la reparación
moral, económica, social.
El enfoque penal: El problema de la compensación a las víctimas del
delito es tan antiguo como la propia historia de los seres humanos. Ya
el código de Hammurabi recoge el "Talión", pena que consiste en hacer
sufrir al delincuente un daño igual al que causó. El principio del
Talión era fundamental en el Derecho Mesopotámico pero también fue
aceptado por la Ley Hebraica, el Código de Manú en La India, en Atenas
y Roma, en la Ley de las XII.
justicia restaurativa: Hoy en día, se habla de la justicia
restaurativa, del Derecho de las víctimas, de la Constitución, de los
Derechos Humanos, de Tratados Internacionales y más documentos que de
cierta forma teórica respetan los Derechos de éstas; sin embargo, en
la práctica el 12 hecho es distinto, así como no se ha logrado hacer
una readaptación social del delincuente ni una disminución de la
criminalidad, tampoco se ha logrado proteger del todo a las víctimas,
por el contrario, la criminalidad ha ido en aumento y con ella la
victimización…
Relación víctima-victimario: Existen muchas víctimas que guardan
relación con el victimario, puede ser el caso limitado a los delitos
cometidos en el hogar, en donde comúnmente el esposo o conyugue
maltrata a su pareja e hijos. En otros tipos de delitos, por ejemplo,
terrorismo, será difícil determinar la vinculación con la víctima,
pues muchas veces sufren personas ajenas al delito. Lo importante es
conocer la relación a manera de una futura prevención, conociéndolas
formas del delincuente, su modo de operar y su
La criminalidad es la forma de desorganización estatal y de las
políticas preventivas, por lo que a éste le corresponde restaurar
dichos daños referentes a la salud hasta que logre llevar o por lo
menos alcanzar una vida estable o igual a la que llevaba previo al
hecho delictuoso. La violencia escolar se relaciona con el deterioro
de la familia, la pérdida de autoridad de los profesores, el impacto
de la inmigración extranjera y la falta de atractivo de muchos
programas de estudio, sobre todo en su conexión con los problemas de
la vida real. La violencia juvenil, va en aumento y probablemente lo
hará aún más en el futuro. Se trata de que hay más conductas violentas
y, sobre todo, de que son más graves en este sector de la población.
La disgregación familiar, el consumo abusivo de alcohol y drogas
(especialmente cuando se mezclan el alcohol y los estimulantes, como
la cocaína, o el alcohol y el hachís) y la falta de integración social
de jóvenes fracasados escolarmente y no absorbidos por el mercado de
trabajo o de inmigrantes extranjeros no integrados llevan a muchos
jóvenes inadaptados a adoptar conductas violentas (agresiones,
violaciones, etcétera), delictivas (hurto de vehículos, robos,
etcétera) o que representan un desafío a las normas vigentes
(conducir a gran velocidad, hacer gamberradas, etcétera) en un intento
de mostrar un consumismo al que no tienen fácilmente acceso por vías
legales o de buscar emociones fuertes (por ejemplo, grabar en vídeo o
hacer fotos de sus fechorías y enviarlas por el móvil o por Internet)
que, de alguna forma, les hagan huir de una realidad cotidiana .
“Jesús hizo la revolución sin soltar un tiro, sin pasear una pancarta
por la calle, sin sacar a los hombres e sus cuarteles, aunque si de
sus casillas, sin poner un cerillo a las instituciones… Los judíos
mantenían su esperanza en la venida del Mesías y mientras tanto,
practicaban su religión a base de tradiciones, prescripciones rituales
y legales, con las que pretendían agradar a Dios” Marcos 2:22.