Crónicas
urgentes
Claudia
Constantino
El medio día de este lunes fue
sepultado en el panteón de Dolores de la ciudad de México, el cuerpo de Rubén
Espinoza. Sus amigos lo siguen llorando. Para muchos, se ha convertido en
emblema; para otros, el hecho de que su asesinato haya sucedido en el D.F. exime
al gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, de toda sospecha y por
supuesto, responsabilidad. Los más rigurosos han llamado irresponsables o
engañabobos a quienes han vinculado este crimen al antecedente de que el joven
fotógrafo se haya autoexiliado en el D.F. y desde ahí hubiese denunciado acoso
y amenazas.
El caso ha inundado las redes sociales.
La Plaza Lerdo, o llamada por otros “Plaza Regina”, se niega a dejar de ser
emblema y recordatorio de los periodistas caídos en el ejercicio de su quehacer
profesional en el estado. Por eso, buen número de periodistas de a pie, se
volvieron a reunir ahí para despedirse simbólicamente de Rubén Espinoza a la
misma hora que era sepultado en la ciudad de México, donde lo encontró la
muerte.
Los
periodistas más mesurados y concienzudos han salido a difundir lapayola de: “no
hay una sola prueba de que en esta muerte esté implicado el gobierno del
estado”. Esgrimen profusas defensas; exponen puntos de vista muy parecidos y poco
originales entre sí, casi como de
boletín, pero no lo es; setrata de
analistas serios, enterados, expertos en asuntos sobre crímenes de
coincidencias políticas desafortunadas.
Mientras
tanto, las pesquisas del asesinato múltiple de la Narvarte, como ya nombran al
caso, avanzan, y en su último comunicado, la PGJDF ha dicho que: “Agentes del
Ministerio Público localizaron en Coyoacán el automóvil relacionado con el
multihomicidio. La PGJDF asentó que
luego de un análisis, la Unidad de la Policía Cibernética, adscrita a la
Policía de Investigación de la dependencia, especialistas en video, constataron
que el equipo de videovigilancia instalado en el edificio, estaba averiado, por
lo que no se obtuvo ningún material relacionado con los hechos.
En
una nueva inspección ocular en el departamento ubicado en Luz Aviñón, en la
delegación Benito Juárez, peritos encontraron un tarjetón de circulación,
correspondiente a dicho vehículo, cuya posesión la tenía la mujer de 29 años de
nacionalidad colombiana, detalló la PGJDF.La Procuraduría mencionó además, que
fijó oficio a la Fiscalía General de Justicia del Estado de Veracruz para
solicitar información sobre cualquier denuncia o querella presentada por el fotoperiodista
Rubén Espinosa Becerril.
Recibió,
de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la
Libertad de Expresión de la Procuraduría General de la República (PGR), —añadió—,
copia certificada de la averiguación previa iniciada por los hechos que
Espinosa Becerril denunció en septiembre de 2013, ocurridos en Veracruz. También, solicitó al Consulado de Colombia en
México, información sobre la posible identidad de la mujer de 29 años de
edad.Pidió al Instituto Nacional de Migración (INM) información sobre la
posible identidad,y, en su caso, la calidad migratoria de la misma, "a
quien testimoniales han referido tiene nacionalidad colombiana". Este
resumen del reporte fue publicado en el portal de noticias alcalorpolitico.com.
Las
organizaciones dedicadas a buscar justicia para los feminicidios en el país ya
circulan el boletín con foto y nombres de dos de las cuatro mujeres asesinadas.
Entre la sociedad,crece la suspicacia y esperan respuestas más convincentes.
Parece que la versión oficial que se perfila va a satisfacer a unos pocos. Por
supuesto, a los más enterados, a los expertos, el caso se perfila para ser uno
más en el que las víctimas pasan al archivo de los casos resueltos de la forma
menos satisfactoria y clara pero más rotunda posible. Y la deuda con la
justicia en México seguirá creciendo.
Que
ya todo está dicho. Que no hay nada que decir que no sobre. Unos piensan eso.
Hay quienes pretenden seguir gritando, marchando, organizándose, juntándose,
pidiendo ayuda, incluso internacional. Nada que no sobre. Dicen. Ya lo veremos.
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