Místicos y Terrenales
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Silva: Un nombre que se cubría con polvo
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Los Yunes rojos dicen “no”
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Un nuevo delegado del CEN cercano a Yunes
Marco Antonio Aguirre Rodríguez
Y cuando todo se preparaba para elevar
al Cisne a las alturas tricolor, llegó el
coletazo: Habrá nuevo delegado
del CEN del PRI en Veracruz. Y será alguien cercano a los Yunes rojos.
Dicen que será más que nada cercano a
Héctor, que será la forma en que Manlio
Fabio le dirá a todos la
estima que tiene por su compañero de batallas.
Afirman que será el mensaje al fidelato en el poder, de que hay otras formas
de llevar las cosas en el partido, porque no siempre quién está en la
Presidencia estatal lo maneja todo.
Y todo comenzó porque había que volver
a poner al Cisne en la contienda.
Había que inventarse algo para
revivirlo. Los pleitos con Miguel
Ángel Yunes ya no redituaban
puntos de imagen y presencia.
Son tres meses o menos los que quedan
para determinar quién será el candidato del PRI a la gubernatura del estado y
los únicos nombres que suenan son los de los Yunes rojos: Héctor y Pepe… Pepe y Héctor.
Su nombre se diluía cada vez más,
quedando solo en los portales de noticias y en los periódicos “amigos”,
propiedad de funcionarios del gobierno del estado, socios y familiares de la
cúpula del poder… De esos que nadie lee: portales que luego pasan semanas sin
que se muevan, periódicos que se tiran por montones en los lugares en donde los
dejan, porque nadie se los lleva.
Un nombre que se cubría con polvos del
olvido.
Algo había que hacer para levantarlo….
¿Pero, qué…?
Y entonces surgió la gran idea, una idea
grandotota, una ideototota…
que además no era nueva, si no que venían rumiando desde muchos meses atrás:
Hacer el cambio de dirigente estatal del PRI, para poner a alguien de “ese
lado”, del grupo del fidelato.
Pero el nombre que surgió ya no fue el
de Gabriel Deantes, si no que de plano se mencionó a Alberto Silva para ocupar la presidencia del PRI
estatal.
¡Genialidad total!
Y no se le ocurrió a quien realmente
manda en el estado, si no a otra persona, a alguien cercano, muy cercano a
Alberto Silva.
¡Hay que poner a Alberto Silva en el
PRI!
¿Para qué?.
- Porque desde ahí puede crecer, se
puede pelear con “el perro” (el nombre cariñoso que los miembros del fidelato
le dan a Miguel Ángel Yunes Linares) y ganar titulares, porque puede recorrer
el estado diciendo que él es “el bueno” y bajándole simpatizantes a los turcos
rojos (como le dicen de cariño a los Yunes rojos)
Fue la respuesta que se dio.
Pero otra idea más grande surgió:
- Hay que decir que Pepe Yunes ya
pactó para que se de el cambio.
¿La intención de esto?
Crear la imagen de que el Senador
peroteño ahora estaba conJavier Duarte, con el fidelato, que las alianzas
entre el gobernador y Héctor Yunes estaban rotas.
¿Por qué apoyar a Pepe ahora?.
No, no hay apoyo. Es simplemente el
uso de un artilugio para generar una pantalla.
Y entonces se dio la orden de comenzar
a difundir la especie y de “avisar” en México que se haría el cambio de
dirigencia estatal.
A los medios se les dijo que Alberto
Silva será el nuevo dirigente, pero con algunos columnistas se difundió la
versión de que se busca posicionarlo, colocarlo en un escenario por la sucesión
gubernamental en el que nunca ha podido estar.
Las últimas encuestas lo muestran con
menos de dos puntos de aceptación y menos de 4 puntos de ser conocido.
Muy, muy bajo.
Y el rumor se multiplicó como plaga apocalíptica montada en los medios de información,
impulsada por la voz oficial que anunciaba el trascendido, la nueva nota.
Y Alberto Silva tomó el teléfono y
comenzó a llamar a sus conocidos, para comunicar la buena nueva. Sus cercanos,
sus operadores, comenzaron a realizar lo propio para sembrar los vientos que quieren volver la brisa que incha
la vela de su navío, donde un el ave expande las alas… Pero pueden ser vientos
sembrados con los que se
recojan tempestades.
Después de sembrada la especie,
contestó el teléfono para dar las entrevistas y decir que sí, que sí va, que es
el próximo dirigente estatal del PRI, y ratificar lo difundido en primer
momento.
El teatro ya camina.
Pero ¿dónde está la convocatoria
para hacer el cambio?.
Martes 13 de octubre del año 2016… Y
aún no salía.
Pero Alberto Silva, el favorito de Javier Duarte para sucederlo
en el gobierno del estado de Veracruz, ya está preparado.
Y otra vez se abre la confrontación
con los Yunes rojos, esos
a los que Duarte les prometió mil y un alianzas para que lleguen al gobierno
del estado y que una y otra vez ha demostrado que lo suyo, lo suyo, lo suyo… es
Alberto Silva.
Héctor Yunes en un comunicado
consideró que cambiar la presidencia estatal del partido a tres meses de elegir
al candidato a la gubernatura, sería como emitir una interferencia en un proceso en
marcha, además de que “la tradición dentro del partido marca que la
evaluación de cambios en la dirigencia se da una vez que ha concluido el
proceso de nominación de candidato a gobernador, no antes”.
Y mientras le ha dicho a su amigo, a
Manlio Fabio, que le mande un nuevo
delegado del CEN del PRI al
estado; uno alejado del fidelato y cercano, que esté muy cerquita de él.
Cambiar a Jesús Medellín Muñoz, quien ha
sobrevivido a muchos, pero muchos presidentes del PRI estatal, incluyendo a los
dos Yunes rojos. De hecho, creo que está desde que Miguel Ángel Yunes fue
presidente del PRI estatal. Muchos, muchos años, que parecen llegar a su fin.
Por su parte José Yunes rechazó la versión difundida de que
hubiese pactado con el gobernador Javier Duarte la llegada de Alberto Silva a
esa posición.
Reitera que sigue lejos, muy lejos del fidelato, si no
que al contrario mientras más lejos de quienes están hoy en el usufructo del
“pinche poder”, mejor.
Alberto Silva, dice Pepe Yunes, no
aglutina a las diversas expresiones priistas. E insiste que él y su corriente
política no van ahí.
Ya son dos fuerzas amplias que no
quieren a Silva.
Pero en cambio algo extraordinario
hicieron los dos senadores del PRI, quienes apoyaron la permanencia del actual
dirigente estatal, Alfredo
Ferrari, quien le ha sido fiel al fidelato, corriente que lo puso ahí, pero
a quien le reconocen un trabajo político
de recomposición del partido.
Entonces ¿Ferrari se va o se queda?
Por lo pronto los terrenales desde
acá, desde esos vientos nada más se ven soplar, observamos como los místicos se
mueven sembrando sus tempestades para que el polvo del olvido no los cubra.
Pero de algo estamos seguros los
terrenales.
No queremos más fidelato.
CRÍMENES CONTRA PERIODISTAS, SIN
RESOLVER. El robo a la casa del periodista Aurelio Contreras y su pareja Mónica
Mendoza indigna porque son muestras de que la violencia y la inseguridad siguen
prevaleciendo en Veracruz, frente a un gobierno que no puede brindar garantías
a los habitantes del estado.
El suyo puede ser otro caso más sin
resolver, como ocurrió con el asalto a la casa del también columnista Edgar
Hernández.
Los casos son muchos, pero en verdad
muchos. Un recuento de algunos de los hechos conocidos está aquí: