Crónicas Urgentes
Claudia Constantino
Es por todos sabido el efecto que
causa el ejercicio del poder en hombres y mujeres; la “habilidad política”
parece medirse en función de la capacidad para hacer nuevos acuerdos y no
desaparecer de la escena política a base de exhibir los capitales y no exclusivamente
económicos. “Permanecer o morir” parece ser el lema de la clase política. Y
para ello están dispuestos a todo.
Siendo este un año desprovisto de
elecciones,anticiparon que transcurriría sin que pasara nada, y así ha sido: la
oposición en el estado (que nunca se opone a nada y menos con seriedad) se pasa
un momento crítico. Plagados de confrontaciones entre grupos y con las
renovaciones de dirigencias estatales postergadas en medio de señalamientos y
suspicacias.
El partido gobernante atravesando
una crisis por sostener a la peor líder en su historia. Tomando en cuenta la
cantidad de facturas por pagar que arrastra desde hace al menos un par de
puestos con grupos dentro y fuera del PRI, no podría ser de otra manera. Los
odios que ha sembrado Elizabeth Morales están listos para cosecharse.
Hay que sumar a este escenario la peor
crisis financiera de la administración estatal, en mucho tiempo que se siente
en casi todos los ámbitos: no hay obra, los grupos que siempre han recibido, al
tener “cerrada la llave” comienzan a tomar iniciativas poco pacifistas y el
ambiente se enrarece en la medida que el descontento crece. Pero no pasa nada.
No pocos actores políticos se mueven
por todo el estado, con la cautela de no abrir aún su juego, pero mostrando por
lo bajo sus aspiraciones a las candidaturas del próximo año, en que se elegirán
diputados federales.
La política estatal transformada en
una argamasa extraña en donde sus actores a todos los niveles nadan de a
muertito, nadie se hace daño, procuran no entrar al desgaste, se guardan, se
esperan, ajustan los tiempos, miden fuerzas, hacen cálculos.
Este, se nos ocurriría pensar a los
no iniciados, sería un buen tiempo para que los partidos de oposición salieran
a señalar los puntos débiles del partido gobernante, a cuestionarlos, a
exigirles, a ganar terreno y no sucede. En este silencio, en esta calma, es
imposible evitar preguntarse ¿Qué es oposición?
La oposición es un componente básico
del funcionamiento de las democracias pluralistas. En la mayoría de los casos
su existencia representa la cristalización de la diversidad. Es así como en los
regímenes democráticos, la oposición no se limita a expresar la diferencia,
sino que también tiene funciones de gobierno que cumplir.
Tiene funciones de gobierno que
cumplir… ¿Cómo cuáles?
Sígame en twitter: @aerodita