Gerardo
Oropeza Santiago
Zongolica,
Ver.- La agricultura de la cual viven los habitantes de los municipios
serranas, se encuentra en el olvido de parte de las autoridades federales y
estatales, las comunidades de las altas montañas no se han desarrollado en sus
cultivos comerciales por la falta de recursos, por ello las familias migran
alguna ciudad e incorporarse al sector de servicios o de la construcción para
obtener el sustento para poder comer, porque lo que sabían hacer que es sembrar,
ya no lo hacen por el abandono que vive el campo.
Jaime
Hernández Cano, representante del Sector Agrario de Zongolica, manifestó, ante
el abandono que se tiene en el campo de la Sierra, la desocupación de los
habitantes es total, lo que saben hacer que es trabajar las tierras, no lo
pueden llevar a cabo en sus parcelas, por la falta de recursos para sus
cultivos, las dependencias estatales y federales, solamente los engañan en que
los apoyaran y nada, por ende deben de buscar en otro lado su forma de sustento
o de otra manera a cortar leña para su venta, lo cual ocasiona que la
deforestación aun mayor en las altas montañas.
Indicó, la
Sierra de Zongolica, al altamente productiva en café de calidad, son más de 9
mil cafeticultores que tienen sus hectáreas o quintas sembradas del aromático,
quienes desde abril están esperando un apoyo económico de un programa emergente
para el combate a la Roya, que bajo los recursos el senador, José Yunes
Zorrilla, es el momento que la Sagarpa
no los ha entregado, por una u otra razón le dan largas desde el viernes
pasado, ya estaba hecho que los entregarían y supuestamente fallo la logística
de la dependencia y los dará la próxima semana.
Señaló, que
las familias de la Sierra de Zongolica, tienen para comer solamente porque Dios
es grande, ya que los pocos recursos que llegan a obtener de sus tierra es porque solo siembran
cultivos de autoconsumo como es el maíz y frijol, que les ayuda de gran manera
para su subsistencia en la vida, pero de otra manera sus tierras son
improductivas, no porque sean malas para su producción, sino por la falta de
dinero para sembrar.