Crónicas
Urgentes
Las
alianzas pasajeras
Claudia
Constantino
En este momento en que se cocina la
alianza entre el PAN y el PRD “en contra del PRI” en Veracruz, a los ciudadanos
les convendría recordar que las “alianzas y/o frentes opositores” son pasajeros,
coyunturales. Que a lo largo de la historia reciente, todas las combinaciones
posibles entre estos tres partidos se han fraguado, y que en El Congreso, esta
práctica es permanente; dictadas por los intereses de los grupos cupulares:nunca
tienen que ver con las bases.
Recordemos que en las pasadas
elecciones de Guerrero, sí, en este mismo 2015, allá por el mes de abril, el
PRI y el PAN denunciaron al PRD por la difusión ilegal de la encuesta, por la
que casi cancelan la candidatura a Beatriz Mojica Morga; hecho que incidió en
el triunfo del priista Héctor Astudillo Flores, actual gobernador de aquel
estado.
En el estado de Michoacán, el PRD se
quejó por todo durante la campaña de María Calderón Hinojosa: actos anticipados
de campaña; propaganda encubierta; el rebase de sus topes de campaña. Sin el PRI (poniendo la elección a tercios,
gracias a su aparato y recursos que no a su candidato, José Ascención “Chon”
Orihuela), el triunfo de Silvano Aureoles no habría sido posible, explicaron
los expertos. Restarle puntos a “Los Calderón” y que “Los Pinos” negociaran con
el PRD, fue el resumen de este ejercicio democrático.
En la elección de 2014 en Chihuahua,
el PRI y el PRD registraron a Javier Garfio Pacheco como candidato común a la
presidencia municipal de Chihuahua, y así consiguieron vencer al PAN. Este año también,vimos nacer la alianza
PRI-PAN para garantizar la mayoría en la Asamblea Legislativa, que acabó
conformada por PRI-PAN-PVM-PANAL para atajar al PRD y sobre todo a Morena. Ni
así impidieron que Morena ganara 20 posiciones y el PRD 17; pero juntos los
aliansistas tienen 22 legisladores en la asamblea. Puestos de acuerdo (y sólo
en las raras ocasiones en que así sucede) tienen ventaja.
De cara a los próximos comicios
estatales, las alianzas seguirán siendo práctica común. No importan las
ideologías o los proyectos políticos; sólo el discurso imperante, y es el mismo
siempre: “vamos por el cambio”.
La ciudadanía, con su hartazgo de la
clase política, pero sobre todo, de los efectos de sus decisiones políticas y
económicas, es fácil de enganchar a la idea de “un cambio posible”. Así sacó
Vicente Fox al PRI de Los Pinos; no el PAN, Fox y su mercadotecnia.
México y su avidez de un cambio real.
Que no se nos olvide que, “esa
película ya la vimos”: nos dirán el qué, pero nunca el cómo y mucho menos, con
quiénes. En política no hay “madres de la caridad”, sino políticos o nuevos aspirantes
a serlo. “Por el poder hay quien mata y hay quien se muere”. Los acuerdos
cupulares, como las alianzas, pactos y frentes opositores, no los deciden las
bases, sino los grupos políticos que ostentan el poder, ya bien para
conservarlo o para ir por más.
Habrá que analizar los motivos de las
alianzas en Veracruz; los hombres que las integran; su historial y sus
historias. Más que analizar los discursos, habrá que comparar, evaluar y
recordar que ninguno de los señores en el poder son
novatos en política y los ciudadanos sí.
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