Por: Hugo Sánchez Martínez
Orizaba, Ver.- La demanda de fluidez económica y reactivación de la inversión de la zona Córdoba-Orizaba es permanente, sin embargo la toma de decisiones por parte de Caminos y Puentes Federales (CAPUFE) para efectuar sus obras, sin considerar los impactos que tendrán en el sector empresarial y laboral de más de 50 mil ciudadanos que circulan diariamente por la autopista de Córdoba es reprobable, declaró el dirigente de la agrupación México Nuevo en Orizaba, David Domínguez Ferráez.
"Capufe
debería hacer un estudio de circulación de vehículos por minuto y ver la
posibilidad de desviar el tráfico por la carretera federal durante la
madrugada y trabajar al 100 por ciento esas horas para tener liberada la
autopista totalmente en horas que la ciudadanía se traslada a sus fuentes de
empleo", citó el empresario hotelero.
En
entrevista indico que los trabajos de mantenimiento de la autopista que se
vienen realizando desde el año anterior han sido de repercusiones
incalculables, pues el tortuguismo que ha predominado y la falta de logística
para cerrar por horarios la circulación “como se ha adoptado con éxito en
estados como Puebla” ha provocado que trabajadores, empresarios,
automovilistas, turistas diariamente registren perdidas en la zona centro.
"Las
obras han venido a afectar a todos, pues el tramo de cruce del puente de Metlac
a la caseta de Fortín que se hacía en 20 minutos ahora se ha traducido en dos
horas o más; y aunque las obras han terminado en la parte de ORIZABA donde
ahora están balizando, siguen generando malestar, ya que al regresar de Córdoba
a Orizaba se está padeciendo el calvario de las obras de continuidad en los
carriles que se están dando en la ciudad hermana", apuntó.
Refirió el
empresario que la obligación y demanda de carreteras transitables es constante,
sin embargo Capufe ha hecho oídos sordos a las voces de quienes deben de
padecer el viacrucis diario del tránsito de Orizaba a Córdoba y viceversa
Enfático
refirió que la omisión por parte de la dependencia para informar tiempos reales
de la duración de obra, ha generado un malestar generalizado donde las cámaras
de comercio, empresarios e inversionistas así como autoridades han sido
ignoradas.
Concluyó
que los trabajos no son el problema sino la falta precisión para informar a
quienes les repercute su toma de decisiones.