Crónicas urgentes
Miguel Ángel Yunes aunque pierda
ganará
Claudia Constantino
Sin importar el desenlace de la contienda electoral que se perfila reñida
entre Héctor Yunes Landa y Miguel Ángel Yunes Linares, los dos candidatos con
más posibilidades de convertirse en el próximo gobernador de Veracruz, el
segundo de ellos algo ganará.
Si Héctor Yunes Landa no resulta ganador en las próximas elecciones del
5 de junio, sería el perdedor. Su apuesta es del todo por el todo. En cambio
Miguel Ángel Yunes Linares ha arrancado esta carrera por la gubernatura de
Veracruz en una posición mucho más cómoda que su principal contrincante, a
razón de su discurso incendiario y su promesa de encarcelar al gobernador Javier
Duarte y a varios de los principales funcionarios de su administración, de
resultar responsables de malos manejos de la arcas estatales, cosa que miles de
veracruzanos claman y pagarían por ver (¿o votarían por ver?); Miguel Ángel
Yunes lo sabe bien.
Para Héctor Yunes, la mejor estrategia hasta ahora ha sido salirse del
rincón al que lo quería llevar su pariente, declarando que “no caerá en
provocaciones”, muy consciente de que su única oportunidad de evitar que su
oponente dicte la agenda es no responderle, e irse a las propuestas.
Pero no sólo al principio de este proceso Miguel Ángel Yunes estará en
ventaja competitiva; también al final pues, si Héctor Yunes hace muy bien las
cosas, teje fino, convence a los que deciden (por desgracia no es sólo el electorado)
y se alza con la victoria, Miguel Ángel Yunes habrá conseguido, al menos, un
mayor margen de negociación para lo que necesite; seguramente lo dejarán tranquilo
y libre de señalamientos, acusaciones y denuncias, fundadas y no.
Para dar paso al proyecto de Héctor Yunes, con la victoria electoral que
necesita para ello, requerirá de toda la ayuda posible, de no cometer actos de
soberbia, como los muchos que cavaron la tumba (política) del gobernador Javier
Duarte; tendrá que escuchar, ser autocrítico y evitar los pecados de
omnipotencia.
Miguel Ángel Yunes empieza bien al capitalizar a su favor la sed de
justicia del pueblo veracruzano, agraviado por la clase política que lo ha
gobernado los últimos años. Y terminará al
menos con sobradas oportunidades de negociar, conciliar, ceder y ganar. Los
factores políticos que juegan en una contienda de esta envergadura son
múltiples; estamos avisados que no sólo es cuestión de emitir y contar votos.
Que Miguel Ángel Yunes sea gobernador de Veracruz está por verse; que gane con
su actuación es un hecho. Y no bastaron Fidel Herrera Beltrán y demás para
impedirlo.
Cualquier comentario para esta columna que vislumbra escenarios posibles
a:
Twitter: @AERODITA