Crónicas urgentes
Al Cronista Municipal de Xalapa
Claudia Constantino
Vicente Espino Jara
Cronista Municipal de Xalapa
Me dirijo a usted con respeto y con la
inquietud, compartida con muchas personas, de preguntarle: ¿Por qué aceptar un
nombramiento que por derecho de antigüedad y, debido a su gran desempeño, le
corresponde a otra persona?
Usted, como tantos otros xalapeños, ha elogiado el
trabajo de José Zaiden a lo largo de dos periodos de tres años, en que tres
alcaldes diferentes lo han ratificado en reconocimiento, no sólo a su tarea
cotidiana, su compromiso y su enorme bagaje de conocimientos sobre la ciudad de
Xalapa y sus alrededores, sino también como caso ejemplar de que la edad no
debe ser factor para desdeñar a una mente lúcida y brillante, es decir, como
modelo de justicia para las personas de la tercera edad.
Me entero de que es catedrático, de modo
que son importantes para usted la ética y el buen ejemplo a las nuevas
generaciones. Debe usted apreciar los actos de justicia, como no desechar a una
persona que realiza tan bien su trabajo sólo por su edad avanzada.
Don José Zaiden es un hombre lúcido,
extraordinario conversador, a razón de la enorme información de que dispone
para enseñar, en cada ocasión que se le presenta, aspectos importantes de la
historia de Xalapa, en primer término, y de México a continuación.
Le comparto que fui nombrada cronista
municipal de Fortin de las Flores, Veracruz; al igual que usted, gozaba de la
simpatía del alcalde en turno. Ignoraba en aquel momento quién solía ser el
cronista.. Con el tiempo me enteré, por los lugareños, de que se había
tratado de una descendiente de don Cándido Aguilar, promotor de la fundación de
aquella ciudad. Como usted, tenía muchos proyectos; buen número de mis
propuestas fueron aceptadas: digitalizar los archivos municipales y conformar
una muestra fotográfica itinerante con las bellísimas fotografías donadas por
los fortineneses, entre otras.
Mi entusiasmo era grande y mi necesidad
del trabajo también; pero, ¿sabe?, después de un tiempo comprendí que la señora
de edad avanzada que ocupaba el cargo antes de mí realizaba su labor con el
mismo entusiasmo y mayor entrega, y que además de todo era su vida. Yo, tenía
una más larga que ella por delante. Poco tiempo después presenté mi renuncia y
dejé a Fortín en manos de una conocedora de su historia, no porque yo no lo
haya sido, sino a manera de reconocimiento público, el mejor que se me ocurra,
al trabajo, la trayectoria y el amor de una persona en la vejez, por su encargo. Sé que ha sido nombrada
cronista municipal vitalicia y lo celebro.
Como exmiembro de la Asociación Nacional
de Cronistas de Ciudades, tengo entendido que, por ley, hay tres motivos de destitución
de un cronista municipal:
1. Por enfermedad
2. Por renuncia
3. Por mal desempeño de su función
El maestro Zaiden no ha incurrido en
ninguno de los tres. Explican que sólo no se le ratificó para el siguiente
periodo, sino que en vez de eso lo nombraron a usted. Mis preguntas en ese caso
son: ¿Por qué? ¿Por su edad?
Espero muy atenta sus respuestas. Si no
llegan, suerte con eso de ocupar el lugar de alguien tan grande, desechado a la
mala.
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