Crónicas urgentes
Con y sin dirigente
Claudia Constantino
No se requiere estar tras bambalinas
para valorar los resultados a la vista: el hasta la semana pasada Secretario de
Gobierno del repudiado gobernador Javier Duarte de Ochoa, llega para tratar de
zurcir los pedazos de un PRI muy lastimado, dividido y desgastado. Tendría que
tener dotes omnipotentes para realizar esa labor a toda prisa, y estar listos,
todos juntos, para impulsar eficientemente a un Héctor Yunes Landa que, al lado
de su primo, ungido en la Plaza Lerdo, nomás no aparece por ningún lado.
Por su parte, la alianza PAN-PRD
aprovecha a todo vapor los negativos priistas, el repudio manifiesto de los
veracruzanos, de todos los sectores, a la actual administración priista, y el
juramento de campaña de “encarcelar a Fidel Herrera y, desde luego, a Javier
Duarte”, hace que a todos se les olvide preguntar: ¿de dónde tiene Miguel Ángel
Yunes tanto dinero y qué ha pasado realmente, seriamente, con todas las
acusaciones en su contra?
Toda vez que el discurso de campaña
de la alianza PAN-PRD es justicia y fin a la impunidad, traducida en cárcel
para los saqueadores del estado, los enardecidos contingentes se contagian del
ánimo esperanzador. Nadie repara en el hecho de que con encarcelar a esos no se
acaban los ladrones. Tampoco prevén que existe todo un sistema de gobierno que
favorece tantos desvíos y abusos. No se nota la ausencia de propuestas;
conformados con escuchar el qué, los posibles votantes no se interesan en que
les expliquen el cómo.
No fue buena señal, delicia para los
aficionados a buscarlas e interpretarlas, que Manlio Fabio Beltrones no haya
venido a echarles una manita, a pesar de que ya de por sí iban dos contra uno.
¿Pecado de soberbia? ¿Exceso de confianza? ¿O acaso desde ahora no le ven caso?
Los analistas políticos más avezados siguen diciendo que el PRI no se permitirá
perder Veracruz. Pero no se ve cómo puedan ganar.
El de hoy fue un día atípico:
arranca una contienda donde al rival más débil le permitieron lucir como titán.
No puedo esperar a ver con qué estrategia, de qué modo, a razón de qué, el PRI va
a arrebatarle esta ventaja. Las semanas corren y, al menos en lo mediático, la
alianza PAN-PRD ha puesto agenda y ha ganado partidas importantes, como la de
hoy, en que sus dirigentes nacionales se apersonaron para levantarle la mano al
candidato; mientras, Beltrones corrigió su agenda y dejó solo al PRI en
Veracruz, como si no necesitara ayuda.
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