Por: José
Miguel Cobián
Cuando comencé a entender de política, era
enemigo acérrimo del PRI y estaba encantado con la filosofía del PAN, la cual
medio asimilaba en las pláticas con Carlos Castillo Peraza, y otros insignes
pensadores de mentes brillantes y mejor comunicación que en esas fechas
había. Poco a poco me fui desencantando
al comprobar que del dicho al hecho había mucho trecho, y entender que lo que
se afirma en los principios rectores de la institución es letra muerta en la vida
real. Y he aquí algunos ejemplos de los
últimos 20 años.
El PAN se considera un partido cuyas
raíces provienen de la doctrina social cristiana de la Iglesia católica, y sin
embargo el primer presidente de la república emanado del PAN, Vicente Fox anuló
su matrimonio religioso gracias a influencias y la complicidad de la Iglesia
católica mexicana, para poderse casar con la que hasta hoy es su esposa ante
Dios y ante los hombres.
Al no ser recibido por el Papa en su visita al Vaticano, se burla tomando la célebre fotografía del beso con la basílica de San Pedro al fondo. Hoy los panistas se rasgan las vestiduras ante la anulación del matrimonio religioso de Enrique Peña Nieto para casarse por la misma vía con su actual esposa. ¿Hipocresía, falta de memoria o conveniencia política?
Al no ser recibido por el Papa en su visita al Vaticano, se burla tomando la célebre fotografía del beso con la basílica de San Pedro al fondo. Hoy los panistas se rasgan las vestiduras ante la anulación del matrimonio religioso de Enrique Peña Nieto para casarse por la misma vía con su actual esposa. ¿Hipocresía, falta de memoria o conveniencia política?
El PAN como buen partido conservador
rechaza el matrimonio entre personas del
mismo sexo e incluso rechaza cualquier práctica sexual que no sea realizada
entre hombre y mujer, y por las vías naturales.
Sin embargo, cuentan con un gobernador en funciones abiertamente
homosexual y con aspiraciones presidenciales, además de resultar el grupo
político que ocupa el primer lugar en la práctica de sodomía entre
heterosexuales según la última encuesta de preferencias sexuales de los
mexicanos de Mitofsky. Así cuando de
señores de poder se trata la falsa moral que predican queda en entredicho,
igual que entre las cuatro paredes de las alcobas.
La transparencia y el buen manejo de los
recursos públicos son banderas de Acción Nacional cada vez que hay campaña
política. Nadie en Acción Nacional alzó
la voz para reclamar al exgobernador de Sonora por la construcción de la presa
en su rancho, privando del vital líquido a miles de personas a lo largo del
cauce del río que alimentaba su pequeña reserva de agua. A la fecha siguen sin escucharse voces en
acción nacional, que repudien el actuar de dicho personaje que sólo es
perseguido en su estado natal Sonora.
Si algo ha criticado acción nacional es el
maridaje entre gobierno y crimen organizado. A tal grado que hace poco nos
enteramos de que el Sr. Guzmán Loera, mejor conocido como el Chapo tenía
relaciones íntimas con una diputada del congreso local de Sinaloa, con quien
incluso, disfrutó la noche de año viejo y la llegada de 2016. Esta dama falsificaba documentos para
realizar la visita conyugal en el penal en el que estaba recluido el mencionado
personaje, sin que nadie en Acción Nacional elevara el mínimo reproche. Cuando el asunto salió a la luz pública,
primero acusaron a los partidos coaligados con ellos de haberla elegido. Hoy
reconocen que fue selección de Acción Nacional, pero deslindan a las cabezas
nacionales de cualquier responsabilidad, alegando que la dama en cuestión
falsificó documentos que probaban su militancia panista. Se entiende que cualquier pretexto es bueno
para limpiar una de por sí ya muy sucia imagen.
Acción Nacional es un partido político que
públicamente combate los vicios. Sin embargo en privado, durante el sexenio
pasado, cuando el presidente de la República emanado de sus filas caía en las
garras del alcohol, al grado que después de las cinco o seis de la tarde ya no
atendía asuntos de estado debido a su estado de intoxicación etílica, nadie
dentro del partido señaló los riesgos para la conducción del país que
representaba el tener un presidente diariamente alcoholizado. Tal parece que los vicios de los pobres
(pinche borracho), se convierten en maravillosos detalles de alegría (que
bonito carácter del señor presidente, siempre contento y de fiesta) cuando de
gente de poder se trata.
Ricardo Anaya, dirigente nacional del PAN
critica lo que debería de aplaudir (pues a su causa conviene), que es la falta
de respeto por el estado laico en la que incurrió Peña Nieto al romper el
protocolo y comulgar en la Basílica de Guadalupe en la misa con el Papa. Anaya declara que espera que Peña también
participe en las celebraciones de la Luz del Mundo y de los Testigos de Jehová,
pues también son mexicanos. Se le
agradece la burla sobre el presidente Peña y su comportamiento, pero resulta
incongruente su crítica, a menos que apoye la proliferación de ese par de
cultos que él mismo menciona y promueve.
Acción Nacional presume la formación de
cuadros en sus filas, casi desde su más tierna infancia, sin embargo, una y
otra vez tiene que recurrir a personajes que no tienen la sangre azul sino
roja, como algunos gobernadores en funciones que llegaron a acción nacional por
rompimiento con el partido revolucionario institucional, y otros más que son ya
virtuales candidatos con el mismo origen.
Esto implica el pleno reconocimiento de Acción Nacional de que no es
cantera de cuadros políticos y el reconocimiento implícito de que los
candidatos que provienen del PRI son más atractivos como aspirantes a un puesto
público y como futuros gobernantes.
La alianza entre PAN y PRD ha generado
enormes discusiones. Creo que están en su derecho de hacer lo que sus
dirigencias consideren adecuado para su conveniencia, pero…
Los que somos liberales, consideramos que
cada quien tiene el derecho de hacer con su vida lo que desee, siempre y cuando
no viole ninguna ley, ni perjudique a los demás. Los liberales no pasamos la vida juzgando la
paja en ojo ajeno cuando tenemos la viga en el propio. De ahí el shock que sufrimos muchos los que
inocentemente considerábamos al PRD como un partido de izquierda, al enterarnos
de su alianza con Acción Nacional en varios estados del país. Se entiende que es la búsqueda del poder por
el poder, pero duele mucho la renuncia a los valores liberales que tan
atrayentes resultaron para muchos desde la fundación del partido de la
Revolución Democrática. Curioso pero
esa decisión de Basave y el Comité Ejecutivo Nacional del PRD genera un
conflicto moral, pues muchos liberales consideran a López Obrador un populista,
y otros consideran al PRI como un partido arcaico y con tendencia a
desaparecer. Pero la opción que dejan a los perredistas este tipo de decisiones
es no votar, votar por MORENA, votar por Movimiento Ciudadano o votar por el PRI. Mientras el PRD se desmorona.