Crónicas
urgentes
Claudia
Constantino
Como
parte del operativo permanente de detección de usos ilícitos, de la división
oriente de la CFE, ayer se descubrió que las once foto cámaras, instaladas en
el puerto de Veracruz por la empresa Auto Traffic, para sancionar a conductores
infractores del nuevo reglamento de tránsito, se roban la energía eléctrica. Lo
peor de este caso de corrupción es que, al parecer, lo hacían con la venia, o
al menos el pleno conocimiento de Tránsito del Estado, quien otorgó la
concesión, y del ayuntamiento de Veracruz, pues todas las tomas clandestinas
estaban conectadas al servicio de alumbrado público.
Esto deja al descubierto, no sólo un
delito: el robo de energía, sino también la complicidad de al menos un par de
niveles de gobierno. La CFE ha informado
que las instalaciones eléctricas estaban enterradas, por lo que de ninguna
manera pudo ser un secreto, para quienes otorgaron la concesión y supervisaron
la instalación de las cámaras, que la empresa Auto Traffic estaba en uso
ilícito de la energía eléctrica.
El superintendente de la CFE en
Veracruz, Manuel Aguilar, ha explicado a los medios de comunicación que ahora
se medirá el consumo diario de las cámaras y se hará una estimación, desde que
comenzaron a funcionar a la fecha. Hoy miércoles se dará a conocer el monto del
adeudo que el concesionario de las fotomultas deberá cubrir a CFE y, tras ello,
procederán a supervisar la correcta instalación de medidores a cada servicio,
para que pueda ser pagado con regularidad.
La primera pegunta: ¿quién es el
representante legal de la empresa Auto Traffic? Luego, ¿a quién o quiénes les
interesa favorecer a tal grado a esta concesionaria? Y por último, ¿no bastan
los montos recaudados por concepto de foto multas, para que la empresa que
ostenta tal concesión pueda funcionar dentro de la ley?
Habrá que seguir de cerca este caso
de corrupción rampante y también exigir respuestas a Tránsito del Estado y al
Ayuntamiento de Veracruz acerca de esta complicidad criminal. Para un usuario
de la CFE sin tantos privilegios, ser descubierto en uso ilícito trae como
primera consecuencia el corte del servicio, hasta el pago y regularización de
su servicio. En este caso, sólo se procedió al cálculo del consumo diario, para
después calcular el adeudo total. El suministro de energía no fue cortado, a
pesar de estar “colgados” del alumbrado público municipal que, cabe señalar,
tampoco estaría cubriendo el cien por ciento del consumo, pues a los ayuntamientos
sólo se les cobran doce horas de alumbrado y las cámaras funcionan veinticuatro
horas al día.
Cuando se piensa que en materia de
corrupción ya se ha visto todo, una nueva historia lo supera. Las primeras
cámaras en ser detectadas en uso ilícito fueron una en la avenida Miguel Alemán
y otra en la calle Rafael Cuervo. La mala noticia para quienes permitieron este
latrocinio es que ahora la CFE verificará la instalación eléctrica de todas las
que existen en el estado.
De millonario negocio gubernamental
se calificó al nuevo reglamento de tránsito en Veracruz y sus repudiadas fotomultas,
que tantos clientes han tenido desde que comenzaron a aplicar las sanciones
económicas. Y tras todas las protestas por parte de choferes y trabajadores del
volante, se implementaron y aplicaron. Hoy se pone en evidencia, una vez más,
que las medidas coercitivas en México, en este país famoso por su corrupción,
muchas veces traen como consecuencia poner la iglesia en manos de Lutero. Así
como en esta nueva lección de corrupción a la veracruzana.
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