TIERRA DE BABEL
Jorge
Arturo Rodríguez
Dijo don Quijote de la Mancha hace ya mucho
tiempo que el trabajo y peso de las armas no se puede llevar sin el gobierno de
las tripas, lo cual me indica que no se puede hacer nada sin comer, salvo
atenerse a las consecuencias. Vaya, que el hambre es canija, y de eso se
aprovechan los políticos y autoridades, por ahí entran muchas enfermedades… Recuerdan
la canción de Cri-Cri que dice: “¿Quién es el que anda ahí? ¡Es PRI-PRI! ¡Es
PRI-PRI!”, perdón, no, aquella de “La patita” que va al mercado a comprar cosas
del mandado y que se enoja de lo caro que está todo, y de pilón su pato es un
güevón que no da pa’ comer, ‘tons la patita les dice a sus retoños: “¡Coman
mosquitos! ¡cuá ra cuac cuac!”. Y sí, ¿qué vamos a comer si no hay trabajo y ni
siquiera rinde el salario mínimo? Para hablar de los que están más o menos
bien. Pero qué tal los que padecen la miseria, los de la pobreza extrema que
van en aumento.
Un
amigo me comentó hace poco que ya le bajara una rayita a mi tono pesimista
cuando escribo. Quizás tenga razón; quizás lo haga. Pero de qué carajos voy a
hablar si, dicen, somos lo que tragamos, y muchos no tragan nada, y los que sí
tragan, tragan mierda y media. Hay medios de comunicación que hasta florecitas
le ponen a sus escritos, pos ahí véanse. Sí, la vida aún es bella, pero hay
pendejos que nos la complican. En fin, fue un paréntesis.
Ambrose
Bierce, en su Diccionario del Diablo, definió la política como un “conflicto
de intereses disfrazados de lucha de principios. Manejo de los intereses
públicos en provecho privado”. Ahí nada, pescadito. Quizá por eso muchos somos
los que no creemos en los políticos, aunque hagamos política.
Gael
García Bernal cree que “es fundamental que el arte se empiece a incorporar en
la política. Por ejemplo, hablemos de México. ¿Cómo unificar un país tan
heterogéneo, tan diverso en cultura, tan complejo, tan vivo en lenguajes, en
intereses? La única forma es a través del arte. Y a partir de ella se crea un
nuevo país, un nuevo significado. Eso lo hicieron nuestros poetas en el
siglo XX y de lo que carecemos hoy en día y necesitamos. He estado pensando
mucho en los políticos que han incluido una perspectiva poética en su filosofía
de poder. Porque esto implica fragilidad, vulnerabilidad, pero también mantiene
un cierto sentido de idealismo y romanticismo tan importante para impulsar un
país y lo cierto es que encuentro muy pocos ejemplos de ellos en la
actualidad". (El Universal/16-0516).
Está difícil el asunto,
¿no? Imagínense a nuestros políticos con “una perspectiva poética en su
filosofía de poder”. ¿La tendrán? ¿Saben cómo se come eso?
A estas alturas, hace
falta renacer y reconstruir. Alejandro Jodorowsky expresó hace poco que
“tenemos que aprender a sembrar conciencia. Antes, la democracia era una
maravilla, pero ahora es una catástrofe porque la gente no preparada es una
inmensa mayoría”. (“Revista R”, Reforma/15-05-16).
Educación=solución. Pero cuando se tiene hambre…
El que tenga oídos, oiga.
Los
días y los temas
Durante la campaña electoral de 2012, Enrique Peña Nieto, candidato a Presidente de la República, firmó ante notario
público 266 compromisos a cumplir durante su gobierno. ¿Cuántos lleva
cumplidos? Digo, es pregunta.
De cinismo y anexas