"Todo
lo racional es real y todo lo real es racional". Hegel. Si, la política es una forma de
gobierno a través de la democracia que
permite la representación al poder público ,los instrumentos democráticos
representados por instituciones de interés público , como los partidos
político y los órganos de organización
,como el INE , encargado de establecer los mecanismos de recepción del sufragio
ciudadano, esto es , que cada 3 0 6 años permite empoderar a la voluntad
ciudadana para elegir a todos aquellos que nos representaran en los municipios , los estados y el país .
Un político como AMLO, hombre que a través de
su peregrinar en la búsqueda de la
presidencia en el 2006 y 2012, y posible 2018 ,le permita a este pensamiento
Moista , un cambio de gobernar y vincular a la población , a los dos ejes
rectores de nuestros estado mexicano ,y
el cáncer de la desigualdad social y esta no puede ser traducida con justicia
social para la población , en una mejor
calidad de vida y de bienestar , mientras no se rompan estos , el pueblo
mexicano continuara con pobreza y la
falta de educación a grandes segmentos vulnerables , estos como instrumento de
control del poder . la percepción ciudadana traducida en la falta de
motivadores de participación y se traduce en un lacerante abstencionismo del 47
al 51 % en las elecciones. si tenemos una lista nominal de más de 85 millones
de lectores, de los cuales los grandes segmentos de los jóvenes de las edades
de 18 a 25 y de 26 a 35, no participan y representan entre el 40% de la lista nominal.
El estilo
político en su personalidad y comunicación corporal en el siglo XXI, es muy
importante como instrumento de motivación e inducción. El líder no se convierte
en líder si los ciudadanos no lo perciben como tal y en este proceso de
percepción, las estrategias y recursos comunicativos y simbólicos desempeñan un
papel central.
Las
estrategias y recursos comunicativos le sirven a un político para posicionar su
figura en el espacio público y en los medios de comunicación, fijar la agenda
de temas, concitar apoyos, aumentar su popularidad, generar credibilidad y
confianza, incrementar su nivel de conocimiento y de visibilidad entre la
población, construir y difundir un branding emocional y funcional de su figura,
reclutar seguidores, mantener a sus seguidores y motivarlos, difundir su
visión, etc.
Las
estrategias y recursos comunicativos son parte constitutiva de los procesos de
persuasión e influencia y por eso, son un elemento al que un político debe
prestar especial atención si quiere ser percibido como un líder.
El
líder político busca intervenir e influenciar en el modo en que las sociedades,
los grupos, las personas, se perciben a sí mismas y a los demás y la
comunicación en todas sus manifestaciones –verbal, no verbal, cara a cara,
mediatizada, alternativa, tradicional, vía nuevas tecnologías, etc. –
constituye una herramienta muy eficaz para alcanzar este objetivo. En
definitiva, y como tan
La
presencia en un político de un conjunto de atributos que los ciudadanos valoran
muy negativamente no puede ser totalmente transformada por una estrategia de
comunicación. Las estrategias comunicativas y simbólicas que un político que
aspira a ser líder implementa, se enfrentan a las tácticas y mediaciones
(Barbero, 1997) de un receptor que hace tiempo dejó de ser pasivo. Por tanto, la percepción de liderazgo que
finalmente se forme el individuo, no será una respuesta mecánica a los mensajes
difundidos, sino que será el resultado del Inter juego entre emisores,
receptores y contexto.
Como la
mayoría de los ciudadanos no tienen posibilidades de contacto e interacción
fluida, permanente y personal con el político, la intermediación de los medios
de comunicación social se torna trascendente para que se lleve a cabo el
proceso de percepción de liderazgo. La invitación persuasiva que un líder le
efectúa a sus potenciales seguidores, llega muchas veces a través de una
comunicación mediatizada.
Los medios de comunicación en general, pero la
televisión en particular, han reemplazado la lógica de la política por la
lógica de los medios.
Un político
que aspira a posicionarse ha de ser consciente que se dirige a ciudadanos, pero
también a audiencias, entendidas como consumidoras de productos
mediáticos. Para fundar y mantener su
liderazgo, los políticos necesitan dominar el escenario público, persuadir con
la palabra y con la imagen, necesitan, en definitiva “aparecer en escena” para
reforzar los atributos que lo convierten en una marca, para conquistar el
código (Reguillo, 1998) o para instituir las gramáticas de las formas de la
vida (Habermas, 1998).
La
televisión es el medio más eficaz para difundir los ritos políticos puesto que
ella como ningún otro medio, es capaz de llegar a grandes audiencias,
condensando en palabras, sonidos e imágenes la carga emotiva y simbólica de los
eventos políticos.
La primacía
de la televisión, no implica desatender ni a la prensa escrita cuyo nivel de
credibilidad es bastante más alto que el de la televisión, ni a la radio, medio
que cuenta con una presencia activa en la vida cotidiana de muchos ciudadanos.
Los medios
de comunicación poseen capacidad para establecer la agenda de temas del debate
público y para definir una serie de pautas (marcos) con las que promueven una determinada
interpretación de los hechos sobre los que informan. Asimismo, el framing
(encuadre) que los medios realizan de la figura de los políticos, es una
“invitación persuasiva” para definirlos a ellos y a su estilo de liderazgo de
un modo en particular.
Los esquemas cognitivos que difunden influyen
en el clima de opinión y contribuyen a delinear la imagen que los públicos se
hacen de los políticos.
Los medios pueden repercutir de manera
negativa en las aspiraciones de un político de convertirse en líder, ya que los
esquemas interpretativos difundidos (framing) pueden promover una percepción
alejada de la imagen de liderazgo que se intenta cimentar.
POR
EJEMPLO; las acciones conjuntas de fragmentar al puntero en voto de intención y
a su gran peregrinar político con la ciudadanía, AMLO, le verán sus acciones de
intolerancia, de no dejarse escuchar ante su comportamiento a la defensa y
verdades a medias.
Los medios
masivos son un elemento importante pero no son omnipotentes. El proceso de
producción de sentido sobre el que se funda el liderazgo es multidimensional.
Lula llegó a la presidencia con todo el sistema de medios en su contra y
Bachelet consiguió altos niveles de aprobación a pesar de la oposición de los
medios.
¿puede un
político transformarse en un líder triunfador mediante la puesta en marcha de
una serie de estrategias orientadas a tal fin? Las habilidades y cualidades que
un político con aspiraciones de líder debiera tener y/o adquirir -puesto que
algunas son susceptibles de ser aprendidas.
un líder
eficaz y exitoso posee tres tipos de recursos: soft power, hard power y Smart
power materializados en seis habilidades:1) Inteligencia emotiva: esto es,
capacidad de autocontrol, conocimiento de sus emociones, disciplina para
autorregular sus emociones, empatía y habilidad para atraer a los otros. La
inteligencia emotiva tiene dos componentes básicos: la capacidad de auto-control
y la capacidad de establecer contactos con los otros (inteligencia social). La
inteligencia emotiva le brinda al líder herramientas para gestionar su carisma
y sus emociones y para adaptarse a los diferentes contextos de actuación. 2)
Capacidad de comunicación: para ser percibido como líder hay que persuadir a la
ciudadanía y para ello, es vital comunicar el mensaje eficazmente. La
comunicación que inspira, persuade y recluta seguidora comprende elementos
verbales y no verbales y hace uso de recursos simbólicos para establecer
conexiones emocionales con los seguidores.
La
capacidad de oratoria, aunque muy valiosa, no es asimilable a la capacidad
comunicativa. La habilidad de comunicación implica que el político sea capaz de
sintonizar con su auditorio, transmitiendo un mensaje que impacte y que sea
comprensible. Los tecnicismos, las argumentaciones confusas y carentes de
ejemplos o de elementos que los vinculen a la vida cotidiana de los ciudadanos
no son buenos caminos para llegar a los destinatarios.
La capacidad comunicativa es fundamental para
que el líder persuada a los públicos cercanos y a los lejanos. Además, no hay
que olvidar la relevancia de la credibilidad de la fuente en los procesos de
comunicación exitosa. Capacidad de visión: el líder cuenta con la habilidad que
le permite hacer un diagnóstico de la situación y formular una propuesta
superadora, orientada a un futuro que supere las carencias y errores del
presente. Esta visión, es motivadora para el resto y por eso cuenta con su
adhesión, apoyo y colaboración. La visión enuncia tanto qué hacer como el modo
de hacerlo.
Los elementos racionales y emotivos forman
parte de la visión. Los primeros sirven para testimoniar que la misma no es un
proyecto irrealizable y los segundos para inspirar a la ciudadanía. La visión
para ser eficaz debe ser atractiva no solamente para los seguidores –reales o
potenciales- sino también para los stakeholders.
Habilidad organizativa: un líder exitoso posee
capacidad de gestionar, coordinar e integrar todos los recursos para la
consecución de los objetivos planteados.
Esta
habilidad de gestión alcanza a los flujos de información puesto que el líder
necesita información veraz y confiable para la toma de decisiones.
Habilidad
política maquiavélica: comprende la capacidad del líder para acumular capital
político y para crear y mantener coaliciones vencedoras. la habilidad del líder
para comprender un ambiente en permanente cambio, identificar las tendencias
para ajustar a ellas sus tácticas y adecuar su estilo de liderazgo tanto al contexto
como a las necesidades y demandas de los seguidores.