Cd. Mendoza. - En México como en diversas regiones del mundo, el culto a la muerte tiene diversos matices, pero todos llevan al misticismo de la interrogante de conocer que hay después de ésta, expuso en su conferencia "Día de Muertos en México", el Doctor en Antropología y Maestro en Ciencias Antropológicas, Carlos Serrano Sánchez ante más de 200 asistentes reunidos en la Sala de Cabildos del Ayuntamiento local.
Tras la lectura de un currículum internacional en el que ha participado en diversas investigaciones antropológicas, hallazgos y preparado estudios relacionados a estudios prehispánicos, el galardonado Mendocino fue reconocido por el Maestro Melitón Reyes Larios, Alcalde de Camerino Z Mendoza.
Señaló en una intervención de 40 minutos que el culto a la muerte en México es variado, pero tiene dos raíces la primera situada en la tradición prehispánica de nuestra cultura indígena y el segundo luego del mestizaje con una tradición Europea en una sociedad novo hispana.
Ambas son una mezcla de matices que también tienen que ver con prácticas o costumbres de otras regiones en el mundo cono el occidente y citó de ejemplo que en México el concepto de Catrina es relativamente nuevo y se sitúa no más allá a los 50 años con una serie de variantes.
Narro que en las sociedades prehispánicas existían diferentes tipos de entierro y cuerpos rescatados los exhiben en posición fetal, decúbito e incluso boca abajo.
"En Cuicuilco, la zona más antigua de México prehispánico existe una pirámide de donde se encontraron entierros de personas en posición extendida, dorsal e incluso con ofrendas u objetos personales que los antepasados consideraban importantes que tuvieran al momento de hacer la transición de la vida a la muerte.
Objetos que datan del año 600 Antes de Cristo, otros hallados en Teotihuacán refieren momentos de sacrificios humanos para la construcción de pirámides, tal es el caso del dedicado a la luna, ahí fueron hallados entierros de personas en posición flexionada, tradicional y de cúbito, todos mirando hacia el Oriente dónde se sitúa el Tlalocan". Refiere.
El conferencista señaló que la isla de Jaina, situada en el litoral de la Península de Yucatán, perteneciente al estado mexicano de Campeche, es muestra de una necrópolis donde se da cuenta de los primeros entierros de personas.
Otros casos como el Monte Albán fueron halladas cámaras funerarias debajo de la tierra En Palenque en 1949 se descubrió la primera tumba de Pakal originario del siglo VII después de Cristo.
A pesar de que en Mesoamérica la mayoría de las pirámides eran templos ceremoniales en algunas ya se presenciaban entierros en Cholula Puebla. Los entierros descubiertos al interior de la pirámide se hacían dirigidos hacia el norte en tanto que en Tabasco y Tuxpan Veracruz, fueron hallados en posición ventral o boca abajo.
Otros entierros de nuestros antepasados fueron hallados al occidente donde se construían pozos de 10 a 20 metros con cavernas donde eran situados los cuerpos. En el norte las cuevas funerarias como la hallada en la cueva de la Candelaria en el estado de Coahuila, dan cuenta a este tipo de rituales
Esta es la forma en que la antropología le ha hecho un aporte al modo en que la muerte ha sido vista por los mexicanos. Otras como la de Tzompantli eran bardas construidas con cráneos apilados uno sobre de otro y detenidos con varas o tiras de madera.
Con la herencia novohispana se dio paso a las cruces coloniales y los cráneos. Posteriormente a los rituales funerarios en la Nueva España realizados con novenarios, sufragios y honras lo cual fue una estrategia que utilizaron los españoles después de la conquista.
Explicó que en dichas fechas los atrios de la iglesia así como la parte del estrado de estas servían para enterrar a las personas. Posteriormente se dio a conocer la momificación y finalmente los cementerios o catacumbas como la de París o Alemania.
Indicó que en el México reciente José Guadalupe Posadas recreo la estética mexicana de la calavera en el año de 1852. A esto le siguieron en la poesía e historia Octavio Paz, Diego Rivera en la pintura, en la música con el jarabe de ultratumba; la gastronomía con la elaboración de pan dulce pan de fiesta y de muerto y finalmente con huesos canillas y cráneos que asemejaban las costumbres y vivencias entre vivos y muertos.
Al final de la ponencia, vino un espacio de preguntas y respuestas y finalmente la entrega de reconocimiento, acordando que próximamente regresará de visita al municipio de Camerino Z Mendoza para traer otra exposición en Antropología.