Por: Oscar Paz Serrano
Orizaba Ver.- En tres meses, Rosalba Pérez Rodríguez, paciente diabética referida de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 7 en Orizaba, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) al Programa de Atención Social a la Salud (PASS) del Centro de Seguridad Social (CSS), ya ha registrado avances favorables: seis centímetros de disminución en cintura, la báscula refleja cuatro kilos menos, bajó sus niveles de glucosa en sangre y mejoró considerable en su estado de ánimo, dice sentirse con más entusiasmo y energía.
El PASS es una estrategia del IMSS aplicada en forma conjunta, por el área médica y la de prestaciones sociales, con la finalidad de ofrecer alternativas a pacientes con enfermedades crónico degenerativas como diabetes, hipertensión, obesidad, sobrepeso, lumbalgia, para mejorar su salud física y mental, ofreciéndoles alternativas que completen su tratamiento médico, actividades deportivas, recreativas.
Informó la directora del CSS Claudia que actualmente el Seguro Social atiende a aproximadamente 200 pacientes referidos de las UMF de la zona quienes se incorporan de acuerdo a su patología, por ejemplo a ejercicios para la salud, tanto acuáticos como tradicionales, bailes de salón, grupo de autoayuda, cachibol, programa de envejecimiento activo y pláticas sobre alimentación adecuada en enfermedades crónico degenerativas.
Rosalba, de 42 años de edad fue diagnosticada con diabetes hace 18 meses, noticia que la impactó negativamente y que incluso la hizo pensar en la muerte. No obstante, luego de pasar el período de aceptación, asumió su nueva forma de vida, aunque con dificultad para cambiar sus hábitos alimenticios, pero tiene la certeza de que con ello es posible mantener una buena salud.
En agosto su médico la derivó al CSS, a donde acudió no muy convencida pensando que eran actividades en las que no iba a encajar. “Actualmente me siento muy contenta, participo en actividad física acuática y aeróbica, que me ha ayudado a perder peso, a disminuir la circunferencia de mi cintura. Antes mis niveles de glucosa en sangre se ubicaban en 110, y con mis actividades está en 80; me siento mejor emocionalmente y con mucha energía” comentó.
Compartió parte de su rutina acuática la cual consiste en: cinco vueltas caminando dentro de la alberca, cinco vueltas trotando, cinco vueltas alzando las rodillas, ejercicios con peso en brazo, relajación en la tabla y hasta bucitos. “En el caso de la actividad aeróbica la instructora hace muy amena la clase, me gusta mucho participar y además me sirve, el ambiente en general es muy bueno”, expresó.