Murió exiliado padre Herminio
Orizaba, Ver. 09/02/20. - El sacerdote Herminio quien se opuso al autoritarismo del obispo Eduardo Cervantes Merino murió en el exilio en una iglesia en las faldas del volcán Pico de Orizaba.
Los presbíteros sumisos son tratados con suavidad, dulzura y comprensión por el nuncio Eduardo, mientras los que dan guerra les aplica mano dura y severidad extrema.
El cura Herminio no pertenecía al círculo del obispo, de los padres “fifí”, por ello, lo desterraron a la parroquia de la congregación de Loma Grande, municipio de Mariano Escobedo, donde enfermó y falleció a consecuencia de una neumonía fulminante.
Así la rebeldía de Herminio hacia el obispo fue castigada. Lo expulsó de Acultzingo, Ixtaczoquitlán y Ciudad Mendoza, para recluirlo en la sierra del volcán.
Una delegación de fieles del Valle de Orizaba viajará al Vaticano donde solicitará una audiencia con el Papa Francisco para quejarse del desprecio del obispo Eduardo Cervantes, culpable de la muerte del padre Herminio.
Lo que sucede en la diócesis es un espejismo en el desierto. Los incondicionales del obispo ven vergeles y oasis encantadores donde sólo existe arena. La unión hace la fuerza, es el momento de que los exiliados se protejan de la arena que amenaza con lijarles los ojos; y de los espejismos, que cruelmente los engañan Eduardo Cervantes.
Dicen que es necesario practicar un exorcismo al obispo pecador para que el demonio salga de su cuerpo.
Y aunque la iglesia católica no dispone de cárceles con barrotes para los curas insurrectos como el padre Herminio tiene parroquias apartadas para meter en cintura a los rebeldes.
Purgan penas según para beneficiar al que las recibe. Ahí en Loma Grande purgó su penitencia según para corregirlo, aunque se convirtió en una tumba para el pastor religioso.
