Huiloapan, Veracruz.- A pesar de las advertencias del propio Gobierno del Estado, en donde pide a los funcionarios públicos y supuestos “beneficiarios” no dejarse sorprender ni dejarse llevar por falsos gestores de programas emergentes de vivienda, pues todo apunta a que se trata de un “presunto fraude”, ayer al propio Alcalde José Gabriel Flores Sarabia, le valieron madre estos avisos.
Con sus más íntimos amigos y cómplices que laboran en la actual administración pública, el munícipe de extracción morenista puso en marcha el “Programa Emergente Nacional de Vivienda” y hasta mandó a poner una lona del propio Ayuntamiento, en donde asegura que el citado beneficio tiene el respaldo del DIF Estatal y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Con tal de que la gente creyera inocentemente en la cuestionada legalidad del programa nacional, exhibieron este lunes por la tarde una casa muestra con el “antes y el ahora”, haciendo la entrega simbólica de la propiedad a una familia beneficiada; incluso, para no ser auditados, pusieron que el nombrado proyecto corresponde al ejercicio fiscal 2017-2018.
En ese evento al cual nuevamente no fueron convocados los medios de comunicación para no arruinar su fiesta y su negocio, se dio cita Dulce Yadira Barrios Galindo, coordinadora nacional del programa emergente de vivienda, quien el pasado 6 de mayo en la ex – maquiladora de Huiloapan, exigió a los alcaldes, directores de obras y representantes de distintas administraciones municipales, apagar sus teléfonos y evitar tomar fotografías.
La también presidenta de las asociaciones Unión de Trabajadores del Campo y Ayudando Jóvenes, manipuló y convenció al propio Flores Sarabia, para seguir respaldando a este programa pues le dejarían grandes y jugosas ganancias, aún y cuando los recursos recibidos e invertidos pueden ser comprobados por el Órgano de Fiscalización Superior.
Alguien podrá decir que las fotografías no corresponden al presente año, pero se observa claramente a los asistentes usando el cubrebocas; es decir hace 2 0 3 años no había estas disposiciones ni se conocía al COVID-19. Aún y con las recomendaciones emitidas por la Secretaría de Salud y del Gobierno Federal y Estatal, se congregaron más de cien personas, no se mantuvo la sana distancia y mucho menos se proporcionó gel antibacterial.
Recordemos que para estar inscritos en este programa y participar en la edificación de una propiedad, las familias deben aportar la cantidad de mil pesos y actualmente en Huiloapan, supuestamente ya están integrados 250 familias. De los mil pesos que se pagan para ingresar al subsidio, 380 pesos son para la inscripción o formato y 620 es para cubrir los trámites administrativos.
La necesidad por tener un pequeño patrimonio, hace a la gente más humilde y necesitada, sacrificar sus pocos ahorros de muchos días y meses de trabajo y la carencia de un hogar, orilla a las familias caer en las falsas promesas de los gestores, intermediarios y hasta de sus propias autoridades municipales a quienes le depositaron su confianza pero hoy tristemente están decepcionados.
Lo peor aún, es que el mismo munícipe de Huiloapan, se esté prestando a este juego de mentiras y engaños, cuando en uno de sus tantos discursos públicos habló de seguir los pasos del gobierno de la cuarta transformación, sin moches, sin coyotes, ni corrupción, pero hoy él mismo se mordió la lengua.
