Es un mitómano compulsivo y obsesivo
-Deja sin agua a 14 mil familias y le echa la culpa a las “tormentas”
Río Blanco, Ver.-De la noche a la mañana el mitómano Karim Hernández Torres director de la CAEV en Río Banco, quiso ser ingeniero pero lo único que logró fue dañar la bomba nueva que instalaron en el sistema de bombeo 3 Villas para dejar sin agua a 14 mil familias de Río Blanco, y otras 50 mil de Nogales y Ciudad Mendoza. Hoy quien se dice amigo del gobernador quedó mal con el pueblo y su madrina la diputada Corina Villegas la que lo recomendó al “bueno para nada”.
Amas de casa, pensionados, maestros, colonos y demás usuarios exigen al mandatario estatal la renuncia de Karim porque tiene el hábito de mentir para eludir responsabilidades.
Desde el pasado viernes se dañó el equipo de bombeo. El funcionario de la CAEV como no trabaja los fines de semana hasta ayer con su gente de confianza intentó rehabilitar la bomba sin embargo provocaron un corto circuito que la quemó y ahora necesitan otra.
Carlos Moreno López, representante de los colonos de Vicente Guerrero, sugiere a Karim Hernández, que vea a un psiquíatra porque la mitomanía que padece es un trastorno psicológico enraizado en personas inseguras, con sentimientos vengativos. La mentira y el miedo han servido para incitar a la violencia. El autoritarismo y el narcisismo son dos rasgos de los mitómanos que, desde el poder, fabrican falsedades para eludir sus responsabilidades, convencidos de que la opinión pública siempre es manipulable.
Desde que llegó a la CAEV de Río Blanco, apoyado por su madrina Corina Villegas la cual se dice enlace de Cuitláhuac García Jiménez y secretario de Gobierno “no ha hecho más que mentir”. Y solo basta revisar su historial para comprobar la ineptitud de Karim Hernández que ruboriza al mismísimo pinocho. “Soy familiar del gobernador y mi madrina es Corina”, grita a los cuatro vientos el mentiroso de Karim que para pretender tapar su ineficacia, le echa la culpa los fenómenos naturales, como es el caso de la tormenta registrada el 6 de julio pasado, creyendo que el pueblo se “chupa el dedo”.
