Crónicas
urgentes
Pensamiento
dicotómico; de Vox a la despenalización del aborto.
Claudia
Constantino
El pensamiento dicotómico,
polarizado o de alto contraste se caracteriza por la tendencia a dividir el
mundo en dos. No hay términos medios. Las situaciones son blancas o negras,
positivas o negativas, buenas o malas. Las personas son inteligentes o
estúpidas, nobles o malvadas, santas o demoníacas, amigas o enemigas, me
aceptan o me rechazan. Uno tiene control sobre las cosas o no lo tiene, es eficaz
o ineficaz, débil o fuerte, capaz o incapaz, útil o inútil. Su lema es “todo o
nada”. ¿Le suena conocido? ¿A quién le trajo a la mente?
Resulta que estos errores de
pensamiento han sido propuestos por Aaron T. Beck y son las falacias lógicas o
distorsiones cognitivas que subyacen en la neurosis. Cuando caemos en esta
falacia, olvidamos que las habilidades y los talentos humanos no se ubican en
los extremos sino en algún punto de la infinita gama de grises que existen
entre el blanco y el negro.
Pensar dicotómicamente puede ser
útil en situaciones donde la vida está en peligro y hay que tomar decisiones
rápidas, pero en el resto de las situaciones de la vida cotidiana en que la
vida no está en riesgo el pensamiento polarizado resulta claramente autoderotista.
Y yo agregaría: más que dañino, sobre todo si se trata de todo un país, en este
caso México.
Esta ha sido la propuesta de
pensamiento que nos han hecho los últimos tres años y contando. Polarizar es la
estrategia, el discurso, la encomienda, lo necesario; lo único. Quienes se
sustraen de esta propuesta, advierten sobre la enorme escala de grises que no
está en la agenda pública del país. Por desgracia, ellos son los menos.
En la sociedad mexicana, la mayoría
ha sucumbido al bombardeo mediático de la mañanera y sus réplicas ad infinitum
y se ha reagrupado en dos bandos: los que están con el presidente y los que no.
En este tiempo también hemos visto a los que están (la mayoría mujeres) en
favor de la agenda de género y los que no. Los que no, tan solo ayer sufrieron
un duro revés: por decisión unánime de los ministros de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación se ha declarado inconstitucional la penalización del aborto. No
habrá más mujeres encarceladas por tomar la decisión de someterse a un legrado.
No más muertes de mujeres por abortar en las peores condiciones.
Quienes estaban a favor celebran que
México avance en el camino de la justicia para las mujeres. El camino, hasta
este importante avance ,ha sido largo y sinuoso. A pesar de tales dificultades,
una expresión política del corte de Vox (partido español de ultraderecha) ha
alcanzado adeptos entre mexicanos en posiciones de poder y también habrá, con
toda seguridad ciudadanos de a pie, que simpaticen con esto.
Estuvo a cargo del senador
veracruzano Julen Rementería la organización de la alianza (15 de 25 senadores
firmaron) con Santiago Abascal, líder del partido de extrema derecha español.
El control de daños por parte de la dirigencia nacional del PAN ha sido casi
imposible. ¿La razón que tuvieron para hacer dicha alianza? Otra vez el
pensamiento dicotómico. Pensaron mandarle el mensaje al presidente López
Obrador, de que: “México nunca va a ser comunista”.
El pensamiento dicotómico también
acuñó la guerra fría. Ahora en el mundo digital insisten en partir el mundo en
dos, como sea. Tirios y troyanos se agrupan y parece que las opciones para 130
millones de mexicanos son dos, siempre sólo dos.
Volviendo al escándalo panista, la
cúpula mandó a la piedra de los sacrificios a un funcionario menor: Christian
Camacho, a quien se señala como promotor de la reunión. No hay forma de que eso
sea suficiente, lo que vive el pan es un error muy costoso causado por su ala
extremista.
Esta torpeza auspiciada por el
senador veracruzano ha refrescado la memoria de muchos que vivieron la censura
en los libros de texto impulsada por Carlos Abascal, secretario de gobernación
con Vicente Fox. Los senadores panistas lograron en tiempo récord desempolvar
todos los fantasmas que nos han perseguido por generaciones y ensanchar la
brecha ideológica de la mano del pensamiento dicotómico: “Comunismo no,
Cristianismo sí”. Enorme favor le han
hecho al presidente, renovaron su material para mantener su polarizar o morir.
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