NOGALES;
Ver. 21/10/22 (LasAltasMontañas).
En el cementerio municipal
"Benito Juárez", deambulan almas en pena que fueron cremadas en un
horno después de ser fusiladas por el ejército que perseguía a las huestes
revolucionarias.
La historia describe que el
horno, operado a carbón, fabricado con ladrillos e instalado en el panteón, lo
utilizaban para cremar los restos mortales de indígenas y campesinos
revolucionarios.
Uno de los sepultureros
comenta que cuando pardeaba la tarde se aparecía junto al horno una persona
vestida de blanco que al acercarse se esfumaba sin dejar rastro alguno.
"A veces, cuando andamos
solos entre los pasillos, escuchamos ruidos extraños, quejidos de personas e
incluso vemos siluetas, pero es algo a lo que ya estamos acostumbrados",
narran los empleados del panteón.
Son testigos de ruidos
inexplicables mientras caminan entre las tumbas y en el área donde se localizan
lapidas de muchos años de antigüedad, han sentido escalofríos y hasta la
sensación de energía negativa.
Julio Ángel Dávila Bocanegra,
platica que aunque al principio llegó a sentir miedo de estar solo en el
cementerio, a la fecha dice ser dichoso de tener una experiencia paranormal con
almas en pena.
Recordó que llegan reporteros
de televisoras nacionales para realizar reportajes de “La Niña”, el horno
crematorio, los frailes, los pequeños que por las tardes salen a jugar y
brincar y otras apariciones que ya se convirtieron en leyendas.
Detalla que pudieron
presenciar que entre los pasillos se apareció la figura de una niña vestida de
blanco.
Dentro de su experiencia como
sepulturero también ha presenciado como adentro de una capilla una familia
colocó muñecas y fotografías.
Los golpes y ruidos extraños
que se manifiestan ya no lo atemorizan, pues ya se acostumbró a convivir con
los muertos sepultados en el cementerio municipal.
El presidente municipal,
Ernesto Torres Navarro, invita a conocer la historia que guarda el panteón
"Benito Juárez".