Tlilapan; Ver. (LasAltasMontañas). Tal y como era de esperarse, el dúo
dinámico conformado por la Síndica Jovita Cortés Guzmán y el Regidor Luis
Gustavo Tiburcio Aguas, se negaron rotundamente a firmar el acta de cabildo
para autorizar la adquisición de una plataforma virtual conocida como Aspel
COI, cuyo software de contabilidad permitirá la agilización para el timbrado de
nómina de los empleados al servicio del Ayuntamiento, ante el Sistema de
Administración Tributaria (SAT).
Durante una sesión abierta de cabildo realizada en la biblioteca
municipal (cuya reunión ellos mismos solicitaron), en principio los ediles
antes mencionados no quisieron darle voz ni voto a todos los servidores
públicos argumentando que en una sesión abierta de cabildo solo pueden opinar
los integrantes del cuerpo edilicio y todos los demás debieran de abstenerse;
es decir, les valió la opinión de los ciudadanos quienes para todos es bien
sabido forman parte para la toma decisiones en la vida pública de un municipio.
En cada momento y de una manera despectiva, prepotente y altanera,
Cortés Guzmán, se refirió a los policías, secretarios, ingenieros, barrenderos
y demás trabajadores como si fueran sus propios empleados, poniéndose títulos
falsos de reyes, virreyes y hasta monarcas regidos bajo un sistema de gobierno
conocido como la autocracia. A Jovita, solo le faltó decirles a sus súbditos
que le pintaran las uñas.
Con sus artículos, fracciones y un supuesto conocimiento de la Ley
Orgánica del Municipio Libre (la cual por cierto interpreta de acuerdo a sus
propios intereses y conveniencia), Tiburcio Aguas, quiso impresionar a los
asistentes exponiendo que no se cuenta con la debida transparencia en el uso y
dispersión de los recursos públicos y todo se haría a través de oficios
firmados y sellados, aunque solo le faltó proponer que si alguien quiere ir al
baño primero debe de presentar un oficio para poderle darle permiso.
Incluso, como si fuera el asesor de Alma Delia González Cobos, Auditora
General del Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS), se atrevió a señalar a
sus propios compañeros de trabajo como presuntos responsables y cómplices de un
desvío de recursos. Afortunadamente, el departamento contable le presentó
públicamente todas las compras y adquisiciones con recibos y facturas y lo
invitaron a revisar toda la documentación e incluso a denunciar cualquier daño
o perjuicio en el sistema financiero.
Desafortunadamente, pasan los días, las semanas y los meses y tanto la
Síndica como el Regidor, se niegan a firmar estados financieros, propuestas de
inversión y hasta la nómina del Ayuntamiento y mientras eso pasa la actual
administración municipal, se encuentra incurriendo en un daño patrimonial, ante
la omisión de esas obligaciones y no dar cumplimiento a un deber legal el cual
podría terminar en el embargo, pues no se ven reflejadas las percepciones, ni
retenciones y mucho menos las deducciones de impuestos de los empleados ante el
SAT y eso los ha llevado a recibir observaciones.
Públicamente, invitaron a la Síndica a ingresar las claves y los sellos
a fin de garantizar la solvencia económica para pagar los sueldos a los
trabajadores, pero ésta una vez más pasó por alto las recomendaciones. Acto
seguido, le contestaron a la síndica el porqué de su negativa aún y cuando la
pasada contienda electoral ella les pidió el voto de los ciudadanos y gracias a
esa confianza, Jovita se encuentra ganando un jugoso sueldo en el Ayuntamiento,
pero todo fue gracias al pueblo.
Al pedir el uso de la voz, la Agente Municipal de la Congregación de
Tonalixco Matilde Romero de la Trinidad, le recriminó a los ediles la falta de
seriedad y responsabilidad pues a más de seis meses de haber ganado limpia,
democráticamente y con transparencia la elección para el cargo que hoy ostenta,
los citados ediles aún la siguen desconociendo y continúan violando sus
derechos político-electorales, aunque para todos es bien sabido que el Profesor
Gustavo, aún no supera la derrota de su hermano Germain.
La discusión, se agudizó cuando personal de la misma tesorería, les
pidió a los ediles dirigirse a ellos con respeto, amabilidad y atención, pues
han tenido que soportar señalamientos, humillaciones y malos tratos, razón por
la cual harán las denuncias correspondientes ante las instancias pertinentes
por cometer en agravio de los mismos servidores violencia en razón de género.
Afortunadamente, el Alcalde Jaime López Montalvo, dio la cara ante este
tipo de adversidades y pidió a los integrantes del cabildo trabajar en unidad
por el progreso y el desarrollo de Tlilapan; sin embargo, a ellos no pareció
interesarles. Lo que si le interesa a Luis Gustavo, es seguir cobrando en el
ayuntamiento y continuar teniendo un sueldo como maestro en el sistema federal
y seguir derrochando los recursos en bebidas embriagantes como cuando asiste a
los antros de Orizaba, así como a los pulques en Acultzingo y a pasearse junto
con la Síndica por las principales calles y avenidas de Río Blanco.