Cosas Pequeñas
AGRESIONES
Juan Antonio Nemi Dib
Suponiendo que algún lector paciente y tolerante me regalará unos minutos para ojear estas líneas, el calendario y la lógica me sugieren que las dedique yo a recuperar un poco de los mensajes universales que ofrece la fiesta de Navidad y que, sin embargo, la falta de tiempo para las urgentísimas compras de época y la preparación del relleno del pavo, provocan que se posterguen e incluso, se olviden. Sorprendería conocer el número de personas que identifican la noche del 24 de diciembre con regalos y jolgorio y que desconocen al festejado y las razones de su fiesta. Sobre este asunto hay mucha tela de la que cortar –quizá para vestir a una manada de elefantes— y la oportunidad de aparecer espiritual y reflexivo, escribiendo sobre cosas relativamente agradables, aunque posiblemente repetitivas y cursis, se presentará de nueva cuenta hasta dentro de un año, por lo que cuesta trabajo apartarse de la decembrina tentación de usar al niño Jesús y a su pesebre como argumentos para un mensaje espiritual y motivador. Sin embargo, la compulsión por narrar tres estampas de mi faceta automovilística es mayor que mi deseo de aparecer como predicador "quedabien" y supongo que, en cierta manera, serán de mejor provecho que una filípica moralista... enlace permanente enlace relacionado