ANIMALIA
LAS ÓRDENES DEL ALCALDE DE ORIZABA
MARICARMEN GARCÍA ELÍAS
El 17 de abril una nota de este prestigiado medio de comunicación dio cuenta que policías municipales que se encuentran en servicio en el palacio municipal de Orizaba procedieron a disparar con rifles de diábolos a los pichones que se acercaban a la fachada del inmueble, “por órdenes de la autoridad municipal” y por autoridad municipal entendemos la figura del Alcalde.
La nota detalla que fueron los mismos transeúntes quienes informaron a este medio de comunicación lo que estaba ocurriendo, al ser cuestionados los uniformados del por qué hacían esto se limitaron a responder nuevamente que era “por órdenes de la autoridad municipal” y mencionan a la letra; “recibimos la orden de no permitir que paren en el inmueble, así que lo que hacemos es eso obedecer la orden que se nos dio por parte de la autoridad municipal, nada más”.
En el resto de la nota el regidor duodécimo Francisco Fernández Orbezo, se dedica a corroborar las instrucciones que tienen los policías ya que se han convertido en “fauna nociva” y que consultaron a control de plagas y les sugirieron espantarlos con disparos o bien utilizar químicos, decidiéndose por la primera para no matarlos según ellos, cuando los diabolos es igual o peor que si los mataran, primero porque aquellos diabolos que le atinen a las aves explotan dentro de su cuerpo, en animales más grandes quizás causen hematomas pero si tomamos en cuenta la anatomía de los pichones, estamos hablando que es una muerte lenta y cruel. Por supuesto al Alcalde no le debe de interesar esto, él da instrucciones y ya, como ha hecho en otros casos no solo en éste, por ejemplo con los vendedores ambulantes.
Existen otros métodos para alejar a estas aves sin causarles daño, por ejemplo, métodos físicos auditivos que reproducen gritos de alarma de las aves ante predadores, de los predadores mismos, o incluso que producen sonidos estridentes con un patrón aleatorio; vehículos que emiten sonidos estridentes y/o visuales, métodos más baratos que los diabolos y que los mismos controladores de plagas pueden sugerir.
Hay que considerar que las aves usualmente se acostumbran rápidamente a los repelentes auditivos y visuales, por lo que se sugiere combinarlos y variarlos tanto en el espacio como en el tiempo, es decir, moverlos de un sitio al otro, aplicándolos con un patrón aleatorio, no predecible, con el tiempo las aves dejarán de visitar estos lugares pues los asociarán con peligro, por supuesto también se debe exhortar a las personas a no alimentar a las aves en los espacios prohibidos. Los métodos químicos no son recomendables pues contaminan el ambiente.
Resulta inadmisible entonces, que el Alcalde opte por lo más fácil y antes de tomar una decisión como esta deje de lado otras opciones que son menos agresivas. Es su obligación conocer antes de actuar y que sus asesores investiguen por él los pros y contras de cualquier acción que emprenda, porque no se trata de ser autoritario, su cargo se lo debe a los ciudadanos que votaron por él, no porque las palomas no voten crea que puede deshacerse de ellas de la manera que se le antoje, al rato cualquier persona va a aprovechar esto como “cacería deportiva”.
Orizaba ha tenido avances en concientización y respeto a los animales en los últimos años, gracias a las asociaciones que han impulsado proyectos, por ejemplo con la creación del Centro de Protección Animal y las campañas de esterilización, pero no es la primera vez que en Orizaba se violentan los derechos de los animales y nadie de las autoridades dice ni hace nada al respecto, anteriormente en el antirrábico electrocutaban a los perros callejeros. Hubo recientemente un caso donde a una señora se le decomisaron diez perros porque uno de ellos mordió a una persona y ni siquiera de gravedad, el destino que corrieron estos animales se desconoce. ¿Es que acaso hay un cierto número permitido de mascotas que podemos tener?, sobre todo cuando las personas, si bien humildes, tienen la capacidad de alimentarlos y tenerlos en un espacio suficiente como sucedió en este caso.
El munícipe ignora que los animales tienen derechos, existe una Declaración Universal de los Derechos de los Animales, signada por la ONU y 15 países entre ellos México, que así lo estipula y donde el primer derecho que se protege es la vida. Lo exhorto Alcalde a que aplique otros métodos de control que no dañen a las aves y coloque a Orizaba como una de las ciudades modelo en respeto hacia los animales, recuerde que la cultura de un pueblo y de sus gobernantes se mide por la forma en que trata a sus animales. gaem80@gmail.com
LAS ÓRDENES DEL ALCALDE DE ORIZABA
MARICARMEN GARCÍA ELÍAS
El 17 de abril una nota de este prestigiado medio de comunicación dio cuenta que policías municipales que se encuentran en servicio en el palacio municipal de Orizaba procedieron a disparar con rifles de diábolos a los pichones que se acercaban a la fachada del inmueble, “por órdenes de la autoridad municipal” y por autoridad municipal entendemos la figura del Alcalde.
La nota detalla que fueron los mismos transeúntes quienes informaron a este medio de comunicación lo que estaba ocurriendo, al ser cuestionados los uniformados del por qué hacían esto se limitaron a responder nuevamente que era “por órdenes de la autoridad municipal” y mencionan a la letra; “recibimos la orden de no permitir que paren en el inmueble, así que lo que hacemos es eso obedecer la orden que se nos dio por parte de la autoridad municipal, nada más”.
En el resto de la nota el regidor duodécimo Francisco Fernández Orbezo, se dedica a corroborar las instrucciones que tienen los policías ya que se han convertido en “fauna nociva” y que consultaron a control de plagas y les sugirieron espantarlos con disparos o bien utilizar químicos, decidiéndose por la primera para no matarlos según ellos, cuando los diabolos es igual o peor que si los mataran, primero porque aquellos diabolos que le atinen a las aves explotan dentro de su cuerpo, en animales más grandes quizás causen hematomas pero si tomamos en cuenta la anatomía de los pichones, estamos hablando que es una muerte lenta y cruel. Por supuesto al Alcalde no le debe de interesar esto, él da instrucciones y ya, como ha hecho en otros casos no solo en éste, por ejemplo con los vendedores ambulantes.
Existen otros métodos para alejar a estas aves sin causarles daño, por ejemplo, métodos físicos auditivos que reproducen gritos de alarma de las aves ante predadores, de los predadores mismos, o incluso que producen sonidos estridentes con un patrón aleatorio; vehículos que emiten sonidos estridentes y/o visuales, métodos más baratos que los diabolos y que los mismos controladores de plagas pueden sugerir.
Hay que considerar que las aves usualmente se acostumbran rápidamente a los repelentes auditivos y visuales, por lo que se sugiere combinarlos y variarlos tanto en el espacio como en el tiempo, es decir, moverlos de un sitio al otro, aplicándolos con un patrón aleatorio, no predecible, con el tiempo las aves dejarán de visitar estos lugares pues los asociarán con peligro, por supuesto también se debe exhortar a las personas a no alimentar a las aves en los espacios prohibidos. Los métodos químicos no son recomendables pues contaminan el ambiente.
Resulta inadmisible entonces, que el Alcalde opte por lo más fácil y antes de tomar una decisión como esta deje de lado otras opciones que son menos agresivas. Es su obligación conocer antes de actuar y que sus asesores investiguen por él los pros y contras de cualquier acción que emprenda, porque no se trata de ser autoritario, su cargo se lo debe a los ciudadanos que votaron por él, no porque las palomas no voten crea que puede deshacerse de ellas de la manera que se le antoje, al rato cualquier persona va a aprovechar esto como “cacería deportiva”.
Orizaba ha tenido avances en concientización y respeto a los animales en los últimos años, gracias a las asociaciones que han impulsado proyectos, por ejemplo con la creación del Centro de Protección Animal y las campañas de esterilización, pero no es la primera vez que en Orizaba se violentan los derechos de los animales y nadie de las autoridades dice ni hace nada al respecto, anteriormente en el antirrábico electrocutaban a los perros callejeros. Hubo recientemente un caso donde a una señora se le decomisaron diez perros porque uno de ellos mordió a una persona y ni siquiera de gravedad, el destino que corrieron estos animales se desconoce. ¿Es que acaso hay un cierto número permitido de mascotas que podemos tener?, sobre todo cuando las personas, si bien humildes, tienen la capacidad de alimentarlos y tenerlos en un espacio suficiente como sucedió en este caso.
El munícipe ignora que los animales tienen derechos, existe una Declaración Universal de los Derechos de los Animales, signada por la ONU y 15 países entre ellos México, que así lo estipula y donde el primer derecho que se protege es la vida. Lo exhorto Alcalde a que aplique otros métodos de control que no dañen a las aves y coloque a Orizaba como una de las ciudades modelo en respeto hacia los animales, recuerde que la cultura de un pueblo y de sus gobernantes se mide por la forma en que trata a sus animales. gaem80@gmail.com