En Catemaco
Inicia el Festival del Primer viernes de marzo
CATEMACO, Ver. 4 de marzo de 2011.- El Festival del Primer Viernes de Marzo dio inicio en esta ciudad con el fin de rescatar las costumbres y tradiciones la región de los Tuxtlas, donde prevalece la cultura, la magia y el misticismo. En el evento estuvo en representación del gobernador Javier Duarte de Ochoa, la secretaria de Turismo, Cultura y Cinematografía, Leticia Perlasca Núñez.
Acompañada por el alcalde Eliuth Cervantes Ramírez, la Secretaria de Turismo destacó la importancia del evento donde se conjugan aspectos científicos e históricos que permiten promover las tradiciones turísticamente, al tiempo que prevé imbuir en las personas el respeto al medio ambiente y a las bellezas naturales de la región.
El munícipe invitó a los visitantes a disfrutar de los bellos paisajes, las cascadas, la laguna, las montañas y los variados espacios de recreación que se ofrecen y convergen con la biodiversidad y el sincretismo de fe, mitos, magia y cultura.
En una noche cálida, las calles lucieron atestadas de carros de familias de la zona, del estado y del país. Destaca la presencia de extranjeros realizando paseos en el malecón, degustando la rica y variada gastronomía de la región así como los diversos comercios de artesanías, que en estos días se fortalecen con la derrama económica que dejarán los visitantes.
El Director de Turismo municipal, David Hernández Brizuela, resaltó que con este evento, el primero que realiza la presente administración local, se pretende mostrar a las nuevas generaciones, a veracruzanos y visitantes, aspectos de la herbolaria, el chamanismo, la danza y la cultura ancestral, que lamentablemente son poco conocidos.
Tras señalar que desde el jueves 3 iniciaron las actividades previas con un ritual en el lugar conocido como El Cerrito, donde participaron danzantes de Oaxaca, Tehuacán y el estado de México, el funcionario municipal refirió que la localidad es reconocida a nivel internacional no sólo por sus bellezas naturales, sino también por su mote de tierra de brujos.
El escenario se iluminó con velas, antorchas, sahumerio, luces multicolores, y un escenario representado con motivos de la cultura olmeca, prevalecieron figuras de jaguares, que en la cosmovisión prehispánica se caracterizan por una fuerte obsesión felina, cuyo simbolismo étnico alterna dos conceptos místicos: la noche y la obscuridad.
Ahí hicieron su aparición los músicos de Tlacotalpan, encabezados por el jaranero Cirilo, promotor de esa bella ciudad, quien a sus 81 años ha realizado no sólo una escuela del arte del requinto.
Durante el evento, el Ballet Infantil de la Casa de la Cultura de “Doña Elena”, maestra fundadora y difusora del son jarocho, dio muestras del arte de zapatear y también el coordinador de danzantes de la zona de los Tuxtlas, Manuel Villegas, deleitó a los presentes en este año nuevo olmeca, el cuarto dedicado al coyote.
El antropólogo Álvaro Brizuela Absalón, quien ha participado como conferencista en diferentes países como Panamá, Chile y Argentina, habló a los presentes sobre los orígenes, historias y leyendas de Catemaco.
El doctor Héctor Cárdenas Escobar, cronista de la ciudad, que se ha dedicado por años coadyuvar a destacar los ritos de la región, sustentó el tema de la herbolaria tradicional en la época prehispánica.
También se efectúo el ritual del chamán Gonzalo Pérez Escobar, con diversos tipos de limpias, quien ha dedicado 48 años de sus vidas a esta labor. En su ceremonia estuvo acompañado en la labor de sahumerio, purificación y amuletos por Leonor Herrera Marcial.
El Ballet del Colegio Educativo “Sor Juana Inés de la Cruz” presentó un baile que transmite y envuelve a los presentes en su espectáculo, en una dimensión de los “desconocido”. De la ciudad de Guadalajara estuvo el Grupo Musical “Shaktimea” con sus tambores y flautas.
Y finalmente, la presentación de la obra teatral de suspenso, miedo y terror, con más de mil 200 representaciones en diez años de éxito, “La Llorona”, que refleja la intensidad de una tradición ancestral: la mitología de una mujer que asesinó a sus hijos por el abandono de un hombre; escrita por Sebastián Verti, Premio Nacional de Periodismo, y dirigida por el productor y escritor de Fundación Televisa, Iván Cochegrus Rivera.