El
Baldón: La República del Odio
Por José Miguel
Cobián
En tiempos de política, todo
se exagera. Alto a la represión. Vuelve
el partido autoritario. La responsabilidad por los golpeados o reprimidos en
Córdoba es de Peña… Las redes sociales
están llenas, más de lo otro que de lo uno.
Sin embargo, quitando la pasión en general hay algunas conclusiones que
creo debemos analizar juntos, mis dos lectores y yo.
El ambiente electoral se ha venido calentando
día don día… Yo he escrito varios llamados contra la polarización, contra la
intolerancia y contra la ignorancia. Explicando que de seguir los llamados al
odio, las cosas se pondrán cada vez más violentas, y no sabemos para beneficio
de quien.
Los jóvenes protestantes
(porque iban a protestar) si bien estaban en su derecho, les faltó prudencia.
Un excelente ejemplo es un partido chivas vs América, y quisiéramos ver si los
de la porra de uno van a la celebración del otro. Inmediatamente estalla la
violencia.
Que no debió de haber
violencia, es cierto. Que fue una vergüenza que estuviera presente el director
de política regional y no hubiera podido resolver el conflicto sin llegar a las
manos, es cierto. Que los policías no debían de tomar partido y mucho menos
detener a los agredidos salvo por su propia seguridad, también es cierto. Que
los gorilas del PRI no debieron atacar a los protestantes, también es cierto.
Que estuvo totalmente mal, y que fue algo que seguramente le quita votos a Peña
y por lo tanto afecta tanto al presidente municipal y al gobierno del estado
también muy cierto. Que se demostró incapacidad e incompetencia para manejar
estos asuntos. Y sobre todo, que Córdoba se convirtió por medio de las redes
sociales y los noticieros en una república bananera por la actuación de sus
autoridades y miembros de un partido político también es cierto.
Pero leer en las redes sociales comentarios
como que la primera acción de gobierno debe ser suicidarse y que sus seguidores
también se suiciden, esto ya es diferente.
Quien lo escribió aclaró que era ironía… Pero la realidad es que escuché
a muchos jóvenes, sobre todo simpatizantes del PAN comentarios similares o
peores, comentarios llenos de odio, con frases tipo Maldito, que se muera, y
cosas más graves aún. Jóvenes que están
comenzando a la vida, que no conocen de política y que están siendo manipulados
desde sus casas, desde la escuela (pues los maestros también adoctrinan en
escuelas privadas), desde la propia iglesia incluso. Y lo sé, porque he escuchado a adultos
expresarse en términos terribles sobre nuestro gobernador, a quien no conocen
personalmente, pero a pesar de ello, alguien interesado les ha llenado el
corazón de odio.
Se percibe un ambiente
similar al previo a alguna revuelta popular. En el cual personas que no tienen
nada que ganar ni que perder en política, gane quien gane. Son capaces de cualquier
cosa por defender lo que creen que es correcto, y no perciben que están siendo
manejados, hasta lo más profundo de su corazón y de su mente. Lo afirmo porque no concibo comentarios como
los que he leído y escuchado de personas a las que conozco como gente educada,
profesionales, con calidad humana y sentimientos buenos.
Si caemos en la República
del odio, será muy difícil salir de ella.
Razonemos: Peña ni sabía de la protesta, mucho menos dio la orden de
reprimir a los jóvenes. Algún
descerebrado pensó quedar bien son sus superiores en la estructura partidista y
comenzó con la violencia, a ciencia y paciencia de un negociador nato como el
director de política regional, que demostró su incompetencia y su falta de
capacidad para ocupar ese cargo, avergonzando a la subsecretaría de
gobierno. Si a alguien dañó el evento de
violencia fue al candidato, que perdió votos, y apareció su partido como represor
en todo México y partes del mundo. También resultó dañado el gobierno del
estado, pues aparecen como gente que no puede manejar estos problemas, y la
relación con el candidato seguro sufrió menoscabo. A nivel municipal el asunto también afecta,
pues el candidato no sabe si los policías eran municipales o estatales, y pasó
en Córdoba, así que el presidente municipal queda mal con quien probablemente
sea el próximo presidente de México.
Negar lo anterior es
demostrar falta de capacidad de razonamiento. Así que quedan dos cosas, la
primera, lamentar que esta represión se diera Córdoba y aprovechar el escándalo
para que las autoridades no vuelvan a realizar este tipo de actos
represivos. Los padres deben de
aprender a no permitir que sus hijos asistan en calidad de provocadores
ingenuos en una situación tan riesgosa. Y en general, todos y cada uno de
nosotros debemos comenzar a luchar contra esa República de Odio que se está
instaurando cada día más en México… La situación es muy grave y no podemos
estar jugando con chispas junto a un bidón de gasolina listo a explotar.
P.D. Si alguien ha visto un
cachorro bulterrier de tres meses atigrado con cuello blanco, y una mancha en
forma de lunar en la cabeza, favor de comunicarse conmigo… Hay recompensa por
encontrarlo.
www.josecobian.blogspot.com miguelcobian@gmail.com @jmcmex