En vísperas del Día de Muertos, limpia
pública recolectó 2 toneladas de
basura en el camposanto municipal.
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Del panteón
municipal de Zongolica
Por Domingo Simón Ortega
Zongolica, Ver., octubre 22 de 2012.- En vísperas de
Todos Santos, las autoridades municipales a través del departamento de limpia
pública ha recolectado más de 2 toneladas de basura en el panteón municipal,
informó Humberto Cervantes Huerta.
El coordinador de Protección Civil afirmó que en
durante estas festividades de Día de Muertos, se tiene previsto que lleguen más
de 2 mil visitantes a este campo santo, quienes llevan flores, e incluso,
conviven con sus difuntitos.
Mencionó que ya se están tomando las medidas
preventivas necesarias para evitar que haya aglomeraciones y se presente alguna
contingencia con las personas que llegan a este sitio, a partir del día 28, 29,
30 y 31 del mes en curso y los primeros días de noviembre.
El objetivo es que esas instalaciones den una buena
imagen a los visitantes y permanezcan libres de basura, para lo cual se han
instalado una serie de contenedores donde se pueden depositar los desechos y
además de recipientes de agua para que laven las tumbas.
Cervantes Huerta afirmó que en el primer cuadro de
la ciudad ya se pueden observar los puestos de “Todos Santos”, donde los
comerciantes ofrecen veladoras, vasijas, copal, calaveritas de dulce y otros
artículos que son propios de estas fechas.
Dijo que en coordinación con el área de comercio se
han habilitado operativos para que prevalezca el orden en las calles de la
ciudad, tomando en cuenta que estas son muy reducidas, acciones encaminadas a
prevenir accidentes con los peatones.
Finalmente hizo una invitación a los habitantes de
la región centro del Estado para que visiten esta región de las altas montañas
y puedan apreciar la riqueza cultural y de sus tradiciones ancestrales.
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Lamentablemente en municipios pequeños y
grandes, el diezmo es parte de la picaresca local, forma parte indisoluble del
poder, de los usos y costumbres que todos los involucrados consideran normales.
Puede haber alcaldes que pierdan piso, y
que busquen obtener mayores beneficios, motivo por el cual utilizan la
tesorería como si fuera parte de su patrimonio personal. Los más inteligentes
guardan lo que obtienen de manera ilícita, mientras que los más ignorantes e
impreparados, viven tres (próximamente cuatro) años como reyes, y luego
regresan a su triste realidad.
Como el uso discrecional de los recursos
públicos forma parte de la cultura nacional, mientras el alcalde haga un papel
medianamente decoroso, nadie le reclamara el haber obtenido algún beneficio
adicional durante su gestión.
También existe la posibilidad de que las
envidias, y sobre todo, la oposición, se dediquen a difamar al alcalde en el
último trecho de su administración, y siendo el pueblo mexicano tan crédulo
para lo malo, el alcalde acabará con su reputación hecha trizas, mucho más allá
de lo que su mala actuación pudiera haberlo llevado. Como siempre, hay una mano que mece la cuna,
mano que puede provenir del propio partido del alcalde saliente, o puede
también provenir de otros partidos políticos.
En Veracruz los expertos en difamar y mentir sobre la actuación de los
funcionarios son algunos distinguidos miembros de Acción Nacional, aunque entre
los priístas conocen tantas mañas que cuando lo desean, no se quedan atrás en
cuanto a deshacer la imagen pública de alguien.
Resulta extraño ver a tantos ciudadanos
luchando por las alcaldías, cuando la inmensa mayoría no tienen recursos, sus
participaciones están rasuradas por los pagos de préstamos o compromisos
contraídos con anterioridad, lo cual va a provocar que cuando el flamante
ganador de la elección llegue a la silla, se encuentre con una tesorería
quebrada, y sin recursos para enfrentar los mínimos compromisos que tuviera
intención de cumplir, lo cual a su vez lo convierte en vasallo del gobierno del
estado, pues su actuación dependerá de los pocos o muchos recursos que reciba
desde Xalapa, ya que los recursos propios no alcanzan para nada.
Sin embargo, también hay unos cuantos
ingenuos, que piensan que si ellos llegan a la alcaldía, las cosas van a
cambiar para su municipio, sin estar enterados siquiera de los recursos con los
que van a contar, y cuánto de ellos está comprometido anticipadamente por gasto
corriente o pago de préstamos. A fin de
cuentas, candidatos mexicanos que se avientan a la mexicana por un puesto, sin
saber siquiera a lo que se van a enfrentar.
Así, cada administración tenemos años
perdidos para el pueblo y para el desarrollo municipal, pues llegan ciudadanos
sin capacidad e improvisados, no solo a la alcaldía, sino también a los puestos
edilicios. Ediles a los que el alcalde
coopta mediante dádivas económicas, y que a fin de cuentas acaban vendiendo su
alma al diablo por unos cuantos pesos, en lugar de representar al sector de la
población que los llevó al puesto público.
Así, veremos pronto, como arrecia la
rebatinga por las alcaldías, esperando el añorado dedo que los señale como el
próximo candidato, o analizando como comprar a los delegados votantes
(cualquiera que sea su nombre) para obtener la ansiada candidatura, y luego, a
los cuatro años, salir con unos centavitos más en la bolsa, una reputación por
los suelos, y muchos, pero muchos enemigos más de los que tenía cuando entró.
Mientras tanto, una vez que se gana, a
repartir el presupuesto y el pastel, incluyendo a familiares y amigos en la
nómina y en la prestación de servicios al municipio, como también se hace en
las secretarias de estado, estatales y federales, en los gobiernos de los
estados y en el gobierno federal.
Por eso, resulta ridículo pensar que hay
esperanza en cada cambio de gobierno, cuando hay muy pocos, pero muy pocos
funcionarios que acceden al poder para servir, mientras que una gran mayoría de
los electos, accede únicamente para servirse.
Gracias a Dios por esas escasas pero honrosas excepciones.




