Día de Muertos, una fiesta muy viva en
Zongolica…
Por Domingo Simón Ortega
Zongolica, Ver.- Con la llegada de los
puestos de “Todos Santos” en las calles de esta localidad, inician los festejos
del “Día de Muertos”, una tradición muy viva en la comunidad náhuatl en esta
región de las altas montañas.
Familias enteras recorren cada uno de
los puestos donde se comercializa copal, veladoras, canastos, vajillas de barro
para el mole, arroz y el chocolate, floreros, calaveritas y muchos artículos
más con que se adornan los altares de los Fieles Difuntos.
La maestra Dolores Ortega Tzitzihua,
impulsora de esta tradición, sostiene que desde el día 30 de octubre reciben
con un camino de flores de cempasúchil a los bebés que fallecieron y no fueron
bautizados; mientras que el día 31 para el 1 de noviembre, al medio día se les
da la bienvenida a los niños y el 2 de
noviembre a los fieles difuntos a quienes se les pone la comida que más les
gustaba.
Cada año, la familia Tepole Ortega,
realizan un ritual que va acompañado de flor de cempasúchil (cempaxúchitl en
náhuatl), queman incienso en carbón, y desde la calle forman un camino hasta el
interior de la casa donde está ubicado el altar familiar tapizado con flores,
comida, bebidas propias de la región.
Toda la familia se reúne después del 2
de noviembre para compartir los alimentos que se ofrendaron y que se realizaron
con mucha dedicación a los fieles difuntos, y incluso, en canastas, se envían
viandas a los compadres y vecinos quienes intercambian sus alimentos y bebidas,
en un festejo comunitario.
La mayoría acuden el 1 y 2 de
noviembre al camposanto a llevarle flores y limpiar los sepulcros que guardan
los restos de sus seres queridos, hacen oración y familias enteras llevan
comida al panteón donde pasan el día.
Por cierto que, en estas fechas,
cientos de visitantes llegan a esta región de las altas montañas a recorrer los
puestos de Todos Santos que se instalan en esta región y que producen una
importante derrama de recursos para los habitantes de esta zona náhuatl.