El Baldón: Sr. Alcalde
Por José Miguel Cobián
México ya está harto de que los recursos
del municipio se asignen a criterio de una persona o de un grupo de personas
(los ciudadanos pondrían en lugar de la palabra grupo, la palabra banda).
Si de verdad quisiera pasar a la historia
como un buen alcalde, y dejar una buena costumbre para la posteridad, lo ideal
es echar a andar la participación ciudadana, pero en serio. Y digo en serio,
porque normalmente los alcaldes no la fomentan, y sólo en algunos casos la usan
para su propio beneficio. Así en los
escasos casos en que hay comités ciudadanos, éstos están generalmente formados
por personas afines al partido en el poder, o con intereses económicos con el
ayuntamiento en turno, ya sea venta de productos comerciales, o prestación de
servicios, incluida la construcción. Y
así, el comité que pudiera existir, sobre todo cuando es único, le demuestra a
la población que existe sólo para simular apertura del ayuntamiento, sin que
realmente represente la opinión de la población.
Éstos comités ciudadanos deben de existir,
con representantes de todos los sectores involucrados, y sobre todo con
discusiones totalmente abiertas a los medios de comunicación y a la
sociedad. Pues los pocos que existen,
tienen arreglos en lo oscurito, y nadie sabe quien opinó qué, ni con que
fundamento. Todo es privado, manejando
en general los temas que le convienen al ayuntamiento, en lugar de los temas
que le convienen a la población.
Una verdadera apertura implicaría comités
ciudadanos de obra pública, para apoyar al ayuntamiento en las decisiones que
se tomen de construcción y reparación.
Un comité de adquisiciones, que no sólo sirva para validar lo que hace
el ayuntamiento, sino también para buscar los mejores precios, pues
generalmente la obra pública se cotiza con los tabuladores del congreso del
estado, que siempre están inflados con respecto a los precios reales. Pero los
ayuntamientos se justifican diciendo que sus costos están acordes a lo que
establece la legislatura. Este comité
seguramente ahorraría miles de pesos a los contribuyentes optimizando el gasto
municipal.
Un comité de tránsito y vialidad, en el
que no se imponga lo que conviene al ayuntamiento, sino lo que conviene a la
ciudad, para beneficio de todos, y con representación de todos los sectores, y
no sólo de algunos allegados al alcalde en turno, sería de mucha utilidad, pues
los usuarios de las calles y banquetas, son los que mejor conocen sus problemas
y podrían proponer verdaderas soluciones en lugar de ocurrencias de algún iluminado.
Un comité de seguridad, que no sólo vigile
la eficiencia de la policía preventiva (cualquiera que sea su nombre), sino que
también esté atento a la procuración y administración de justicia en cuanto a
los delitos que se cometan en el municipio.
La transparencia en este rubro permitiría a la ciudadanía saber si se
cuenta con suficiente personal, capacitado, armado y equipado, y si hiciera
falta, exigir que se contrate, pues es una obligación del estado en sus tres
niveles, proporcionar seguridad a sus gobernados. Lo mismo aplica para la
procuración y administración de justicia, es decir ministerios públicos y
jueces. Un alcalde que fomente la
participación ciudadana sin prostituirla con intereses partidistas sería algo
fuera de serie en un país dónde ocurre exactamente lo contrario en el 100% de
los casos.
Hay una infinidad de áreas en un municipio
en las cuales la participación ciudadana puede coadyuvar al trabajo del Alcalde
y el resto de los ediles. La primera
justificación en contra de esta colaboración sería que para eso están los
ediles, para representar a los sectores, pero sería una respuesta falsa. Los ediles representan a sus partidos
políticos y a sus intereses. No
representan a la ciudadanía. Ni
trabajan para la ciudadanía sino para sus propios intereses, fingiendo que es
para el ciudadano. Eso todos lo sabemos en este país.
Resulta muy lamentable que en los muy
escasos ayuntamientos en los cuales existen comités ciudadanos, algunos de sus
miembros se presten para ser comparsa y justificación de las tropelías que
comete el alcalde y su equipo. Sin embargo es una realidad. Sin embargo, esas actitudes se reducirán
seguramente cuando se abran al escrutinio público, pues la fama pública importa
a sus participantes.
Resulta ridículo saber que hay
organizaciones que se ostentan como ciudadanas, y sin embargo no se abren al
escrutinio ciudadano. Lo mismo para un comité que para cualquier otro tipo de
grupo, que se manejan en el más absoluto secreto y sus reuniones y decisiones
siempre son en lo obscurito, a espaldas de la ciudadanía. Pero son usadas por
motivos políticos y no para beneficio de la propia ciudadanía a la que afirman
que representan, sin que nadie, les haya otorgado el cargo de representantes de
los ciudadanos.
Como escribir esto es tejer en el aire,
pues ningún alcalde tomará en cuenta el consejo, termino con una pregunta para
quien verdaderamente importa, que es el propio ciudadano: ¿En tu municipio hay
participación ciudadana en las decisiones que toma el cabildo? ¿Se consulta a
un grupo de ciudadanos? ¿Sientes que te representan? ¿Sabes que hacen, que
discuten, y quien opina que? ¿Si no lo hay, te gustaría que hubiera? ¿Por qué
no lo exiges al alcalde? ¿Si lo hay, porque no pides que sus reuniones sean
públicas, para que sepas que se discute del futuro de tu ciudad, y quien toma
que decisión que te conviene o te perjudica? ¿Te interesa la vida de tu
municipio? ¿Te interesa participar? ¿Por qué no participas? ¿No sabes que tú
como ciudadano tienes el mismo valor que cualquier otro ciudadano? ¿Estas
contento con lo que pasa, o prefieres un cambio? ¿Haces algo por cambiar tu
sociedad?