Por José
Miguel Cobián
La noticia que más revuelo ha causado en
la clase política veracruzana y en el Olimpo nacional ha sido la próxima
llegada (el domingo que viene), de Beto Silva a la dirigencia estatal del
Tricolor. Tan importante es el impacto
de esta noticia que ya se está comentando que el próximo presidente de la
república será panista, gracias a esta noticia. En otros mentideros se manejan
versiones diferentes, desde la alegría de Miguel Ángel Yunes hasta los
rompimientos y broncas que habrá entre políticos locales gracias a esta
noticia.
Vamos por partes. Los que opinan que esta noticia lleva al PAN
a la presidencia de la República llevan la siguiente línea de
razonamiento: En el DF no van a aceptar
que Beto o Erick sean los candidatos a gobernador, pero ante la debilidad de
Enrique, Javier va a lograr imponer a su delfín. Cuando el candidato no sea del agrado ni de
Pepe, ni de Héctor, ni de Luis ni de Manlio, todos ellos llegarán a la
conclusión de que es mejor sacar al equipo que hoy posee Veracruz a costa de lo
que sea, y verán como la mejor opción a Miguel Ángel, quien sin esperarlo será
el beneficiado. Pero también hay que
entender que con él dirigiendo la campaña presidencial en Veracruz, el PAN ha
ganado el estado, lo cual implica que si está en la silla de Xalapa, los votos
para el azul serán mucho mayores, lo cual pone en riesgo la repetición del rojo
en la silla del águila.
Los que opinan sobre los rompimientos,
esperan una reacción por demás agresiva de parte de Héctor, y una molestia más visible
en el caso de Pepe, lo cual va a provocar que surjan rompimientos en el otrora
monolítico PRI.
Hay quien piensa que Luis va a secar al
estado el próximo año, para que no haya recursos con los cuáles operar la
elección, lo cual genera mucha alegría en el campamento del estero de Boca del
Río.
Por el lado de la izquierda radical, hay
la visión de que se pierde Veracruz para el rojo, y eso debilita tanto su
posición que para el 2018 sólo habrá dos verdaderos contendientes por la
presidencia de la República, por un lado el adalid del pueblo bueno, don Andrés
Manuel López Obrado, y por el otro el primer independiente de México, el famoso
Bronco. Por eso ya se ha visto que los escarceos de AMLO vs el Bronco son y
seguirán siendo el pan nuestro de cada día, ya que ambos compiten por el mismo
sector de mercado de votantes.
Dentro de los enanos que pueden (y tienen
con que) crecer, está Erick Lagos, quien fue el diputado federal que más votos
obtuvo a nivel nacional, y cuyo nombre se menciona mucho entre el par de
posibles por parte del Duartismo. Silva
por su amistad y cercanía con el gobernador, y Erick por haber logrado un
triunfo apabullante con méritos propios.
A partir de hoy cuando se hable de los
posibles candidatos a gobernador por parte del PRI se va a mencionar a los dos
Yunes, a Tomás Ruiz, a Montano, y también a Beto Silva y a Erick Lagos. Todo por un simple nombramiento en el PRI
estatal. Los que saben de estos
movimientos afirman que cuando el elegido tiene poco nivel de conocimiento
dentro del partido, se le otorga esa cartera, con el fin de que en poco tiempo
tenga contacto y cree compromisos con la mayoría de los cuadros, que en un
momento dado serán quienes lo apoyen para triunfar. Otros analistas opinan que se instala en el
PRI estatal a un gran amigo de quien será el candidato, y como todos saben que
Erick y Beto son de la misma cuadra de equinos, y siendo Erick el que más
méritos y mejor posicionado está, consideran que este movimiento beneficia al
propio Lagos.
La realidad sólo la conoce quien toma las
decisiones. El resto se dedica a especular. Sin embargo, este próximo
nombramiento genera mucho, muchísimo material para especulaciones de todo tipo.
Mientras en el PRI hay muchos tiradores,
en el PAN hay uno que la mayoría considera ya como el propietario de la silla
de candidato a gobernador, y éste es Miguel Ángel Yunes Linares, con toda su
cauda de claroscuros y con un discurso monotemático de meter a la cárcel a los
que él afirma son los trúhanes actuales.
Lejos en un segundo puesto como aspirante en caso de generarse algún
tipo de evento coyuntural está Juan Bueno Torio, y de allí sólo tiradores de
paja, que a nadie engañan, ni al amigo ni al enemigo.
Quien esto escribe, considera que entre
los nombres mencionados del rojo o del azul quedará la próxima mini
gubernatura. Pues queda claro que habrá
una enorme coalición de partidos aliados con el rojo, como son el verde, AVE,
el ferrocarril, Nueva Alianza, y algún otro que por allí aparezca.
Enfrente, cada vez se ve menos posible la
alianza entre el azul y el amarillo, quedando cada uno de ellos con su propio
candidato. De Buganza hay quien apuesta
que a la hora de la hora no se va a registra, pero yo que lo conozco, dudo
mucho que inicie un juego tan temprano, para no jugar la final. En mi opinión si va a ser candidato sin
partido, salvo su agrupación política estatal Generando Bienestar.
Morena va a jugar para buscar alguna
posición en las diputaciones locales, pero no va a jugar a ganar la
gubernatura, pue no se quiere correr el riesgo de perder la imagen de
inmaculados ya en el ejercicio del poder.
El PRD puede sacar a alguien de sus filas o a un externo, y el resto es
historia, pues ni movimiento ciudadano ni ningún otro de los partidos pequeños
tiene votos suficientes para ganar.
Muchos comentarios, muchos rumores, muchas
reacciones esperadas, tan solo por el anuncio de un cambio en la dirigencia
estatal de un partido político. Lo cual implica que hay mucha sensibilidad en
Veracruz, los actores políticos todos están como jarritos de Tlaquepaque,
extremadamente sensibles a cualquier situación que se presente, lo cual a su
vez implica que no están preparados para todos los posibles escenarios que
podrán presentarse en los próximos días y meses.
Mientras la clase política se preocupa y
ocupa de sus grillas, nosotros tenemos que seguir buscando la papa diaria.