Niñez forzada a huir enfrenta rezagos en su aprendizaje y desarrollo emocional: Save the Children y ACNUR llaman a garantizar su trayectoria educativa en México
Ciudad de México, a 30 de julio de
2025. Las niñas, niños y adolescentes refugiados, solicitantes de asilo
y forzosamente desplazados en México, enfrentan brechas significativas en
lectoescritura, aritmética y aprendizaje socioemocional, según evidencia
demostrada en el nuevo estudio elaborado por Save the Children y la Agencia de
la ONU para los Refugiados (ACNUR).
HALDO on the Move: Evaluación del
aprendizaje y desarrollo de Niñas Niños y Adolescentes en situación de
desplazamiento forzado en México es una investigación pionera que mide
por primera vez, con evidencia empírica, el estado del aprendizaje básico y
desarrollo socioemocional de esta población en condición de vulnerabilidad. La
evaluación se llevó a cabo en 2024 en Tapachula (Chiapas), Monterrey
(Nuevo León) y Tijuana (Baja California), ciudades seleccionadas por ser
puntos de entrada, o destino de personas forzadas a huir.
Participaron 433 niñas, niños y adolescentes de entre 4 y 18 años,
provenientes de 15 países, con una representación casi equitativa entre niñas
(51%) y niños (49%). La herramienta midió competencias en lectoescritura,
aritmética, aprendizaje socioemocional y función ejecutiva, con un enfoque
cultural y lingüísticamente adaptado al contexto de la movilidad humana en
México.
Uno de los hallazgos más preocupantes
es que, aunque 90% de las y los adolescentes entre 14 y 18 años fueron
capaces de identificar palabras sueltas, solo 60% logró demostrar una
comprensión lectora completa. En el ámbito matemático, 27% de las
personas adolescentes evaluadas solo alcanzó a dominar operaciones básicas,
como sumas simples, lo que evidencia un alto riesgo de exclusión del sistema
educativo formal.
El informe revela que apenas
42% de las y los adolescentes evaluados demostraron niveles altos de
empatía, una de las principales competencias del aprendizaje socioemocional, lo
que sugiere una falta de avance significativo en esta área conforme aumenta la
edad. La edad resultó ser el principal factor predictivo del desempeño en los
distintos dominios, mientras que no se observaron diferencias estadísticamente
significativas entre niñas y niños.
Asimismo, el desempeño de niñas,
niños y adolescentes de Haití fue considerablemente más bajo, particularmente
en comprensión lectora y aritmética compleja. Esto se atribuye a las barreras
lingüísticas, ya que la herramienta se aplicó exclusivamente en español, sin
adaptaciones al criollo haitiano o al francés, sus lenguas maternas.
Fátima Andraca, directora de
Respuesta Humanitaria y Operaciones en Save the Children declaró: “Las
niñas, los niños y los adolescentes en situación de desplazamiento forzado no
deberían tener que renunciar a su derecho a la educación. Su derecho está
reconocido en tratados internacionales, en nuestras leyes, en nuestros
mandatos. Lo que hace falta es garantizarlo”.
Mariana Echandi, Oficial Nacional de
Soluciones Duraderas en ACNUR México enfatizó: "El marco normativo
mexicano facilita el acceso universal a la educación. La incorporación de la
niñez solicitante de asilo y refugiada a las aulas junto con niñas y niños
mexicanos les ayuda a recuperar su sentido de normalidad, contribuye a resarcir
el rezago educativo al tiempo que facilita sus procesos de inclusión en la
sociedad mexicana que les acoge tanto a ellos como a sus familias".
El informe recomienda garantizar el
ejercicio del derecho a la educación de las niñas, niños y adolescentes
forzados a huir, mediante el fortalecimiento de programas de educación que
contribuyan a la recuperación de saberes y el impulso de espacios comunitarios
que ofrezcan acompañamiento escolar, especialmente durante las transiciones al
sistema educativo escolarizado. También subraya la necesidad de adaptar
herramientas como HALDO on the Move para abarcar mejor las etapas tempranas de
desarrollo, la adolescencia y la diversidad lingüística y cultural.
Otro hallazgo clave es la necesidad
de recopilar datos desagregados por nacionalidad, edad y condición migratoria,
lo que permitiría desarrollar políticas y estrategias educativas basadas en
evidencia concreta. Además, se propone involucrar activamente a madres, padres,
cuidadores y comunidades de acogida en los procesos educativos, reforzando el
aprendizaje dentro y fuera del aula. Finalmente, se destaca la urgencia de
fortalecer la coordinación entre instituciones públicas a nivel federal y
local, organizaciones de la sociedad civil y la comunidad, para implementar
estrategias integrales de protección y educación.