AMLO es bueno
El Baldón: AMLO es bueno
Por: José Miguel Cobián
Hace unos días, en redes sociales discutíamos (como siempre) sobre la
política económica del gobierno actual.
Después de dar infinidad de razones, explicando lo que yo considero
errores de dicha política económica, uno de los integrantes del grupo, comentó
que AMLO es el mejor presidente de México por sus programas sociales. AMLO es
bueno. Llegó a mencionar apoyos de
noventa mil pesos (que jamás he conocido), mencionaba cifras de dinero entregadas
a adultos mayores, a jóvenes… precipitadamente mencionaba a Sembrando Vida, en
fin, confundiendo las cifras, señalando como mensuales apoyos que son
bimestrales, y confundiendo cantidades. Sin embargo, por eso ¨AMLO ES BUENO¨.
Presentar información de la cantidad de fallas que tienen los
programas sociales, lo cual lleva a desvíos de recursos en la pirámide de
distribución es irrelevante. Cuando me
atreví a comentar sobre la falta de medicinas, de vacunas para niños, de
tratamientos para cáncer de mama o cáncer cérvico uterino, me exigieron que
investigara. Lo hice, y en dos segundos
encontré las noticas que estaba buscando que reafirman lo mencionado, y la
respuesta fue que los medios de comunicación escriben lo que les interesa.
En otro caso, hablando de la deuda y el incremento que ha sufrido en
estos dos años, -prácticamente dos billones de pesos-, y explicar que ya se
superó la cifra con que aumentó la deuda Peña Nieto, lleva a la negación
absoluta. Si anexo documentos de la SHCP, surge de inmediato la justificación
por la devaluación del peso frente al dólar.
¡Sí, esa devaluación que cuando conviene no existe!
Observo dos características principales en la población, por un lado
la falta de información y por el otro, el desinterés por comprender lo que se
lee. Por ejemplo, comparto un texto
que indica al final claramente quién es el autor, y me reclaman pensando que es
de mi autoría. El mismo texto señala
que modificar la producción de una central nucleoeléctrica es tardado,
indicando que no se puede variar su producción de un momento a otro, y quien
discute, señala es ridículo pensar que producir electricidad en Laguna Verde
lleva horas o días de trabajo. Es decir,
no comprendió jamás el texto que comenta y discute en su afán de defender a su
caudillo. Pero eso sí, discutió y defendió lo indefendible, que además, es con
lo que se quedan muchos otros integrantes del grupo.
Como el mexicano tiene problemas para comprender lo que lee, y además,
acostumbra únicamente leer los encabezados de cualquier artículo, su criterio y
su opinión son fácilmente maleables. A ello se debe en buena parte el éxito de
comunicación del equipo del presidente.
Que ha sabido explotar el terreno fértil del descontento social y la
ignorancia y maleabilidad del pueblo.
Si hubiera oposición, debería de jugar en la misma cancha y con las
mismas armas. Considero que no la hay,
pues con tantas oportunidades de señalar errores grandes y pequeños de la
administración actual, la oposición baila al son que le toca el palacio
nacional. Al grado de que simplemente no señala ni responde, en lugar de tomar
la iniciativa.
Los que conocemos de comunicación política entendemos que hay dos vías
a seguir para debilitar al adversario político, la primera es la de la crítica
por goteo, quitando simpatías de a poco, pero diariamente. La segunda es en la contienda electoral, pero
en el caso de las que tendremos próximamente, el tiempo es tan corto, que
resulta casi imposible tener un buen resultado.
Los candidatos no deberían de señalar los errores del contrario, pero
los dirigentes de partido sí, y no sucede.
Si a esto le sumamos candidatos impresentables, e incluso división de la
oposición en puntos clave, todo comienza a tener sentido. Tanto que hay impresentables en los dos lados
del espectro político.
Me explico, una ciudad que le importa al gobernador, un municipio o
distrito que le interesa ganar a un poderoso secretario de estado, curiosamente
allí es dónde no van juntos los partidos de la alianza Va por México. Y cuando van juntos, presentan a un
candidato débil.
Si a eso le sumamos que en una elección muy competida, los pocos o
muchos votos que pudiera dar a una alianza opositora Movimiento Ciudadano
serían muy valiosos, no se explica que el partido de Dante Delgado juegue a ser
esquirol, salvo que el propio Dante ya esté apostando el futuro político de su
partido a un futuro aspirante a la presidencia de la república que provenga de
Morena y con quien tenga mejor relación que Andrés Manuel.
Lo que resulta claro para todos, es que en algunos distritos, será
moralmente imposible votar por el candidato de Va por México, aun cuando el
ciudadano se considere opositor a AMLO.
Salvo los más recalcitrantes.
Manejan que el destino de México está en juego, y permiten que los
partidos políticos opositores jueguen a su conveniencia y manejen el juego
electoral a su antojo. No están a la altura de México.
Yo no pienso que AMLO sea malo.
Solo que su punto de vista difiere de lo que ha funcionado en todo el planeta.
www.Josecobian.blogspot.com elbaldondecobian@gmail.com @jmcmex
Los muertos no votan
El baldón. Los
muertos no votan
Por: José Miguel
Cobián
Gracias a la organización Unidos Somos
Futuro, tuve la oportunidad de participar en una plática con María Marvan
Laborde, experta en temas electorales y gran conocedora de las fortalezas del
INE. La información que ella
proporciona, quizá ya sea conocida por ti, sin embargo, no está de mas,
reconocer las ventajas y fortalezas de nuestro Instituto Nacional Electoral.
El INE mexicano es una institución
reconocida a nivel mundial, como una de las mejores para controlar las
votaciones y vigilar que la voluntad popular expresada en las urnas se refleje
en los resultados de cada elección. Esto
en contra de lo que piensan muchos mexicanos que ignoran como funciona el INE y
como funciona una elección.
De entrada, las credenciales falsas
que pudiera haber, no están en el padrón electoral ni en la lista nominal, por
ello, no podrían ser usadas para votar, pues al no aparecer en el padrón, jamás
le darían acceso a una casilla a sus portadores. Se usan generalmente para robo de identidad,
para entrar al antro, o para abrir una cuenta de banco a un nombre falso.
Incluso, quien pudiera haber sacado
una segunda credencial para votar, no podría usar la primera con el mismo fin,
pues cuando se expide una sustitución, automáticamente se cancela la anterior.
El padrón electoral se depura todo el
tiempo. El registro civil está obligado
a reportar todas las actas de defunción expedidas, con el fin de cancelar el
registro del elector fallecido. Así que
los muertos no votan. Recordemos que
cada representante de partido en la casilla electoral, tiene una copia con foto
de cada una de las 700 credenciales de elector que pueden votar en esa casilla,
así que si la cara no corresponde con quien porta la credencial,
automáticamente sería rechazada su solicitud de recibir una boleta electoral
para votar.
Los funcionarios de casilla son
ciudadanos insaculados totalmente al azar.
En cada elección se escogen dos meses del año para considerar como fecha
de nacimiento, y una letra del alfabeto, que se corresponde con el primer
apellido del ciudadano. A todos los que
cumplen ese requisito se les invita a ser funcionarios de casilla, y lamentablemente
muy pocos aceptan. Aproximadamente por cada funcionario que usted ve en una
casilla, se invitó a trece personas, y las otras doce, rechazaron la
invitación. Ser funcionario de casilla es un honor y un deber cívico. Ayuda a
que las elecciones sean lo más limpias posibles.
Lo más importante es que solo puedes
ser funcionario de casilla en la que te corresponde acorde a tu sección
electoral. Además de los funcionarios
de casilla que son ciudadanos insaculados, también el día de la elección están
los representantes de partido, están atentos, vigilando que el proceso de
votación se lleve a cabo acorde a lo que marca la ley. Así que en una casilla hacer fraude electoral
se torna casi imposible de realizar.
Los funcionarios de casilla bajo la vigilancia
de los representantes de partido y de los observadores electorales, son los que
cuentan los votos y levantan el acta de votación, que se firma por también por
los representantes de partido y cada partido se lleva una copia. Así, con esos
datos se llena la cartulina que se instala fuera de la casilla, y a su vez, son
los datos que se capturan primero en el PREP y posteriormente en la base de
datos final de la elección. Cualquier
ciudadano puede comparar los datos de la cartulina de la casilla, con los datos
que aparecen en el PREP y después los datos finales de la elección. Resulta imposible alterar los datos de cada
casilla, ya que todos lo partidos políticos tienen copia del acta y también los
ciudadanos de esa sección electoral tienen sus datos.
El conteo rápido que escuchamos en
cada elección, se obtiene de una muestra estadística de casillas elegida
anticipadamente al día de la elección y hasta la fecha ha mostrado de manera
rápida quien ganaría la elección. Sin
embargo, los resultados de la elección no son los que marca el conteo rápido
sino los que se determinan el siguiente miércoles posterior a la elección
cuando se junta el consejo distrital o municipal para certificar los resultados
de dicha elección.
Es una realidad que el clientelismo
político existe. Los partidos no hacen presión directa sobre el ciudadano
porque eso constituye un delito electoral, pero los votantes que participan en
esas actividades conocen y entienden cuál es su papel en la elección. La mejor manera de combatir el clientelismo
político y sus posibles efectos, es acudiendo de manera masiva a votar, pues
así, incluso la compra de votos y el acarreo quedan minimizados, ante la enorme
afluencia de votantes. Lo cual implica
que abstenerse de votar es atentar contra la democracia en el país.
Suponer que el elector mexicano es
tonto, es un error. La historia muestra que los electores han votado en contra
del partido en el poder. También ha
demostrado que se divide el voto. En la
elección de 2018 no ganó en el 60% de las casillas el partido gobernante, ya
sea en el municipio, ni el estado ni la federación. Es decir, el votante, reciba o no reciba
apoyos, haya o no votado por un partido en la última elección, tiene un voto
volátil que decidirá en el 21 y que ningún partido político tiene la certeza de
ganar la elección, más allá de lo que diga alguna encuesta, y la confiabilidad
de la misma encuesta.
Hay que tener mucho cuidado con las
noticias falsas. Son el peor enemigo de
la democracia. Quien decida compartir
una noticia, debiera de revisar primero si es verdad o no, antes de
compartirla. Porque ninguno desea
convertirse en tonto útil, ya sea a favor o en contra de su ideario y simpatías
políticas. Habrá noticias falsas para
desacreditar al árbitro, es decir al INE, y también habrá muchas noticias
falsas en contra de cada uno de los candidatos.
Todos hemos visto que hay toda una industria en elecciones de personajes
dedicados a difamar a candidatos o instituciones previo pago.
El día de la elección te sugiere
llevar tu propia pluma para evitar riesgos de contagio por COVID, en el entendido
que cualquier color es válido y legal. También
te invita a que revises el currículo de
los candidatos, con el fin de poder escoger al mejor, a quien creas que puede
representar tus intereses, y para reclamar a los partidos políticos cuando
incluyan en las boletas a personajes impresentables.
Estas son las ideas sueltas más
importantes de la platica con la experta electoral, a quien agradezco su
atención, y comparto contigo, para lo que te pueda ser de utilidad, estimado
lector(a).
www.josecobian.blogspot.com elbaldondecobian@gmail.com
@jmcmex
¿Qué país le dejaremos a nuestros hijos?
El Baldón: ¿Qué país le dejaremos a nuestros hijos?
Por: José Miguel Cobián
Comienzo
con una cita de un comentario de un buen amigo mío, quién da pauta para la
siguiente reflexión: ¨Dirigentes de partidos, a los que muchos conocemos, con
los que incluso hemos trabajado, que han sufrido las consecuencias de la
pandemia, hacen cuentecitas en una servilleta de restaurante y calculan que
obtendrán menos diputaciones pero más votos y que por lo tanto "no les
conviene" ir en alianza. Y el país que se vaya al infierno. Están
podridos. Discúlpenme, por favor. Nos la pasamos hablando mientras el país se
desgarra y los que tienen botín y hueso se aferran a él. Les escribo con el
sentimiento compartido, de muchos ideales, a lo largo de cuatro décadas. ¿Qué
país le dejaremos a nuestros hijos?¨
Todo
surge a colación de una discusión en otro grupo de amigos, en el cuál uno de
ellos, recalcitrante anti AMLO pregunta ¿Por quién votarías, si el candidato de
la alianza opositora no te agrada? Para
él, el asunto de votar por la alianza opositora es un asunto de vida o muerte.
Está convencido por la propaganda de la ultra derecha, que el país se va a
perder si es que Morena y sus satélites ganan la mayoría en la cámara de
diputados en el 2021.
Otro
de los miembros del grupo pregunta ¿Ustedes que harían para lograr un voto
masivo anti AMLO? Mi respuesta fue: ¨Piensa
en los jóvenes. Cinco millones que votarán por primera vez. Que les ofrece la oposición. Piensa en los abstencionistas ¿cómo
motivarlos? Piensa en los indecisos
¿cómo atraerlos a tu causa? Y luego
analiza si lo que hacen los partidos que integran la alianza opositora es lo
adecuado para cada caso. Analiza si te
harán caso cuando sugieras alguna política atractiva para esos sectores.¨
Después
de tanto antecedente, la reflexión que quiero compartir contigo parte de que en
el 2018 ganó AMLO no por ser la mejor opción, sino por no ser PRI ni PAN. No tengo duda de que Peña intervino atacando
a Anaya para acusarlo de lo que fuera y movilizó a la fuerza del PRI para que
ganara Morena. En Veracruz hubiera sido
imposible que ganara Morena sin el apoyo de todos los enemigos de Miguel Ángel,
que llegó al millón cuatrocientos mil votos que buscaba, sin saber que sus
opositores llegarían a un millón seiscientos mil, aún a costa de sacrificar a
un político decente como Pepe Yunes.
Partiendo
de la base de que AMLO ganó por la desilusión y el hartazgo que tenía un gran
sector de la población respecto de los gobiernos del PRI y del PAN. Hizo y hace falta algo a la oposición, un
análisis, una autocrítica y una disculpa a la población mexicana. Mientras tanto, será difícil que muchos que
no confiaron en ellos, ahora confíen, tan solo porque son la única opción que
tiene el elector para que no gane Morena la cámara de diputados. Esa puede ser razón importante pero también
puede no ser suficiente para ganar la mayoría.
Otro
miembro del grupo, preguntó cómo podríamos saber –en nuestra calidad de
ciudadanos-, cuales son las opciones que cada partido está barajando para
elegir como posibles candidatos a gobernadores, diputados federales, diputados
locales y alcaldes, según el caso. Mi
respuesta es que en una verdadera democracia, los ciudadanos tenemos derecho a
saber y opinar sobre quienes serán los candidatos, sin embargo, en ambas
alianzas, la de morena y su séquito y la de la oposición, es secreto de estado
el manejo de los posibles acuerdos y precandidatos. La razón es muy sencilla, en ambos casos, los
grupos de poder están buscando colocar a su gente, ya sea para ganar o para
perder –sí, también hay acuerdos para poner malos candidatos y perder en
ciertos distritos, como en Veracruz lo hará la alianza opositora en
Coatzacoalcos para que Rocío Nahle no le lleve malas cuentas a su jefe-. Desde esa óptica, el ciudadano no tiene la
opción de escoger a los mejores entre las opciones de cada partido político,
sino que se ve obligado a escoger entre los ya seleccionados, llegando al
divertido caso de tener que escoger el menos malo, o dicho de manera infantil,
tiene que escoger entre popo, mojón y caca.
En
estos momentos los ciudadanos perdemos la gran oportunidad de poder
democratizar a los partidos políticos. Incluso la organización Si por México
pidió la oportunidad de vetar a algún candidato de la alianza que considere
impresentable, y en su soberbia, los partidos políticos negaron a esa
organización y a los ciudadanos en
general esa posibilidad.
A
fin de cuentas, los partidos políticos son negocios de ocasión para quienes
tienen la fortuna de apropiarse de un coto de poder en ellos. A cambio de negocios, dinero y prebendas, se
negocian triunfos y derrotas a espaldas de los ciudadanos, que en su ingenuidad
piensan que viven en una democracia.
Por
lo menos, con la alianza opositora se pudo haber buscado democratizar los
procesos, transparentarlos, hacerlos públicos, pero un país como México que
adolece de cultura cívica pierde una vez más la oportunidad de avanzar en
democracia. Ahora el elector opositor
tendrá que decidir si avala a cualquier
candidato que ponga la alianza, por más impresentable que pueda llegar a ser,
otorgando un cheque en blanco para que
continúe la NO democracia, o por el contrario, votar en contra, aún a
riesgo de perder la cámara baja en 2021, pero con la oportunidad de obtener por
primera vez en la vida, en un futuro, partidos políticos que sirvan a los
ciudadanos y no a sus integrantes distinguidos.
Lo
mismo habrá de decidir quién simpatiza con Morena, en caso de observar
prácticas antidemocráticas en sus institutos políticos, (morena, partido del
trabajo, partido verde).
La
próxima elección puede ser el tiempo de los ciudadanos o continuar siendo el
tiempo de los partidos políticos a espaldas de la mayoría de los mexicanos.
Si
no cree en la antidemocracia de los partidos políticos en México, pregunte a un
CDM, a un CDE, o al CEN de cualquier partido político, quienes son sus
precandidatos, y verá que nadie le informa nada. Ud ciudadano sirve para votar y avalar lo que
los dueños de los partidos decidan. Ud
no cuenta como mexicano para elegir el rumbo de su país, más allá de optar por
uno de los ya elegidos por las elites de cada partido político.
Por
eso, la única solución es que los ciudadanos despierten y escojan a candidatos
independientes, en un futuro, pues en el 2021 se observa muy lejana la
posibilidad de que un candidato independiente pueda ganar una elección. Más aún cuando algunos solo compiten
patrocinados por un partido político con el fin de quitarle votos al contrario,
o buscan obtener una regiduría y prebendas por los próximos tres o cuatro años,
para seguir medrando a pequeña escala de la política local. Pero la pregunta seria sería, ¿Estarán
algún día los mexicanos preparados para distinguir entre candidatos
independientes paleros y verdaderos? ¿Votarán por ellos? ¿Se exigirá suelo parejo para independientes
y candidatos de partido? ¿Habrá presión social para cambiar las leyes, hacer
más fácil ser candidato independiente, y que la competencia sea entre
iguales? Yo lo dudo por las
resistencias de los propietarios del presupuesto público, los propios partidos
políticos, que se reparten puestos, obras y contratos públicos y prebendas.
La
última palabra la tiene ud.
www.josecobian.blogspot.com elbaldondecobian@gmail.com @jmcmex