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ANIMALIA.. EL ABOLICIONISMO..

ANIMALIA

EL ABOLICIONISMO

POR: MARICARMEN GARCÍA ELÍAS

Existe una gran confusión alrededor del debate público acerca de los derechos de los animales. Esta confusión puede ser atribuida en gran parte al hecho de que hasta el momento no existe una teoría de los derechos animales que sea de fácil acceso a la gente y no requiera de un conocimiento previo en teoría filosófica de la ley.
Hay 2 posiciones que intentan proteger a los animales, desde diversas ópticas: el abolicionismo y el bienestarismo. La posición que proclama los derechos de los animales sostiene que tenemos que abolir la explotación institucionalizada de los animales no-humanos. La posición bienestarista sostiene que es aceptable el uso de los animales para ciertos propósitos, pero que este uso debe ser regulado de tal manera que los animales sean tratados “humanamente” y no sean objeto de un sufrimiento “innecesario”. Los seguidores del bienestarismo aseveran que debe existir un “balance” entre los intereses de los humanos y los animales y de esta manera determinar si el uso de un animal es apropiado en circunstancias particulares. El bienestarismo se ve reflejado en leyes, como la ley del estado anticrueldad o leyes regulatorias federales como el “Acto por el bienestar Animal”, que se ocupan del uso de los animales en experimentación.
Mucha gente piensa que es exagerado pensar en los derechos de los animales, porque se imaginan que se busca para ellos el derecho a votar o a manejar, o derecho a la educación, o a no ser discriminados en sus trabajos. Cuando la posición de derechos de los animales sostiene que los animales tienen un derecho: el derecho a no ser tratados con crueldad como recurso o propiedad de los humanos. Tratar a los animales como propiedades es inconsistente con adjudicarles algún significado moral, es simplemente una postura de convivencia armónica en una sociedad que cada día se desarrolla y avanza más.
Un derecho es una forma particular de proteger un interés. Decir que un interés es protegido por un derecho es decir que dicho interés es protegido de ser ignorado o violado, decir que un animal tiene el derecho a no ser tratado como una propiedad nuestra, significa que el interés de dicho animal a no ser tratado como un bien económico debería ser protegido y no debería ser violado simplemente por capricho de los humanos. Y la base de este derecho es el derecho de “consideración equitativa”, la cual sostiene que como una cuestión fundamentalmente moral, los casos similares tienen que ser tratados de manera similar. Los animales humanos y los no humanos son similares al menos en algo, a diferencia del resto del universo, y es que son seres sintientes, con capacidad de experimentar dolor. Los animales no-humanos tienen un interés en no sufrir así como los humanos tienen interés en no sufrir.Reconocemos que entre los humanos existe un amplio rango de intereses y dos humanos pueden no desear o preferir exactamente las mismas cosas. Pero todos los humanos, que no tienen muerte cerebral o son no sintientes, tienen un interés en evadir el dolor y el sufrimiento. Aunque no protegemos a los humanos de todos los sufrimientos y aunque incluso no estamos de acuerdo acerca de cuáles intereses deben ser o no protegidos por derechos, por lo general todos estamos de acuerdo en que todos los seres vivos deberían ser protegidos del sufrimiento proveniente de su uso como propiedad o bien de otro ser humano. Sin lugar a duda, en un mundo profundamente dividido por muchos aspectos morales, una de las pocas formas acogidas por la comunidad internacional es la prohibición de la esclavitud humana. No tiene nada que ver con si la forma particular de esclavitud es “humana” o no, condenamos todo tipo de esclavitud de seres vivos. Seria, por supuesto, incorrecto decir que la esclavitud humana ha sido eliminada completamente del planeta, pero la figura es reconocida internacionalmente como ilegal y odiosa moralmente.
El principio de “consideración equitativa”, requiere que tratemos intereses similares de manera similar, a menos que exista una razón moralmente significativa para no hacerlo. ¿Existe alguna razón moralmente significativa que justifique que le demos el derecho básico a los humanos a no ser tratados como propiedad de otros, mientras se lo negamos a todos los animales y les tratamos como simples recursos?
Una respuesta común es decir que de hecho existen ciertas diferencias entre los humanos y los animales, las cuales justifican un tratamiento diferente. Por ejemplo, se dice que los animales no pueden pensar de manera racional o abstracta, así que es aceptable tratarlos como propiedad nuestra. En primer lugar, es difícil negar que muchos animales sean capaces de razonar de manera abstracta así como es difícil negar que los perros tengan cola. Pero incluso, si esto fuera cierto, que los animales no pueden pensar de manera abstracta ¿qué diferencia hace eso desde el punto de vista moral? Muchos humanos, como niños pequeños o humanos con retardo mental severo no pueden pensar de manera abstracta o racional, y nunca pensaríamos en usar dichos humanos como objeto de dolorosos experimentos biomédicos, o como fuente de alimento o vestido, ¿verdad?.
No existe una característica que sirva para distinguir a los humanos de otros animales. Cualquier atributo que pensemos hace a los humanos “especiales” y así diferentes a otros animales, es compartido por algún grupo de otros animales no-humanos. Cualquier “defecto” que pensemos hace a los animales inferiores a nosotros es compartido por algún grupo de nosotros. Al final, la única diferencia entre ellos y nosotros es la especie, y la especie por sí misma no es un criterio moralmente relevante para excluir a los animales de la comunidad moral, así como la “raza” no es una justificación para la esclavitud o el sexo una justificación para hacer de las mujeres una propiedad de sus esposos.
Si aplicamos el principio de consideración equitativa a los animales, entonces debemos extender a los animales el derecho básico que extendemos a los seres humanos: el derecho a no ser tratado como un objeto. Pero así como el hecho de reconocer que ningún humano es propiedad de otro humano requiere la abolición de la esclavitud, y no simplemente su regulación para que sea más “humana”, el hecho de reconocer que los animales tienen también este derecho básico significa que no podemos ya justificar más nuestra explotación institucional de los animales para alimentación, vestimenta, entretenimiento o experimentación.
Si somos consecuentes con lo que decimos y le atribuimos a los animales intereses moralmente significativos, entonces no tenemos muchas opciones: estamos, de manera similar, obligados a abolir la explotación animal y no solamente a regularla. Este es el argumento en el que se basan los activistas y legisladores interesados en el tema para proteger a los animales, sin embargo, nunca existirá un cambio significativo en el valor de los animales como propiedades por un fallo en una corte o una legislación, hasta que no exista un cambio social significativo en nuestra actitud acerca de ellos. Es decir, no es la ley la que va a alterar nuestra conducta moral hacia los animales, tiene que ser al contrario. No fue la ley la que derogó la esclavitud, de hecho la ley protegía la posesión de esclavos, y la esclavitud no fue abolida sino a través de la guerra civil. Las mujeres no obtuvieron el derecho a votar hasta que la constitución de diversos países fue modificada. La explotación animal no va a terminar por el pronunciamiento de la suprema corte o por un acta del congreso, por supuesto que esto es una gran ayuda para los animales y en Veracruz sería dar una muestra de civilidad y humanismo, pero aparejado a estas leyes debe existir un cambio de mentalidad y actitud de nosotros hacia los animales y ese cambio debe basarse en el respeto, la equidad y el bienestar. Dejemos nuestro mundo egoísta de buscar sólo nuestro beneficio y pensemos en que los más débiles y desprotegidos también sienten, sufren y tienen derechos, nosotros no somos dueños de la vida de los demás seres vivos, sólo compartimos el mismo espacio y debemos hacerlo con la mayor civilidad posible.
gaem80@gmail.com
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