Elecciones 2010
Por José Miguel Cobián
Para los que gozamos viendo el juego político, las próximas elecciones serán algo muy atractivo pues serán inéditas en muchos aspectos. El primero de ello es la conformación de alianzas que puede representar un cambio de esquema muy interesante, como es el caso de la posible alianza del PRD con el PAN, mientras que Convergencia iría con el PT, y el PRI con el verde ecologista y probablemente con el PRV.
Otro punto a tomar en cuenta es la actitud de desdén del PRI hacia sus estructuras, y la dedicación hacia la propaganda y el manejo de medios, pues la próxima elección será diferente, se ganará con mínimos márgenes y habrá que recuperar a toda esa estructura que ha sufrido tantos coqueteos por parte del PAN. Mientras en el PRI al movimiento territorial, al de colonias, a los seccionales, al sector popular con su CNOP, a los grupos de mujeres, a los obreros de la CROC, CROM y CTM, y los grupos campesinos como la CNC, la CNPR, etc., ya no les prestan atención, salvo cuando se trata de llevan contingentes a actos masivos, en el PAN le han dedicado mucho tiempo y dinero para formar estructuras similares a las del PRI con la visión de que en una elección competida, la estructura es la que puede hacer la diferencia entre ganar y perder.
El PRI que hoy gobierna la mayoría de los municipios del estado de Veracruz parece haber olvidado los principios que lo generaron, que son los de la revolución mexicana, y últimamente se ha dedicado al pragmatismo puro, olvidando a las bases, esas que en tantas y tantas ocasiones con sacrificios han llevado al triunfo a su partido. Ese olvido de las bases, es fuente de cuadros para el resto de los partidos políticos, pues cuando hay descontento, hay también terreno fértil para el cambio de colores.
En los municipios de Veracruz ya no observamos como antes a representantes de toda la sociedad. Tal pareciera que la gente bien, los pirrurris, los popof, son los únicos que tienen cabida en el nuevo PRI. Y así, ahora un campesino que busca a algún conocido en las comunas, se encuentra que sólo gente de las colonias elegantiosas es la que ocupa los puestos de elección popular. El obrero sufre la misma suerte, lo mismo los grupos de mujeres generalmente de escasos recursos que se organizan políticamente. Igual suerte ocurre con miembros del sector popular. Todos ellos antaño tenían conocidos y representantes de su sector en las comunas, con lo cual era todo mucho más fácil, desde obtener un permiso o un documento, hasta resolver algún problema. Los miembros de la comuna eran miembros también de todos los sectores de la comunidad, y así, se aseguraba que cuando menos uno de los miembros de la comuna, compartía problemas y entendía conflictos de cada sector de la sociedad. Ello llevó al PRI a convertirse en un partido de masas, y un partido en el cual toda la sociedad estaba representada.
Últimamente, en Veracruz el PRI ha perdido su identidad, a tal grado que en muchos municipios, los ediles priístas son de extracción panista, e incluso los directores de área y los puestos más importantes como el de tesorero o secretario son ocupados por miembros o exmiembros del albiazul. Actitud que incómoda a los priistas de sangre pura, que se sienten desplazados por amiguismo, compadrazgo o influyentismo de ciertos grupos o personas, incluidos los propios políticos y simpatizantes de acción nacional.
Esta división y ese sentimiento de inconformidad que muchos miembros del otrora partido aplanadadora mantienen muy dentro en su corazón puede ser el factor que incline la balanza, no sólo de las presidencias municipales o las diputaciones locales, sino incluso de la propia gubernatura del estado.
Labor importante por delante tienen los rojos en sus cúpulas, pues tendrán que vencer primero su propia soberbia, ante el éxito de fidelidad –hasta la fecha-, para poder continuar con triunfos en el estado. En caso de no caber la humildad, seguramente después de la votación tendremos como resultado, muchos descalabros y pérdida de lugares que se han considerado bastiones rojos. Y también falta ver la reacción de las estructuras municipales del rojo, si son o no son tomadas en cuenta en las próximas elecciones.
En el PAN hay inteligencia y habilidad para aprovechar cualquier error, omisión, descalabro, humillación, o en general cualquier falla en cuanto al trato a sus militantes, y la definición de candidatos. Hoy el PRI no la tiene fácil, y el PAN viene por sus fueros. Habrá que ver los resultados pronto.
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