LIBRE EXPRESION
David Adriano Becerra
Beneficios De Bañarse Con Agua Fría
Cuida piel, piernas, várices, celulitis, etc.
Evita que andemos “jalando”, con gripe, refriados, etc., constantemente
Recomendable, incluso para bebés y adolecentes
Ahorraríamos en gas doméstico un bute (ya les empezó a enchinar la piel
¡!)
Debido
a los beneficios comprobados de aplicar este método de limpieza de aseo y
pulcritud personal diaria, y en que durante años hemos practicado y en lo cual
de manera comedida siempre recomendamos en platicas con muchas amistades,
conocidos, amigos y familiares (A los más cercanos, simplemente nunca usamos el
calentador o se le conecta al combustible y mucho menos permitimos que se gaste
recursos en ese menester…, aun en invierno) a efecto de que aparte de cuidar su
piel, sus piernas –archirecomendable contra varices y celulitis--, cabello nos
provee de suficientes glóbulos blancos que permiten que como en su servidor,
únicamente nos visita las gripe, catarros -como no sea el de Cartens- resfríos,
influenza y nunca andamos “jalando” (algunos lo hacen con tanto estilo que
parece que presumen), lagrimeando, tosiendo, etcs., por esta gran molestia sino
allá cada 5 u 7 años. . . . .Y SIN LA
MENOR presunción, también
le comentamos que si usted tiene, conoce, ve, encuentra a una persona mayor de
70, 80 y más de 90… pregúntele lo que aquí le afirmo: se asea, baña, ducha,
etc., con agua fría: todos y cada uno de los días del año; llueva, truene o
relampaguee. Ha, y algo todavía más aconsejable: a sus pequeños, aún recién
nacidos, acostúmbrelo al agua fría…, y al menos en este aspecto de la vida,
molestias bronquiales son el 50 por ciento de los achaques de nuestros bebés e
infantes, se los habrá
reducido en un 80 y 90 por ciento. Ha, y sin contar lo que nos ahorraríamos en
el gasto de gas o combustible de hidrocarburo y/
o electricidad. Solo agregaría que las autoridades de salud, deberían de tomar
con seriedad este tema, que viéndolo de una perspectiva simple, práctica y
siempre buscando la mejoría en salud y economía de la población, que malviven
de sus exiguos ingresos, se podría impulsar una campaña en este sentido. . . .
.ENSEGUIDA LE PRESENTO un amplio artículo con mayores
elementos científicos que pudiera ayudarlos a tomar más en serio esta modesta
propuesta. Les habló quien acaba de cumplir 67 años; que tiene otras
enfermedades, (tumor canceroso, del que el urólogo Simonín hace 5 meses me dio de alta en el IMSS)…, pero
propias de la edad. . . . .GRCIAS. Llámenos o vea nuestra página www.
libreexpresionnoticias. com También decimos verdades, aunque sobre la que
vamos, no solo busca la curiosidad, morbo, la “principal”; sino una realidad
que enseñe, alecciones a la masa trabajadora, al pueblo que ha permanecido
durante 85 años oprimido, en la inmensa mayoría sin darnos cuenta, pues
principalmente existe una TV (Ascarraga Jan y Ricardo Salinas Pliego), que nos
trasmiten las 24 hora programación para retrasados mentales, que no contribuye
ni para que las muchachas aprendan a ponerles y hacer sus pañalitos a los
niños. Aunque, sí, desde esas tempranas edades les inculcan el consumismo
(toneladas de pañales desechables. Olvidadas totalmente que se pueden hacer de
tela), gastando en ello el 50 por ciento de escasos ingresos.
(Fuente: www.cantv.net)
El
agua contribuye no sólo a la salud y al buen funcionamiento del sistema
digestivo, sino que también contribuye con la belleza corporal externa al
tomarla o dejarla correr sobre el mismo.
Definitivamente, comenzar el día con un baño de agua fría ayuda a estimular las
defensas del organismo y aumenta la producción de glóbulos blancos,
fortaleciendo la resistencia del organismo frente a posibles enfermedades, como
el asma, la gripe y los resfriados.
Si todos los días tomas un baño de agua fría, conseguirás tener energía física,
desempeñarás el trabajo con mayor eficacia y estarás al pendiente de todo lo
que sucede a tu alrededor; cuando te bañas con agua caliente, por lo general te
da más sueño y te invade la flojera, andando somnoliento todo el día y
constantemente estás mirando el reloj en el trabajo para ver cuánto falta para
que concluyan las labores.
La baja temperatura del agua hace que sientas las piernas más ligeras y
descansadas, mientras que con el agua caliente, las venas se dilatan; con la
fría sucede todo lo contrario: las venas se contraen y se activa la
circulación, previniendo la aparición de várices y celulitis. De nada sirve
consumir medicamentos y aplicarse cremas para combatir estos abominables
enemigos, si sigues bañándote con agua caliente.
Es importante que tengas en cuenta la siguiente fórmula: Ejercicio + baños con agua fría = piel firme por muchos años.
Por su parte, el agua, además de limpiar, también tiene un alto poder
terapéutico y dinamizante, mucho más cuando la misma sale a presión
convirtiéndose en toda una cura de vitalidad; bañarse bajo la ducha impide que
se pierda la hidratación de la piel, debido a que el contacto con el agua es
menos prolongado, además, tonifica los músculos y despierta los sentidos. Al
estar de pie, los filudos drenan las articulaciones, el rostro y la parte
superior del cuerpo, estimulando la circulación sanguínea y luchando contra la
retención de líquidos. Efectivamente, es conveniente empezar por introducir los
pies e ir subiendo, poco a poco, por piernas, muslos, caderas y cuerpo. En
cuanto a los brazos, es recomendable comenzar con las manos y seguidamente
hacia los hombros. El recorrido tiene que ser siempre en dirección al corazón
para favorecer la circulación y si además se utiliza un guante de crin o
cepillo de mango con una espuma o un gel de baño aromatizante que recorra todo
el cuerpo haciendo énfasis en las zonas que precisan mayor acción tonificante
el disfrute de la ducha será arrollador.
Finalmente, bajo la ducha también se le puede sacar provecho a una exfoliación
facial y corporal; así como también a la aplicación de mascarillas capilares.
En cuanto a la temperatura del agua, la ducha fría es totalmente estimulante y
tonificante, ideal para quienes permanecen mucho tiempo sentados; y la ducha
caliente es relajante y tranquilizante. Lo recomendable es empezar con una
temperatura media, entre 35º y 37º grados centígrados, y finalizar con agua
fría, lo cual cerrará los poros, vitalizará y reafirmará los tejidos. Si se
emplea muy caliente, podría sobre estimular, deshidratar la piel o perjudicar
algunos capilares sanguíneos.