El Baldón: Sería tan fácil…
Por José Miguel Cobián
Leía hace unos días que de la
CAEV salió información sobre la distribución del agua del deshielo del Volcán
Pico de Orizaba, en la que se solicitaba a la población a reducir su consumo de
agua, debido a dos razones, la primera es que el estiaje o sequía sería más
severa debido al cambio climático, y la segunda, a que el gobierno de Puebla,
estaba realizando trabajos para retener el agua del deshielo y llevarla a
Puebla.
Inmediatamente comencé a pensar
en las soluciones al problema. La
primera y más obvia, es una que comparte también el secretario de gobierno
Gerardo Buganza Salmerón, a quien tanto como a mí le preocupa la falta de
atención a la deforestación de ese pulmón del mundo y alimento de mantos
freáticos para una buena parte del estado de Veracruz y de Puebla. La conclusión es que en lugar de estar
peleando por agua, Sería tan Fácil volver a reforestar y proteger la zona de
talamontes, eso haría que el agua que abastece el volcán se multiplicara. Por otra parte, también recordé que la mitad
del agua que abastece las ciudades se pierde en fugas, la mayoría de la propia
red de distribución y una cantidad interesante pero no la más importante en
fugas domiciliarias. De ahí que Tan
Fácil que Sería rehabilitar las redes de distribución y con ello prácticamente
duplicar la disponibilidad de agua en cada ciudad del estado o del país. Y si
además añadimos una inspección generalizada a todas las viviendas y negocios de
cada ciudad para abatir fugas de agua en tomas domiciliarias, con ello resolveríamos
de entrada el problema por muchos años.
Siguiendo con esta línea de
reflexión, pensé en la salida de agua de las casas y negocios, que sale en
aguas grises o negras, y pensé otra vez: Tan Fácil que Sería iniciar la
construcción de plantas de tratamiento de aguas negras a la salida de las
ciudades y pueblos, con el fin de devolver a la naturaleza aguas de mejor
calidad y que cauce abajo, se pudieran utilizar para dar vida, en lugar de ser
aguas de muerte, que mantienen muertos o al borde la extinción a la mayoría de
nuestros afluentes.
Ahora que está de moda la
muerte en el camino por negligencia de las constructoras, recordé las
estadísticas de accidentes en nuestro país, accidentes en casa, en trayectos,
en oficinas, en fábricas, etc., ocasionados por la negligencia de alguien que
no cumple las normas de seguridad. Desde la persona que no señala algún
peligro, hasta aquél que lo genera y no lo resuelve. Me explico: si una constructora esta
reparando una carretera y al final de la jornada habrá grava suelta, lo más
razonable es utilizar una barredora o hacerlo de manera manual, y evitar los
riesgos para los automovilistas que circulen por allí esa noche. Resulta
criminal pensar que no sólo se deje la grava suelta una noche, sino que se deje
una semana o un plazo de tiempo mayor. Allí ya estamos hablando de negligencia
criminal, pues la falta de cuidado de una constructora puede provocar
accidentes graves, como los que ya hemos presenciado en la zona centro de
Veracruz. Lo más grave es que no hay
autoridad que vigile el cumplimiento de las normas de seguridad en las
constructoras que contrata el gobierno del estado. Tal parece que la
dependencia encargada de contratarlos no supervisa ni la calidad ni la
seguridad de las obras que se realizan.
Y si de negligencia criminal
hablamos, hay que otorgarle la mención honorífica a la federación cuando repara
carreteras federales y autopistas y sobre todo, cuando no las repara. Resulta
ridículo el hecho de que sucedan tantos accidentes debido a que la carpeta
asfáltica está en pésimas condiciones, y lo absurdo de nuestro país, es que los
mexicanos no demandamos a las autoridades correspondientes por su negligencia
tanto en proporcionar seguridad como en proporcionar servicios públicos de
calidad a los ciudadanos, en particular hay que mencionar las autopistas de
paga, que debieran de no pagarse pues ya transcurrió el plazo de amortización
establecido al inicio de su construcción.
Como digna de ejemplo internacional está la autopista que va de Puebla a
Veracruz. El principal camino comercial, de importación y exportación por mar
del país, en pésimas condiciones, como si la federación odiara a Veracruz y
buscara por todos los medios que quienes van y vienen al y del puerto, se vean
obligados a usar caminos alternativos y quizá hasta un puerto alternativo, ante
la pésima calidad de las vialidades, y no sólo eso, los riesgos de transitar
por vías de alta velocidad convertidas en trampas mortales.
¿Acaso no Sería Tan Fácil hacer
las cosas bien, en lugar de hacerlas ¨a la mexicana¨?
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