Perfilando
Silva y la comunicación
Por Iván Calderón
De la oficina adyacente
a la del Gobernador de Veracruz, se han desprendido muchas leyendas, y en los
tiempos modernos se materializa una icónica referencia.
Todo radica atrás
del escritorio del segundo a bordo de la administración del estado.
Les cuento.
La silla del
Secretario de Gobierno fue mandada a hacer especialmente en los tiempos de
Fidel, para el regordete Reynaldo Escobar.
El sillón con
acabados de lujo y descansos específicos, fue construido substancialmente para
aguantar el peso del bonachón Reynaldo y con ello soportar el encargo de ser el
responsable de la política interna y hasta externa del estado.
El asiento
naturalmente cuenta con dimensiones superiores a las normales, y diseñado a
medida, se suponía que sólo Reynaldo podía sentarse.
Pero no, Reynaldo
se fue, el diván se quedó y fue ocupado en la era de la Prosperidad.
Este mismo
asiento fue llenado con todo y su contrastante físico por Erick Lagos Hernández
y por Gerardo Buganza Salmerón.
Quizás ellos serán
los únicos que lograrán llenar física y políticamente este trono, el cual pasará
a la historia de los coleccionistas políticos veracruzanos.
Para descansar en
este sillón hay que saber cómo.
Por su gran
tamaño, el que ocupe este sitial tiene que ser un personaje de gran autoestima
y ejercicio del poder, ya que al quedarle grande, se sentirían pequeños con el
encargo.
Con Javier Duarte
sólo dos hombres dejarán su particular en la Secretaría de Gobierno.
El del sur y el
del centro son quienes reúnen las características específicas para ser los
jefes del gabinete.
Pero al retorno
de Buganza se tendrán que cambiar esquemas.
El mismo cordobés
se verá obligado a redoblar los esfuerzos, porque si bien es cierto que la
silla, sólo la han podido llenar dos políticos prósperos, el oriundo de ciudad
Isla la hizo suya.
Con una peculiar
forma de hacer política, Erick Lagos en su gestión borró del mapa a sus
antecesores.
Hábilmente Lagos
Hernández le grabó un estilo propio a esta Secretaría.
El poder de Lagos
Hernández fue ampliado, cobijado y reconocido por Javier Duarte de Ochoa a
quién le confiaba los asuntos más delicados de gobierno.
Ahora será
Gerardo Buganza quien tendrá que reclamar tal potestad, sabemos que lo logrará.
El pasó de
Buganza por la SIOP fue decoroso, su regreso a la SEGOB es merecido.
Mientras tanto Lagos
se va con la frente en alto.
Con altas y
bajas, pero con todas sus responsabilidades estrictamente bien articuladas.
El ahora ex
funcionario estatal cumplió a cabalidad sus débitos.
Erick logró
unificar y homologar a todas las
corrientes políticas para que trabajen juntos al ritmo que le imprima su
gobernador.
Lagos Hernández
buscará ser diputado federal por el distrito de Acayucan para después aspirar
como lo hace naturalmente cualquier hombre que desea servir a Veracruz, todavía
aún a más.
BETO SILVA Y LA
COMUNICACIÓN.
Por cierto, otro
funcionario que deja una gran responsabilidad al nuevo Coordinador de
Comunicación Social Octavio Pavón es Alberto Silva Ramos.
El tuxpeño ha
dejado un gran legado en esta dependencia.
En Comunicación
Social se pasó de la era represora, a una era de ejercicio pleno y de
libertades.
Con la llegada de
Beto Silva se dignificó el ejercicio periodístico y se reabrieron los lazos de
entendimientos perdidos.
Así como Erick,
Beto Silva también se convirtió en un hombre fuerte en el esquema gubernamental
de Javier Duarte y al igual que Lagos, Silva contenderá por una diputación
federal.
A los dos se les
vislumbra un prometedor futuro, el tiempo nos dará la razón.
A sus órdenes.
@IvanKalderon