
Este miércoles, el cortejo fúnebre partió de la que fue su casa
familiar a su hogar, el Kantiyán, la Casa
de los Abuelos, en las instalaciones del Parque
Temático Takilhsukut, de Papantla, lugar donde
presidió el Consejo Supremo Totonaco por 39 años
y donde fue recibido entre aplausos y lágrimas de su pueblo.
Ahí, a la usanza tradicional, recibió el tributo que únicamente
se ofrece a quienes la comunidad reconoce como sus líderes; fue sahumado, se le
entregó el bastón de mando y fueron entonados cánticos y letanías para rogar
por su eterno descanso, mientras el mandatario rindió guardia de honor.
En el espacio que durante la Cumbre Tajín se
dedica al Nicho de la Música, y acompañado por su
director Salomón Bazbaz Lapidus, Duarte de Ochoa dijo que Don
Juan Simbrón deja un proyecto vivo, un esfuerzo que está
dando resultados, pues hoy este pueblo, del cual se sentía tan orgulloso de
formar parte, crece, se desarrolla, se integra y en esfuerzos, como elCentro
de las Artes Indígenas (CAI), se hace patente
el fortalecimiento de la cultura, las tradiciones y las costumbres, que
permanecen y se consolidan.
Recordó que supo impulsar la cultura totonaca y
llevarla a otro nivel, siendo su labor reconocida a nivel mundial, y dejando un
importante legado, que es el desarrollo y el progreso de este gran pueblo.
“De manera especial, Cumbre Tajín va a
servir este año como homenaje a su trabajo, esfuerzo, dedicación, y seguirá
siendo una fiesta, un acontecimiento, evento que Don Juan Simbrón impulsó
y desarrolló”.
En nombre del pueblo y del gobierno de Veracruz,
de mi familia y del mío propio, le doy un abrazo fraternal a su familia, al Consejo
Supremo Totonaco y a todo el pueblo indígena
orgullosamente veracruzano hoy aquí presente, expresó Duarte
de Ochoa.
Durante su mensaje, exhortó a la comunidad totonaca a
sentirse muy orgullosa de todo el esfuerzo y trabajo de ese gran hombre que hoy
ha partido:
“Querido amigo, Don Juan Simbrón,
descansa en paz. Tu legado va a permanecer vivo, tu recuerdo va a continuar en
cada esfuerzo, en cada logro, en cada resultado de este pueblo. Tu aportación
al crecimiento y al desarrollo de nuestra sociedad es un esfuerzo que, hoy por
hoy, es reconocido por todos. Vamos a refrendar, a impulsar, ese gran trabajo
del cual nos diste ejemplo. Descansa en paz querido amigo”.
Mientras, danzantes ataviados con sus trajes típicos, voladores,
guaguas, negritos, quetzales y diversos músicos daban su último adiós al Tata, Don
Juan Simbrón.