El presidente municipal del PAN, y también regidor del Ayuntamiento, llegó desaliñado y con aliento alcohólico a la junta distrital del INE, cuando ya había terminado el registro del candidato a diputado federal.
Se ganó primero el título de “regidor patito” por comprar premio de $21 mil para justificar sus ausencias y hoy se aparece visiblemente afectado por las copas e intentando hilar palabra ante medios de comunicación.
Córdoba, Ver.- El dirigente del PAN en Córdoba, Iván Espinosa Hermida, llegó este domingo con aliento alcohólico y cuando ya se había terminado el acto protocolario del registro de su candidato a diputado federal ante el Instituto Nacional Electoral (INE).
Con mala facha, producto de su parranda que prolongó desde la noche anterior, el también regidor décimo del Ayuntamiento arribó después del registro de Juan Gerardo Perdomo, solo para saludar a sus amigos e intentó realizar algunas declaraciones coherentes a los medios de comunicación.
No sólo su retraso sino también su aspecto en general: sin rasurar, con los ojos rojos y vidriosos, y un notorio aliento alcohólico, fue percatado por la familia de Perdomo, por reporteros, así como por el diputado local, Hugo Fernández Bernal, y uno que otro trabajador del INE en este municipio.
El “regidor patito”, por comprar en $21 mil premio Tlatoani como mejor edil, ante sus constantes faltas, tardanzas y hasta retiradas anticipadas de cualquier evento del gobierno panista de Tomás Ríos Bernal, ahora fue confirmado como dirigente alcohólico de los panistas.
Espinosa Hermida quiso acompañar a Perdomo a su registro protocolario, pero lejos de ser un respaldo, fue contraproducente para su ya deteriorada imagen ante los cordobeses.