Crónicas
urgentes
Del meme al memo
Claudia
Constantino
En plena cuantificación del desastre
financiero de Veracruz, se hace indispensable pasar de los memes a los memos,
es decir, elevar el nivel de discusión, del discurso y, sobre todo, del
esfuerzo serio por hallar las posibles soluciones, que se deberán aplicar en
los primeros meses de la tan esperada próxima administración estatal para
rescatar a este estado quebrado.
Al margen de quién gane la próxima
elección para gobernador, tirios y troyanos deberían tener claros avances en
esta materia. Es demasiado el tiempo que se ha dedicado a consignar la debacle
del gobernador Javier Duarte de Ochoa; es entendible el repudio de los veracruzanos
hacia él, pero es extraño de qué modo y por cuánto tempo la prensa local y
nacional se ha regodeado en el tema y lo ha hecho objeto de incontables burlas.
A pesar de todo, sigue ahí.
Sin embargo, los cartones, monos y
memes, no pagarán las cuentas pendientes, no reestructurarán el ineficiente
aparato burocrático del gobierno del estado de Veracruz, tampoco pondrán orden
en las finanzas ni castigos ejemplares a quienes los merezcan. Hay muchísimo
por hacer y los grupos de poder se han entrampado en una especie de vendetta; parecería
que ya nadie se ocupa de lo importante.
Hace semanas, evidenciar los errores
de Javier Duarte era preciso; hoy, son tantos y tan graves que ya nadie para
esa inercia, ya no requiere mayor impulso. Sin embargo, es preocupante que
hasta los periodistas locales estén perdiendo seriedad, insistiendo en una
ilusión esquizofrénica: “Javier Duarte pedirá licencia porque llevo años señalando
sus errores”. Señoras y señores: moción de orden.
Se dijo que lo que nos preocupaba a
todos era Veracruz. ¿Dónde están los visos de solución? No se trata sólo de
quitar a los que están; quiénes vendrán ahora, y a qué, es muy importante. El
precandidato priista ya tiene línea para decir que también pondrá en la cárcel
al archienemigo de los veracruzanos. ¿Eso lo empata con Miguel Ángel Yunes? Lo veremos
en los próximos días. Al quitarle esa exclusividad al discurso de don Miguel,
ojalá necesariamente comiencen a salir las propuestas y las tomas de posición
que den esperanza a Veracruz.
El estado no va a salir de las
condiciones en las que se encuentra con poner a Duarte tras las rejas; eso
sería sólo un comienzo, pero el vacío y la incertidumbre de lo que tendría que
venir después es lo que debería ocupar a muchos, y no parece estar sucediendo.
El dirigente nacional del PRI,
Manlio Fabio Beltrones, advirtió a Javier Duarte sobre la “suerte que correrá”.
Al parecer esa quema en leña verde es ganadora de muchos seguidores, pero hay
que insistir: y si sucede, ¿qué? Con eso no se garantiza el triunfo del PRI en
Veracruz, como tampoco el de la alianza PAN-PRD, porque don Miguel lo dijo
primero. ¿De qué dependerá entonces? Ya es día de pasar del simplismo a lo más
profundo.
Cualquier
comentario para esta columna en busca de desaparecidos estadistas a: